Cuando intentamos cuidar nuestra alimentación parece que el mundo se empeña en tentarnos en forma de comidas y bebidas que nos ayudan a engordar y no a perder kilos, que es lo que queremos. Tendemos a pensar que si queremos adelgazar debemos dejar de comer fuera y organizar todas las comidas en casa, porque cuando vamos a un restaurante es más difícil encontrar platos que no engorden.
Eso puede afectar a nuestra vida social, puesto que es habitual quedar con los amigos a comer y cenar fuera; incluso en el trabajo, pues hay muchas personas que tienen que acudir a numerosas comidas de trabajo. El evitar ir a restaurantes puede hacer mella en nuestro ánimo y acabar por generarnos ansiedad.
Lo cierto es que no es así, menos actualmente con la gran oferta gastronómica que existe en todas las localidades. Se puede comer fuera sin correr el riesgo de engordar. ¿Cómo conseguirlo? Siguiendo estos siete consejos a la hora de escoger dónde y qué comer.
1. Revisa la carta antes de entrar
Prácticamente todos los restaurantes cuentan con platos que no dan al traste con tu dieta, pero para estar seguros echa un ojo a la carta antes de entrar. Donde sí puedes encontrar problemas para poder pedir platos saludables es en los locales de fast food, por lo que te sugerimos que los evites.
Muchos restaurantes ofrecen sus propuestas en la calle, por lo que puedes mirar las cartas de varios locales antes de decantarse por aquel que ofrece lo que mejor te viene.
2. Alimentos a evitar
Todos sabemos qué alimentos hay que evitar cuando lo que se busca es perder kilos, pero por tenerlo en cuenta, evita platos tales como fritos o que lleven salsas calóricas. De hecho lo que puedes hacer es pedir que te quiten la salsa, por ejemplo en un plato de carne. O preguntar si puedes sustituir las patatas fritas que suelen acompañar a carnes y pescados por asadas, en puré o una ensalada.
Al contrario de lo que podamos pensar en los locales están acostumbrados a este tipo de peticiones y no suelen poner problemas a la hora de hacer pequeños cambios.
3. Ensaladas y pinchos que pedir
Si eres de los que piensa que al comer fuera de casa si no quieres engordar lo mejor es pedir una ensalada sentimos que decirte que no, que no tiene que ser cierto. De hecho hay ensaladas que son auténticas bombas calóricas por las salsas que les acompañan o porque presentan productos empanados u otros que engordan, como puede ser el bacon. Si pides ensalada que el aliño sea aceite y vinagre y que no contengan productos como los señalados anteriormente.
De hecho existen multitud de platos que puedes comer sin miedo a engordar, como puede ser la paella, carnes y pescados al horno o a la plancha, así como revueltos.
A veces, por las prisas, no tenemos más tiempo que el que tardamos en comer un sandwich o un pincho. ¿Se pueden comer si queremos adelgazar? Sí, ocurre como con la ensalada, depende de qué lleven. Descarta aquellos que presenten rebozados y salsas y pide que te preparen los alimentos a la plancha o en crudo.
4. Controla lo que comes
A veces cuando salimos a comer fuera lo vemos como una fiesta y aprovechamos para 'ponernos las botas'. No pasa nada por darse un capricho de vez en cuando, de hecho es hasta recomendable. Pero eso no significa que tengas que echar por tierra el esfuerzo de varios días. Puedes disfrutar de una deliciosa comida cuidando pequeños detalles.
Es el caso de la bebida. Los refrescos nos gustan, pero contienen muchísima azúcar, por lo que ingerimos calorías sin apenas darnos cuenta. Es mucho más saludable tomar vino o agua. Los combinados se acompañan de refrescos, así que ahí también estamos tomando azúcar. Opta por aquellos que son light.
5. Ni aperitivo ni postre
Si vas a comer, sobre todo cuando sabes que te vas a pasar, no tomes aperitivo porque los pinchos previos, unas patatas fritas o un puñado de frutos secos suman calorías. Lo mismo ocurre con el postre. Si has comido bien no hay necesidad de tomar un postre, especialmente cuando se trata de un dulce. Sí puedes sustituirlo por una pieza de fruta o un yogur. Si otros piden postre y tú no puedes toma una infusión y así superarás mejor la ansiedad.
6. Comparte la experiencia con tus amigos
El comer fuera de casa es una forma de socializar y aunque nosotros comamos sano si nuestros acompañantes no lo hacen puede hacérsenos más difícil cumplir. El hecho de que tú estés a dieta no quiere decir que los que coman contigo tengan que estarlo, pero sí estaría bien que se lo comentaras.
Si lo saben no intentarán tentarte con productos poco recomendados y tampoco te sentirás mal por no poder tomar lo mismo que ellos.
7. Sin sobremesa parada
Tan importante como lo que comes, para no engordar, es cómo lo gastas. Las sobremesas que se pasan en el sofá o sentados a la mesa no son nada recomendables. Si has tenido una comida copiosa anímate a ir a dar un paseo después, no te quedes sentado.