El absceso intraabdominal, también conocido como absceso intraperitoneal, es una acumulación intraabdominal de pus u otra sustancia infectada y generalmente se debe a una infección localizada dentro de la cavidad peritoneal. Puede involucrar a cualquier órgano intraabdominal o puede ubicarse dentro de las cavidades abdominal o pélvica, incluso entre las asas intestinales. El absceso intraabdominal es casi siempre un síntoma de un proceso preexistente u otra enfermedad. Puede ser causado por uno o varios agentes infecciosos bacterianos, fungimos o parasitarios.
¿Quién está en riesgo de tener un absceso intraabdominal?
Las causas principales de sufrir este tipo de absceso son haberse sometido a una cirugía abdominal o haber sufrido un traumatismo. También se puede padecer de abscesos intraabdominales otros problemas de salud como la diabetes o la enfermedad inflamatoria intestinal.
Síntomas de un absceso intraabdominal
Si has sido sometido a una cirugía o a un traumatismo en un órgano abdominal y tienes otros factores de riesgo como diabetes o la enfermedad inflamatoria intestinal, presta atención a las señales que te da tu cuerpo para reconocer un absceso intraabdominal. Los síntomas más comunes son:
- Fiebre
- Dolor en el vientre
- Dolor en el pecho o dolor en el hombro
- Falta de apetito
- Náuseas y vómitos
- Cambios en los movimientos intestinales
- Sensibilidad o plenitud rectal
- Aparición de un bulto en el vientre
- Desnutrición
¿Cómo se diagnostica un absceso intraabdominal?
Si tienes síntomas de tener un absceso intraabdominal, tu médico puede pedirte que te sometas a algunas de estas pruebas médicas:
- Análisis de sangre. Un análisis de sangre puede dar constancia de signos de infección o de un absceso. En este examen se analiza la cantidad de glóbulos blancos, entre otros indicadores de inflamación.
- Pruebas de imagen. La mejor prueba de imagen para detectar un absceso suele ser una tomografía computarizada del abdomen. Otras pruebas también pueden ser útiles, como el ultrasonido o la imagen por resonancia magnética.
- Examen físico. Tu médico puede tomarte la temperatura para comprobar si tienes fiebre. Comprobará si tienes sensibilidad en el vientre. Además, palpando podría notar el absceso como una masa en la sección media del abdomen.
¿Cómo se trata un absceso intraabdominal?
Los antibióticos pueden ayudar a tratar una infección que podría convertirse en un absceso intraabdominal, pero una vez que el absceso se ha desarrollado, los antibióticos no son tan efectivos.
Un absceso suele necesitar ser drenado de líquido para curarse. El drenaje puede combinarse con antibióticos. El tipo de antibiótico dependerá de la gravedad del absceso, de la edad del paciente y de si padece algún otro problema de salud que le haga tomar otra medicación.
Una forma de eliminar el líquido es a través del drenaje percutáneo. El médico guiará una aguja a través de la piel hasta el lugar donde se encuentra la infección. Antes se le administrará al paciente un sedante y un anestésico local para ayudarle a relajarse y no sentir dolor mientras se realiza la intervención.
Otra forma de drenar el absceso es con cirugía. La cirugía también puede implicar solucionar el problema que causó el absceso, como una perforación intestinal. El inconveniente es que a veces es necesaria más de una operación.
El uso de un catéter de drenaje en la cavidad del absceso es otra forma de deshacerse del líquido. En este caso, el equipo médico al cargo lo retirará cuando considere necesario.
La clave para una recuperación rápida está en acudir al médico con la aparición de los primeros síntomas, ya que cuanto más tiempo se tarde, más fuerte será la infección. La causa de la infección también es un factor importante para la pronta recuperación.
Mientras se recibe el tratamiento para eliminar el absceso, es posible que se necesite de apoyo nutricional, por medio de un tubo de alimentación normalmente.
Conclusión
Un absceso intraabdominal es una acumulación de pus o líquido infectado situado en una zona del abdomen que se encuentre inflamada por algún motivo. Este absceso intraabdominal puede ser causado por bacterias y de no ser tratado, las bacterias se multiplicarán, empeorando la infección.
Como hemos dicho anteriormente, si te han operado recientemente o has sufrido un traumatismo en un órgano abdominal y tienes otros factores de riesgo como la diabetes o la enfermedad inflamatoria intestinal, es conveniente pedir cita con tu médico de cabecera si estás sufriendo algunos de los síntomas descritos, especialmente fiebre, dolor de vientre, náuseas o vómitos u otros.
El tratamiento temprano puede mejorar considerablemente la recuperación del paciente.