La acrocianosis es una enfermedad vascular poco conocida pero que afecta a muchas personas, no solo a su salud sino también pudiendo llegar a afectar personalmente a la autoestima de las personas que la padecen.
Esta enfermedad tiene su mayor característica en la coloración azulada de las manos y los pies, sobre todo de las manos y que puede llegar a extenderse hacia el antebrazo y la pantorrilla. Su nombre proviene del griego y une 'akro' (extremo) y 'kyan' (azul). Es una transformación típica de los síntomas de congelación, pero realmente es una enfermedad que tiene su procedencia en problemas vasculares que frenan la circulación de sangre y oxígeno hacia el final de las extremidades. No se conoce la etiología de la enfermedad aunque se producen en casos de pacientes con un elevado número de anticuerpos y en pacientes con tratamientos muy característicos como la quimioterapia.
La acrocianosis es una enfermedad que no tiene causa concreta en su origen, no es una enfermedad genética ni tiene una prevención aparente, sino que se trata de una complicación debido a otras enfermedades que pueden afectar al sistema vascular. Es mucho más frecuente en mujeres que en hombres y sobre todo en mujeres jóvenes, alrededor de los 20 años, aunque también existen muchos casos de acrocianosis infantil.
En los recién nacidos es muy común que cuando el sistema circulatorio aún no está desarrollado, se diagnostique la acrocianosis y el bebé sufra la coloración en las extremidades. En estos casos, los padres no deben alarmarse ya que en muchos casos, se trata de una acrocianosis transitoria mientras el sistema vascular del recién nacido termina de desarrollarse.
En el caso de la acrocianosis en adultos sí que se trata de una enfermedad crónica, es decir que en el momento que aparece es prácticamente imposible que desaparezca, ya que no existe tratamiento para ello y hasta el momento no se conoce cura para la enfermedad.
En su origen, existen dos tipos de acrocianosis en función del nivel de gravedad de la misma. La acrocianosis primaria surge entre los 20 y 30 años y puede deberse a cuestiones hormonales por estar en etapa de desarrollo. Sin embargo la acrocianosis secundaria de debe a otros factores más complicados como anorexia nerviosa, sífilis e incluso la ingesta de algunos medicamentos que pueden llegar a provocarla, como antidepresivos o quimioterapeúticos.
Causas y síntomas de la acrocianosis
La acrocianosis surge porque los vasos sanguíneos se obstruyen hasta el punto de que la sangre no circula de forma correcta y fluida. Como sabes, la sangre es la encargada de llevar también oxígeno a todas las partes del cuerpo. La falta de sangre y oxígeno en las zonas más lejanas del corazón, es decir, las extremidades, hace que estas pierdan la correcta circulación y tomen ese tono azulado, característico de zona con pérdida de sangre.
Aunque es el mismo síntoma que la congelación, en las que las extremidades también tienden a tomar este color, no tiene nada que ver con la temperatura del cuerpo, aunque sí que el frío supone un agravante en personas que padecen la enfermedad. De la misma forma suele presentarse hiperhidrosis, es decir, exceso de sudoración en las crisis de la enfermedad.
La coloración es el único síntoma evidente de la enfermedad, algo que puede ser muy antiestético y afectar a la autoestima de la persona que lo padece. Ante la más mínima apreciación de coloración azulada de los dedos de las manos o de los pies sin ninguna causa aparente, la recomendación es acudir de forma urgente a recibir atención médica que pueda estudiar si se trata de acrocianosis o de cualquier otra enfermedad vascular que pueda tener consecuencias mucho más graves para la salud de la persona.
La acrocianosis no es una enfermedad dolorosa, es simplemente estética, por lo que no se encuentran más síntomas que los que se aprecian de forma visual por esa coloración de la piel.
Tratamiento
La acrocianosis se trata de una enfermedad crónica que no tiene tratamiento para su cura. No existe medicamente que aminore los síntomas ni la haga desaparecer, pero sí remedios y prevenciones para que las molestias sean lo menores posibles.
Lo que más se recomienda a los pacientes que padecen acrocianosis es que eviten en la medida de lo posible la exposición al frío. Es común que en las épocas más frías del año y en los climas más húmedos, la situación se agrave, por lo que se recomienda el uso de guantes y calzado cerrado.
Algunos ungüentos caseros pueden también calmar la sensación producida en las extremidades, aunque no se trata de una enfermedad que cause dolor ni picor. Cremas con sensación de calor o incluso activantes de la circulación puede hacen que la coloración disminuya. Lo mejor es llevar una vida saludable y acudir al médico ante cualquier duda o complicación de los síntomas.