Los casos de infección por Coronavirus (COVID-19) no paran de aumentar en todo el mundo, tanto los infectados como las personas fallecidas. Los gobiernos de cada país toman decisiones a la desesperada para intentar frenar el caos de salud y social que la pandemia está provocando. Todavía hay mucha confusión y las medidas que se toman hoy pueden cambiar mañana.
Aún hay muchas confusión sobre los síntomas que el virus provoca en el cuerpo humano, aunque hay tres que todo el mundo conoce: fiebre, tos, falta de aliento. A continuación vamos a comentarte cómo se conoce hasta ahora la afección del Coronavirus (COVID-19) y cómo afecta al cuerpo, aunque con las investigaciones que hagan en el futuro, se podrían conocer más datos.
Cómo causa la infección
El virus se transmite a través de gotitas que se mueven por el aire a causa de la tos o los estornudos por lo que las personas cercanas se pueden contagias porque el virus entraría en su organismo a través de la nariz, la boca o los ojos. Las partículas virales en estas gotas viajan rápidamente a la parte posterior de las fosas nasales y a las membranas mucosas en la parte posterior de la garganta, uniéndose a un receptor particular en las células, comenzando allí.
Las partículas de coronavirus tienen proteínas con púas que sobresalen de sus superficies, y estas espigas se enganchan en las membranas celulares, permitiendo que el material genético del virus ingrese a la célula humana.
Secuestra el metabolismo de la célula y no le permite que haga el trabajo para la que está destinada y la obliga a multiplicar el virus dentro del cuerpo humano.
Los problemas respiratorios
A medida que se crean las copias de los virus, van explotando e infectan a las células vecinas. Los síntomas suelen empezar en la parte posterior de la garganta y por eso uno de los síntomas más comunes es la tos seca. Después el virus se arrastra por los bronquios y llega a los pulmones provocando que las membranas y las mucosas se inflamen. Esto puede dañar los alvéolos o los sacos pulmonares y tiene que trabajar más para poder aportar oxígeno a la sangre y eliminar el dióxido de carbono para que pueda exhalarse.
Si hay inflamación es más complicado que el oxígeno viaje correctamente. La hinchazón y el flujo de oxígeno deteriorado pueden hacer que esas áreas en los pulmones se llenen de líquido, pus y células muertas. La neumonía, una infección en el pulmón, puede ocurrir. Algunas de las personas infectadas tienen tantos problemas para respirar que necesitan un ventilador.
Cuando ocurre el Síndrome de dificultad respiratoria aguda, los pulmones se llenan con tanto líquido que ninguna cantidad de soporte respiratorio puede ayudar, y el paciente muere.
¿Son los pulmones la única parte del cuerpo afectada?
La infección se puede propagar a través de las membranas de las mucosas, y que vaya desde la nariz hasta el recto, entonces aunque el pulmón puede estar en los pulmones, también puede infectar el sistema gastrointestinal generando problemas como diarreas o vómitos.
El virus también puede ingresar en el torrente sanguíneo, la médula ósea y los órganos como el hígado también pueden inflamarse. También puede haber algo de inflamación en los vasos sanguíneos pequeños. También puede ingresar en órganos como el corazón, el riñón, el hígado y puede causar algún daño directo a esos órganos. Aún no se sabe si también puede afectar al cerebro.
¿Por qué algunas personas se enferman gravemente y la otros no?
El 80% de las personas infectadas tienen síntomas leves, pero alrededor del 20% las personas se enferman gravemente y el 2% fallece. La gravedad de la enfermedad dependerá de la fuerza que tenga el sistema inmune de la persona afectada. Los ancianos o las personas con problemas de salud subyacentes pueden tener más posibilidades de desarrollar síntomas graves.