Es raro encontrar hoy en día a alguien que no se encuentre estresado por algo. Experimentar estrés es algo inevitable para el ser humano y que se ha dado a lo largo de la historia. Ante una situación altamente estresante, el organismo sufre cambios importantes sobretodo en la respiración o en la frecuencia cardíaca. El conocido como estrés crónico suele tener consecuencias negativas tanto para la salud física como mental provocando diversos efectos dentro del organismo. Acto seguido te hablamos de cómo el estrés puede afectar a diferentes partes del cuerpo.
Sistema nervioso y endocrino
El sistema nervioso juega un papel esencial a la hora de producirse un hecho estresante al igual que ocurre con el sistema endocrino. Si la persona en cuestión sufre un episodio de estrés, se libera en el organismo una gran cantidad de cortisol dando lugar a un aumento tanto de la frecuencia cardíaca como respiratoria con el fin de que la sangre llegue rápidamente a zonas del cuerpo como los músculos o el corazón. El cortisol es denominado de una manera popular como la hormona del estrés. Durante un episodio de estrés, el aumento de cortisol va a proporcionar la energía que necesita el cuerpo para afrontar tal estado estresante.
Sistema respiratorio
El estrés va a provocar que la persona que lo sufre empiece a respirar de una manera acelerada con el objetivo de sangre y oxígeno por todo el cuerpo. Ello puede provocar graves problemas en personas con problemas respiratorios como es el caso del asma o la bronquitis crónica.
Sistema cardiovascular
Es bastante normal que el corazón de alguien estresado lata de una manera más rápida hasta llegar a sufrir taquicardia. Ello también va a provocar que la presión arterial suba de una manera realmente peligrosa haciendo que el corazón trabaje más de la cuenta. En el caso del estrés crónico, la persona puede llegar a tener graves problemas y llegar a sufrir un infarto o un ictus.
Aparato digestivo
El estrés puede afectar de una manera negativa al sistema digestivo llegando a causar fuertes dolores de estómago, náuseas e incluso vómitos. El problema se puede llegar a agravar en personas con problemas digestivos como es el caso de la enfermedad de Crohn o el síndrome del intestino irritable.
Sistema inmunitario
El estrés va a influir de una manera negativa en el sistema inmunitario de la persona. Es por ello que una persona estresada es más proclive a enfermar antes y padecer un resfriado o una gripe. Si el estrés es crónico puede debilitar aún más a la persona y provocar que sufra una fuerte depresión o problemas alimentarios como la obesidad.
Trastornos emocionales
El estrés crónico también puede afectar al aspecto psicológico de la persona dando lugar trastornos de ansiedad o de depresión. Aparte de ello, un estado de estrés continuo puede hacer que la persona tenga serias dificultades a la hora de conciliar el sueño o que coma sin límite alguno. En muchas ocasiones dichos trastornos emocionales suelen ser muy graves llegando a afectar muy seriamente a la vida diaria de la persona.
Como conclusión hay que hacer hincapié de que el estrés es inherente a la persona por lo que le va a acompañar toda la vida. Es por ello que los expertos en el tema recomiendan el convivir con el mismo y llevar una vida lo más saludable posible. Es importante por ello el seguir una buena dieta, hacer ejercicio físico de manera habitual y el dormir de siete a ocho horas. De nada sirve el estresarse más de la cuenta ya que como has podido comprobar, dicho estado puede llegar a afectar a los sistemas más importantes del organismo como puede ser el caso del aparato digestivo o sistema cardiovascular.