Las bajas temperaturas provocan tensiones fisiológicas en el cuerpo que afectan a nuestra salud, especialmente en la salud de las personas mayores y en la de los niños. Cuanto más en forma y sano se encuentre un cuerpo, más fácilmente podrá hacer frente a estas tensiones. Por eso las personas jóvenes que tengan un estilo de vida saludable corren menos riesgo ante un clima extremo.
El frío que se siente y el frío que se tiene no están tan estrechamente relacionados como se pueda imaginar. Si bien los temblores incontrolables están bajo la influencia del subconsciente e indican una caída de en la temperatura central, la sensación de frío no es un gran indicador. Algunas personas pueden tolerar el frío más que otras, aun percibiendo exactamente las mismas temperaturas que otras personas más frioleras.
¿Por qué quiero orinar más si tengo frío?
Cuando se tiene frío, el cuerpo reduce la circulación hacia las extremidades y la superficie de la piel, este proceso se conoce como vasoconstricción periférica. Gracias a este proceso se concentra un mayor volumen de sangre en el corazón, lo que aumenta la presión arterial. La respuesta del cuerpo es tratar de reducir esa presión. Los riñones reducen el volumen de la sangre circulante al eliminar el agua hacia la vejiga que se pierde como orina. Este proceso es conocido como "diuresis fría".
Al regresar a un ambiente más cálido, la circulación se restablece a la periferia, lo que reduce el volumen que circula en el corazón. Esto desencadena una sensación de sed que nos hace beber, para que estos líquidos ingeridos salgan de nuevo por la diuresis fría, y así sucesivamente.
El frío como consecuencia de otras enfermedades
Sentir frío todo el tiempo es síntoma común de una serie de afecciones médicas. Las afecciones más comunes son:
- Anemia. La anemia es causada normalmente por la falta de hierro o la incapacidad de producir suficientes glóbulos rojos.
- Hipotiroidismo. El hipotiroidismo normalmente es causado por un trastorno autoinmune, es más frecuente entre mujeres y en la mediana edad.
- Enfermedad de Raynaud. Los espasmos en las arterias de las manos y de los pies de la enfermedad de Raynaud provocan una falta de flujo sanguíneo a los dedos, quedándose estos pálidos y adormecidos.
- Diabetes. El frío en este caso es un síntoma de la nefropatía diabética. El daño renal resultante de la diabetes es una sensación de frío constante.
- Anorexia. Las personas con este trastorno alimentario a menudo sienten frío todo el tiempo. Esto se debe a que el cuerpo trata de hacer que la nutrición dure el mayor tiempo posible al generar menos calor. El vello corporal a menudo crece como respuesta al frío, para contrarrestar la pérdida de grasa corporal que es nuestro aislante natural.
Una sensación constante de frío puede ser un signo de una afección médica más grave. Si te es imposible entrar en calor aunque estés en un lugar cálido, debes ponerte en contacto con un médico cuanto antes.
Riesgos físicos del frío
Resbalones
Puede parecer obvio, pero aún así se trata de la amenaza del frío con más víctimas. Nos referimos a los resbalones o tropiezos, que pueden afectar muy negativamente a nuestra salud. Contusiones, cortes, huesos rotos, esguinces, distensiones, etc., son habituales en lugares fríos, especialmente si hay nieve o el temido hielo. La parte baja de la espalda y la cabeza suelen sufrir más las caídas, y los brazos y las manos si se intenta impedir el irremediable golpe. Para evitar estas situaciones, lo mejor que se puede hacer es utilizar la ropa y el calzado adecuado para el lugar donde se vive, o donde se está.
Ataque cardíaco
Los ataques al corazón aumentan durante los meses de invierno y esto no es una casualidad. Generalmente afectan a personas que ya tenían algún problema de salud subyacente.
Una disminución de la temperatura concentra el flujo sanguíneo en el corazón, lo que aumenta la presión arterial. Al ejercer más presión sobre el corazón, también el cuerpo trabaja más para generar calor adicional cuando hace frío.
Si se combinan las bajas temperaturas con el esfuerzo físico en aquellas personas que tienen problemas cardíacos, entonces la probabilidad de sufrir un ataque al corazón aumenta más. El aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial más alta junto con la actividad física y el efecto del frío constriñendo las arterias para reducir el suministro de sangre es especialmente peligroso para personas mayores de 55 años, y para aquellas personas que tienen enfermedades cardiacas o circulatorias.
Hipotermia
La hipotermia es una condición grave que puede llevar a la muerte. Ésta sucede cuando la temperatura del corazón baja de 37ºC a 35ºC o menos. Dos grados pueden no parecer mucho, pero si esto sucede tu cuerpo te hará saber que algo está ocurriendo a través de temblores, extremidades entumecidas, pérdida de coordinación y una terrible sensación de frío. Ante estas señales extremas hay que intentar entrar en calor cuanto antes. Una caída en la temperatura central de 1ºC disminuirá los tiempos de reacción normales y perjudicará también a la mente.
Enfermedades asociadas al frío
El frío disminuye la respuesta inmune
Un clima frío hace que el cuerpo produzca menos suministro de sangre a las extremidades para preservar el calor corporal en el corazón y en la cabeza. Esta reducción en el flujo sanguíneo significa que hay menos glóbulos blancos disponibles para combatir enfermedades. Este efecto parece dar como resultado una mayor susceptibilidad a enfermedades de invierno como los resfriados.
Resfriados y gripe
Los resfriados y la gripe no son causados por el frío, sino que son consecuencia de infecciones virales del tracto respiratorio superior. Por este motivo se pueden contagiar a otras personas, se tratan de infecciones virales.
No se sabe por qué los resfriados y la gripe son más frecuentes en los meses de invierno, aunque pasar más tiempo en interiores poco ventilados es un comportamiento que sí explican mejor los contagios.
El sistema inmune se deprime con el clima frío y esto afecta particularmente al tracto respiratorio superior porque se enfría al respirar aire frío. Una nariz fría ofrece una mejor reproducción a los rinovirus de los resfriados y de la gripe, por lo que es más probable coger un resfriado si la temperatura ambiental es fría.
El dolor de garganta, tan relacionado con los resfriados y la gripe, también es causado casi siempre por un virus.
Norovirus
Este virus se caracteriza por provocar náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal, acompañados de dolor corporal y fiebre leve. Como los resfriados, el norovirus puede afectar a las personas en cualquier época del año, aunque es más frecuente en los meses de invierno. Este desagradable virus estomacal suele desaparecer en un par de días, pero se contagia rápidamente especialmente en lugares donde se congrega bastante gente, como en escuelas, hoteles, restaurantes, etc.
Asma
El aire frío es un desencadenante particular de los ataques de asma. Se puede evitar un ataque permaneciendo en interiores la mayor parte del tiempo posible y utilizando una bufanda que cubra la boca para impedir que el aire frío entre tan rápido al respirar. Respirar por la nariz en vez de por la boca también ayuda a calentar el aire.