Si experimentas mucho estrés en tu vida diaria, es necesario que mantengas la conciencia de que el agotamiento puede arruinar tu salud y tu futuro. Para que esto no ocurra deberás tomar medidas para evitarlo. El primer paso que deberás tener en cuenta es saber cómo estás tratando ese agotamiento.
Qué es el agotamiento
El agotamiento es una reacción al estrés laboral prolongado o crónico y se caracteriza por tres dimensiones principales: agotamiento, cinismo (menos identificación con el trabajo) y sentimientos de capacidad profesional reducida. En pocas palabras, si te sientes agotado, comenzarás a odiar tu trabajo sin saber por qué y te sentirás menos capaz de hacer las cosas, sintiéndote agotado la mayor parte del tiempo.
El estrés que contribuye al agotamiento puede provenir principalmente de tu trabajo, pero el estrés de tu estilo de vida en general puede sumarse a este estrés, y los rasgos de personalidad y los patrones de pensamiento, como el perfeccionismo y el pesimismo también pueden contribuir. Este agotamiento puede contribuir a que padezcas trastornos como ansiedad, depresión, trastornos del estado de ánimo, etc.
Señales del agotamiento extremo
El agotamiento extremo también se conoce como el "Síndrome de Burnout" que es como sentirse quemado en diferentes áreas de tu vida. Puede ser difícil reconocer los síntomas pero es muy importante tenerlo en cuenta para que, si crees que te está sucediendo puedas evaluar tu vida, tus prioridades y buscar ayuda si lo consideras necesario. Las señales que te indican que estás llegando al agotamiento extremo son las siguientes:
- Agotamiento físico. El estrés prolongado puede hacer que te sientas agotado todo el tiempo, es decir que te levantes ya cansado por la mañana y que no sientas tu energía habitual. Levantarse cada mañana puede ser extremadamente difícil pero si ves que esto se agrava o que dura mucho tiempo también puede ser una señal de depresión o enfermedad física. Habla con tu médico.
- Agotamiento emocional. Cuando te sientes de mal humor sin motivo aparente, irritable, impaciente o te frustras con mayor facilidad... entonces es que algo va mal en tus emociones. Si crees que te cuesta más sobrellevar los baches habituales de la vida puede que estés sufrimiento emocionalmente y que tanto tus relaciones como tu capacidad productiva estén mermadas. Habla con alguien de confianza.
- Enfermas más. Cuando una persona se siente agotada a menudo su sistema de defensa se reduce y por lo tanto, se enferma más. Tendrás más resfriados, más gripes y otras enfermedades menores o algo más graves... dependerá del cómo esté de afectado/a tu sistema inmunológico a causa de tu agotamiento.
- Actitud pesimista ante la vida. Cuando se tiene agotamiento extremo es difícil emocionarse por las cosas, se espera lo peor y mirar el lado positivo de las cosas se vuelve imposible. Sentirás desmotivación y apatía en general y no querrás hacer las cosas solo por no equivocarte. Trabaja el optimismo para sentirte mejor y salir de esa espiral descendiente.
- Ineficiencia y ausentismo. Al experimentar el agotamiento del trabajo, se vuelve más difícil simplemente levantarse de la cama y enfrentar más de lo mismo. Esta puede ser una defensa inconsciente contra el agotamiento, pero las personas que lo experimentan tienden a ser menos efectivas en general y se quedan en casa sin ir a trabajar más a menudo... con cualquier excusa. Pero en lugar de llegar a este punto es mejor se conscientes de la importancia de cuidarse uno mismo.
Causas del agotamiento extremo
El agotamiento tiene muchas causas. Se clasifican en las categorías principales relacionadas con la estructura del trabajo, las características del estilo de vida y las características de la personalidad individual. Por ejemplo, aquellos que trabajan en trabajos que tienen una gran carga de trabajo con poco reconocimiento o compensación, requisitos poco claros y grandes consecuencias por errores están en mayor riesgo de agotamiento. Aquellos que son perfeccionistas también se queman más fácilmente. Y aquellos con vidas ocupadas y poca capacidad de autocuidado también corren un mayor riesgo.