Cuando estás haciendo dieta es posible que rechaces múltiples alimentos pensando que no son buenas opciones para ti o para tus objetivos (como perder peso o mantener una vida más saludable). Si comienzas a rechazar alimentos en tu dieta es probable que al final, te quedes con pocas opciones y tus comidas acaben siendo demasiado aburridas.
En este sentido , es importante que cuando quieras hacer dieta te bases en tus gustos y no quieras restringir demasiado alimentos, simplemente tendrás que aprender a comer bien y mejor. Si necesitas ayuda acude a tu dietista o nutricionista. De momento, nosotros vamos a mencionarte algunos alimentos que quizá te gusten y hayas tachado de tu dieta demasiado rápido, si es así... ¡vuélvelos a incluir en tu menú semanal!
Las verduras congeladas tienen tantos nutrientes como sus contrapartes frescasVerduras congeladas
Numerosos estudios sugieren que las verduras congeladas tienen tantos nutrientes como sus contrapartes frescas. Las verduras congeladas son una excelente opción porque se recogen y procesan en la cima de la frescura para retener los nutrientes. Dado que los productos frescos pierden nutrientes todos los días que no se comen, no es raro que las verduras congeladas tengan más nutrientes por porción.
Las verduras congeladas son una excelente solución durante los meses de invierno, cuando las verduras frescas a menudo son difíciles de conseguir o son más costosas. También son una excelente opción para tener a mano, por lo que siempre puedes incluir una porción de verduras con cualquier comida en cuestión de minutos. Las verduras congeladas no contienen sodio ni conservantes añadidos. Además, son bajos en calorías y ricos en fibra y fitonutrientes beneficiosos.
Alcohol
A pesar de su mala reputación, beber una cantidad moderada de alcohol tiene beneficios para la salud. El consumo moderado se define como aproximadamente una bebida por día para las mujeres; dos para los hombres. El consumo moderado de alcohol puede reducir el riesgo de ataque cardíaco, así como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
Además, el consumo moderado de alcohol puede ayudar a mantener a tu cerebro activo a medida que envejeces. El vino tinto y las cervezas oscuras son ricas en antioxidantes, lo que puede hacer que ciertas bebidas sean aún mejores para ti. Para ciertas personas (mujeres embarazadas, personas que se recuperan de la adicción al alcohol o con antecedentes familiares de alcoholismo, y aquellas con enfermedad hepática) los riesgos de beber aún superan los beneficios, por lo que no son buenas opciones en ninguna dieta.
Aguacates
Los aguacates son técnicamente una fruta, pero casi todas sus calorías provienen de la grasa, lo que los convierte en grasas, al menos nutricionalmente. Proporcionan más de 20 vitaminas, minerales y fitonutrientes esenciales, incluidas las vitaminas A, C, D, E y K; fibra; potasio; y vitaminas del grupo B.
Los aguacates también son una fuente de grasas monoinsaturadas inteligentes para el corazón y los antioxidantes, luteína y zeaxantina. Estos carotenoides se concentran en la mácula del ojo y pueden proteger tus ojos contra la degeneración macular relacionada con la edad. Los aguacates asociados con la salsa o la ensalada actúan como un refuerzo de nutrientes y aumentan la absorción de fitonutrientes liposolubles.
Los aguacates son técnicamente una frutaZumo de arándanos
Tal vez dejaste de beber zumos de frutas debido a la cantidad de azúcares naturales o añadidos. Es importante recordar que el zumo de arándano es único en algunos de sus beneficios para la salud, y aún es digno de ser incluido en nuestras dietas. Si has tenido una infección del tracto urinario, es probable que hayas probado el zumo de arándano para ayudar a aliviar los síntomas. Sin embargo, el zumo de arándano rojo funciona mejor para ayudar a prevenir las infecciones urinarias recurrentes en primer lugar. Los arándanos contienen proantocianidinas o PAC, flavonoides únicos que inhiben la adhesión de E. Coli a las células del tracto urinario, donde pueden multiplicarse y desencadenar una infección.
