Con el paso del tiempo se vuelven más comunes los despistes y pequeños olvidos que, realmente, para nosotros de pequeños tienen muy poco. Además de ser un engorro, nos hacen sentirnos mayores y provocan temor a estar empezando a tener indicios de demencia. ¡Nada más lejos de la realidad! Se trata de olvidos totalmente normales, además, a partir de los 30 años empieza un proceso lento de pérdida de masa cerebral, el cual no nos debe asustar, pero sí que podemos hacer que sea más lento aún de lo normal. ¿Cómo? Por un lado, favoreciendo un mayor trabajo cognitivo del cerebro, es decir, leer, hacer pasatiempos, aprender un idioma, intentar memorizar listas de palabras...
Por otro lado, podemos reforzar las neuronas y el aporte sanguíneo a las mismas con alimentos como los que os indicamos a continuación. Esto favorecerá un mejor funcionamiento de esas tareas cognitivas, entre ellas, la memoria.
1. El cacao, placer y salud
El chocolate negro es rico en flavonoides, un compuesto antioxidante que favorece la circulación sanguínea. Esto provoca que la sangre llegue con mayor facilidad al cerebro y, por tanto, que mejore nuestro funcionamiento cognitivo. Pero no debemos atiborrarnos a chocolate, ni mucho menos chocolate con leche: debemos consumir chocolate negro con al menos 70% de cacao, y no más de una onza al día. Tómala rallada junto a los cereales del desayuno, o conviértelo en una rica salsa para tus platos.
2. Plátano, fuente de triptófano
Entre las múltiples ventajas que nos aporta comer plátano (previene el envejecimiento prematuro), se encuentra su aporte de triptófano, un aminoácido que nuestro cuerpo no genera por sí solo. Hay estudios que han mostrado que triptófano ayuda a mejorar nuestra capacidad analítica, es decir, a entender mejor las situaciones más complejas. Eso nos puede ayudar, por ejemplo, a tomar decisiones. Magnesio y ácido fólico son otros componentes del plátano beneficiosos para el sistema nervioso.
3. Arándanos, antioxidantes
Cada vez es más fácil encontrar en España estos riquísimos frutos del bosque. También contienen flavonoides, y nos ayudan a mantener la agudeza mental. Son potentes antiinflamatorios y antioxidantes, y se ha visto que un consumo habitual de estos frutos ayuda a la mejora de la memoria en los adultos.
4. Nueces, con forma de cerebro
De todos los frutos secos, las nueces son especialmente recomendadas para nuestro cerebro. Entre cuatro y siete nueces diarias (no debemos excedernos en su consumo, tampoco) refuerzan la memoria a corto plazo o de trabajo, es decir, ese tipo de memoria limitada en el tiempo que sólo nos permite trabajar con la información que estamos recibiendo al instante. Así, nos permite centrarnos mejor en nuestras tareas mentales.
5. Legumbres, ricas en hierro
Las legumbres son ricas en hierro, y es bien conocido que la carencia de este mineral provoca anemia. Uno de los efectos de este desequilibrio es la falta de memoria y concentración, por ello no debemos de renunciar al hierro, que además, podemos encontrarlo en otros muchos alimentos.
6. Aguacate contra las demencias
La vitamina E que contiene le aguacate nos protege de las demencias, como el Alzheimer. Además, también es fuente de ácido fólico que, como el plátano, ayuda a mantener las neuronas en buen estado, ¡recuerda que ellas son los ladrillos de nuestro cerebro!
7. Espinacas, ricas en vitaminas
Popeye no sólo tenía unos brazos fuertes y musculosos, estamos seguros de que su cerebro funcionaba tan bien como su cuerpo. Las espinacas son ricas en vitaminas del grupo B y E, además de potasio y magnesio, todos ellos elementos protectores para el cerebro.
8. Curry, el mejor condimento contra el Alzheimer
El curry lo tratamos como una especia en sí misma, pero en realidad es un condimento formado por una mezcla de ellas. La cúrcuma es una de las especias que contiene, y hay estudios que han mostrado, o al menos se ven indicios de que su consumo regular previene la formación de placas amiloides en el cerebro, asociadas con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
9. La manzana
Las manzanas contienen un bioflavonoide denominado quercetina, el cual tiene un efectos antioxidantes y antiinflamatorios, como los citados arándonos y también la cúrcuma. Previene el envejecimiento cerebral y, por tanto, retrasa las pérdidas de memoria asociadas a la edad. La piel de la manzana tiene una mayor concentración de quecetina, y esa fruta, además, contiene fructosa y glucosa, que nos da mucha energía para trabajar tanto física como mentalmente.