Son muchas las personas que durante su infancia tuvieron que someterse a una operación quirúrgica con el fin de extirpar las amígdalas. Es bastante común que muchos niños sufran amigdalitis durante sus primeros años de vida y ante ello los médicos opten por extirparlas ya que dicha inflamación suele provocar entre otros síntomas fiebre alta y un fuerte dolor a la hora de tragar. Acto seguido te hablamos mucho más de las amígdalas y de la función que cumplen en el cuerpo.
Qué son las amígdalas
Las amígdalas son glándulas situadas en la zona de la faringe cumpliendo una importante labor de defensa en el organismo. Durante los tres primeros años de vida, las amígdalas protegen al bebé de posibles afecciones respiratorias y digestivas. El sistema inmune del bebé durante sus primeras semanas de vida es bastante débil por lo que la labor de las amígdalas es esencial. Gracias a la creación de linfocitos que genera las amígdalas, el organismo se defiende de diversos gérmenes como los virus o las bacterias.
Amigdalitis o anginas
Al encontrarse situadas en las vías respiratorias, las amígdalas como cualquier otro órgano pueden verse atacadas por diversos virus o bacterias dando lugar a la amigdalitis o anginas. A causa de dicha infección el niño suele presentar una serie de síntomas tales como:
- Estado febril alto y malestar general.
- Inflamación de la faringe provocando un fuerte dolor a la hora de tragar.
- Formación de placas de pus en el interior de la garganta.
Si la amigdalitis ha sido causada por bacterias es mucho más grave que las provocadas por los virus. En el caso de una infección bacteriana la mejor manera de tratarla es a través de la administración de antibióticos para poder hacer frente a la infección. Por el contrario, una amigdalitis vírica no hace falta tratarla y la ingesta de diversos fármacos ayuda únicamente a aliviar los síntomas que provoca tal afección en la garganta. En tal caso es aconsejable el acudir al médico para ver la mejor manera de tratar tal infección en la garganta.
Extirpación de las amígdalas
Es bastante común el extirpar las amígdalas a los niños cuando sufre continuos episodios de amigdalitis. Un niño que sufre amigdalitis puede tener serios problemas a la hora de conciliar el sueño y padecer una fuerte inflamación en las vías respiratorias provocando entre otras cosas un alto estado febril o malestar general. Ante ello, lo aconsejable es extirparle las amígdalas y poner fin de esta manera a las molestias que le supone el tener una infección en dichas amígdalas. A día de hoy se trata de una intervención quirúrgica que apenas tiene riesgo para el pequeño y que se realiza con anestesia local en la zona de la boca. Dicha extirpación es bastante habitual entre muchos niños y bastante excepcional entre los adultos aunque también puede llegar a realizarse si la persona lo necesita.
Como has podido ver las amígdalas cumplen una función importante dentro del organismo ya que protegen al mismo de diversas afecciones ya sean provocadas por bacterias o por virus. El problema es que en muchos casos, los niños sufren una inflamación en las mismas y la única solución para ello consiste en extirpar las mismas. A la hora de evitar que dichas amígdalas pueden llegar a sufrir tal infección es aconsejable el llevar al niño bien abrigado cuando haga frío o el tener un humificador en la casa. Por el contrario es desaconsejable que el niño tome alimentos muy fríos que puedan provocar una irritación en la garganta o el que respire continuamente en un ambiente demasiado cargado ya sea por tabaco o por la presencia de numerosos gérmenes.