El análisis de heces es una prueba médica que nuestro médico nos manda hacer cuando piensa que tenemos algún tipo de problema es nuestro sistema digestivo. Normalmente, suele optarse por él cuando otras pruebas previas no nos pueden dar unos resultados tan exactos sobre el aparato digestivo. Se trata de una prueba que no supone ninguna molestia al paciente y, además, muy cómoda, por lo que no supone un gran problema pedirla.
Las heces nos ofrecen esta información tan precisa sobre el sistema digestivo porque están formadas, aparte de por los restos de alimentos que no se absorben por el organismo y agua, por restos de jugos intestinales procedentes del hígado, el páncreas y otras glándulas y secreciones. Gracias a esto podemos saber cómo se encuentran distintas partes de esta zona de nuestro organismo.
¿Cuándo se realiza un análisis de heces?
El análisis de heces no es una prueba que se suela solicitar de manera rutinaria. Aunque, como ya hemos dicho, se trata de una prueba que no supone ninguna molestia para el paciente, si no es necesaria, no tendrá ningún sentido solicitarla. Un médico pedirá que su paciente se haga un análisis de heces siempre que tenga alguna sospecha de que algo va mal en su sistema digestivo. Aunque otros análisis, como el de orina o el de sangre, pueden mostrar que existen anomalías, no pueden ser tan precisos con esta zona del cuerpo como las heces. No siempre que se solicita tiene que implicar que hay algún problema, también puede ser pedida para descartar de una manera más segura algunas enfermedades o infecciones.
Hay algunas enfermedades por las que el médico digestivo puede pedir que se haga el análisis de heces. En ocasiones puede ser porque ve indicios que pueden significar que se tenga esa enfermedad y, en otras, porque hay antecedentes familiares que hacen que sea un paciente de riesgo. Las enfermedades pueden ir desde inflamaciones, infecciones, problemas en el páncreas, dificultades en la absorción de nutrientes y la presencia de tumores malignos. También es sinónimo de problemas la presencia de sangre en las heces. En este caso puede ser debido a la presencia de hemorroides, pero nuestro médico se quedará más seguro si realiza este examen.
¿Cómo se realiza un análisis de heces?
Para realizar un análisis de heces será necesario un recipiente donde poder introducirlas para llevar a analizar. Éste debe es estar esterilizado y no puede entrar en contacto con ninguna sustancia que pueda invalidar la muestra. Además, al igual que ocurre con los análisis de orina, no pueden ser llevados al médico más tarde de las 24 horas posteriores a la toma de la muestra. En este caso, no importa el momento del día en el que se tome, ya que eso no adulterará la muestra. El problema viene, por ejemplo, si en los días previos cambias tu dieta o comienzas un tratamiento médico.
Es importante, además, tener cuidado de que nuestras heces no se junten con orina, por lo que será recomendable orinar antes de depositar nuestra muestra. Además, será necesario que la zona del ano tenga una buena higiene para que no haya restos innecesarios en nuestras heces. Solo debemos preocuparnos de que la muestra sea lo más pura posible para que los resultados sean más fiables.
En cuanto al tamaño de la muestra, éste no debe ser muy grande, aunque hay que tener en cuenta que las heces pueden estar en estado sólido o líquido. Aun así, es el propio médico el que, antes de pedirnos el análisis de heces, nos indica cuál es la cantidad adecuada, además de explicarnos todos los pasos a seguir. Se trata de algo muy sencillo, pero unas instrucciones nunca están de más.