Apuntarte al gimnasio es casi como casarte: requiere compromiso por tu parte. Además de que te cuesta dinero, también debes invertir tiempo en el gimnasio. Eso sí, si no vas, tu gimnasio no te va a reclamar que vayas... mientras pagues tu cuota fielmente lo demás a ellos no les importa. Es necesario que escojas un gimnasio adecuado para ti, para que te asegures que vas, que trabajas tu cuerpo y que no estás malgastando tu dinero. ¿Cómo conseguir todo esto? Sigue leyendo.
Elege el mejor gimnasio para ti
Antes de dar el paso y pagar la primera cuota de tu gimnasio, es mejor que pruebes varios gimnasios con un primer pase gratis, Durante por lo menos una semana. Así podrás ir en diferentes hornos y usar todas las instalaciones disponibles. Es mejor que te asegures de que ese gimnasio te ofrece todos los recursos que realmente usarás, porque que tenga mucho y que no uses ni la mitad de sus servicios no te compensa.
Ves sobre todo en los horarios en los que irás, porque así sabrás si se llena o si tienes libertad de movimiento. Presta especial atención a las máquinas y a las clases grupales de ejercicios. ¿Tienen los servicios que te interesan? ¡Infórmate!
Qué buscar en un gimnasio
Existen algunas claves que debes tener en cuenta para buscar en un gimnasio y así valorar si se adaptará a ti y a tus necesidades. Algunas son:
-Dónde está ubicado. Este es un aspecto muy importante para tomar tu decisión, porque cuanto más lejos esté más demorarás tus visitas al gimnasio. Para asegurarte de que vayas, el gimnasio debe estar cerca de tu casa o de tu trabajo.
-Horario. No todos los gimnasios están abiertos todo el día, ¡el personal también debe descansar! Tendrás que saber cuál es el horario de apertura para saber si va bien con el horario que dispones para ejercitarte.
-Cuánto vale. Los gimnasios pueden hacerte firmar un contrato y que te hagan pagar cierta cantidad de dinero cada mes. Cuando mejor sea el gimnasio más pagarás. Pero tendrás que sacar provecho de tu dinero con ofertas especiales, negociando los servicios que utilizarás y cuáles no, etc. Recuerda siempre leer la letra pequeña para no darte ningún susto si decides dejar el gimnasio y que te hagan pagar una penalización.
-Características del gimnasio. Tienes que asegurarte de que tu gimnasio tenga todo lo que quieras realizar: clases concretas, piscina, sala de máquinas, equipos específicos, entrenadores personales, terapia, nutricionistas, etc.
-El ambiente. Si no te gusta ejercitarte con demasiada gente alrededor, tendrás que saber a qué horas hay menos gente y si te va bien, o simplemente buscar un gimnasio que no esté abarrotado todo el tiempo. Aunque hay personas que sienten más energía cuantas más personas hay alrededor, hay otras que esto les drena... Así que piensa cuál sería tu mejor opción. También recorre el gimnasio antes de pagar para saber si el ambiente que hay te hace sentir bien o si es demasiado tenso para ti.
-Higiene del gimnasio. ¿Están las instalaciones limpias? ¿Es espacioso? ¿Hay suciedad por el suelo? ¿Tienes suficiente espacio entre máquinas para no tener que aguantar el sudor o el olor del compañero de al lado? ¿Hay máquinas para comprar botellas de agua fresca? ¿Los baños y las duchas están limpias? Parecen pequeñas cosas pero son muy importantes tenerlas en cuenta.
-Cuidado de niños o ludoteca. Si tienes niños y quieres llevarlos contigo en las horas que hagas deporte, es buena idea que el gimnasio al que vayas tenga servicio de ludoteca. De esta manera tus hijos estarán bien atendidos y ocupados mientras tú puedes hacer ejercicio sin preocuparte mucho, ¡además podrás verlos siempre que quieras!
-Aparcamiento. Durante las horas punta es necesario no perder el tiempo buscando aparcamiento, por eso... ¡si tiene parking mucho mejor!