¿Alguna vez has escuchado que si no lo utilizas lo pierdes? Pues es más real de lo que te piensas. La atrofia por desuso es un tipo de atrofia o desgaste muscular que se refiere a una dominación del tamaño de los músculos en el cuerpo. La atrofia por desuso ocurre cuando un músculo ya no es tan activo como de costumbre. Cuando los músculos ya no están en uso, lentamente se vuelven más débiles. Finalmente, comienzan a encogerse. En algunos casos, la atrofia por desuso puede revertirse si los músculos vuelven a estar activos.
Resulta primordial que las personas sean conscientes de este hecho para que tengan un control más exhaustivo del movimiento de sus cuerpos. Solo de esta manera los músculos podrán estar más y mejor cuidados. La atrofia por desuso puede ser causada por la inmovilidad, como un brazo enyesado durante un largo período de tiempo. También puede ocurrir en algún grado si una persona deja de realizar sus actividades habituales, como caminar, salir en bici o correr.
Causas de la atrofia por desuso
La atrofia por desuso a menudo ocurre por no usar un músculo o por la desconexión de las señales nerviosas al músculo. La afección a menudo ocurre después de un período de reposo en cama después de un procedimiento quirúrgico importante, a personas con extremidades enyesadas o que se quedan postrados en cama debido a enfermedad o la edad.
La población de mayor edad está particularmente en riesgo de desarrollar atrofia por desuso, y más si tienen problemas en las articulaciones que hacen que tengan los movimientos aún más limitados o que sientan dolor al moverse.
Prevención y tratamiento de la atrofia por desuso
Las personas que hacen ejercicio regularmente o simplemente están activas diariamente permiten que sus músculos crezcan para satisfacer las necesidades del organismo. Sin embargo, la falta de uso de un músculo a menudo resulta en la descomposición del cuerpo; ya no desea ejercer la energía para moverse y expandirse. Por lo tanto , el músculo disminuye tanto en tamaño como en fuerza.
La atrofia muscular por desuso puede ser una afección temporal si los músculos no utilizados se ejercen adecuadamente después de sacar una extremidad del yeso o si una persona recuperó la fuerza suficiente para hacer ejercicio después de estar postrado en cama durante un período de tiempo.
Los médicos recomiendan que los pacientes que sufren de atrofia muscular por desuso hagan varios ejercicios que involucren al músculo y aumenten su actividad diaria. Los médicos a menudo comienzan con los pacientes con la actividad física normal, como simplemente levantarse, caminar, levantar y coger un poco de peso. Un régimen estricto de ejercicio diario puede "curar" o revertir la atrofia por desuso al proporcionar a los músculos la energía que necesitan para volver a crecer y estar en forma.
En casos severos de atrofia muscular por desuso, hay una pérdida permanente de fibras musculares esqueléticas. En estos casos, es posible que los médicos tengan que reemplazar el tejido muscular y recetar un plan de rehabilitación completo, y que la persona tarde más tiempo en tener una movilidad adecuada y tener los músculos en plenas condiciones.
La atrofia por desuso puede ser un efecto secundario de un dolor neuropráctico, que ocurre cuando los nervios del sistema nervioso central se dañan. Los nervios o el dolor neuropático, que es uno de los tipos más intensos de dolor crónico, pueden debilitarse y disminuir lentamente la calidad de vida.
Es muy importante que las personas sean conscientes de la importancia que tiene el movimiento en su vida, de la necesidad de tener que cuidar los músculos diariamente para que no se atrofien. No es necesario ser una persona mayor o padecer algún problema de salud para que ocurra, si tienes una vida sedentaria también te puede pasar, por lo que es necesario que, ¡te muevas a diario!