Poca gente lo sabe, pero existe una relación directa entre las bajas temperaturas y el dolor muscular. Es normal que con el frío mucha gente sufra diversas contracturas musculares, sobre todo en la zona del cuello y la espalda. Ello se debe a que la mayoría de las personas adoptan ciertas posturas forzadas del cuerpo con el fin de evitar que el frío entre en el mismo.
El encogerse y el contraer en exceso los músculos de la espalda dan lugar a tales contracturas. En el siguiente artículo te hablamos de la relación que existe entre el frío y los dolores musculares y qué hacer para mitigar dichas contracturas.
El dolor en el cuello
Una de las zonas del cuerpo que más sufre en invierno es el cuello. El frío provoca que la persona fuerce en exceso el cuello, lo que acaba por producir los citados dolores musculares. A ello hay que añadir el pasar demasiado tiempo en la misma posición sin moverse ya sea frente al ordenador o a la televisión.
El tema es más serio de lo que parece ya que si dichas contracturas no se tratan a tiempo, pueden llegar a extenderse a otras partes del cuerpo como es el caso de los brazos y llegar a causar fuertes dolores de cabeza. Todo se agrava mucho más en el caso de que la persona decida sentarse en el exterior, manteniendo la misma postura durante horas con unas temperaturas demasiado bajas.
La importancia de estirar los músculos
A la hora de poder evitar dichas contracturas musculares lo mejor que se puede hacer es prevenirlas mediante una serie actividades. Es aconsejable el realizar ciertos estiramientos en el cuello y en los brazos a casi a diario. A la hora de evitar los dolores musculares es clave el mover los músculos con cierta frecuencia.
No es recomendable el mantener una postura durante mucho tiempo. Por ello es bueno el levantarse cada ciertos minutos y andar con el fin de desentumecer los músculos de la espalda o del cuello. El estar sentado en la misma postura horas y horas frente al ordenador es el causante en la gran mayoría de los casos de los dolores en las cervicales y en el cuello.
Aplicar calor
En el caso de que el dolor de la espalda o del cuello sea evidente y no se haya podido prevenir, es importante el tratarlo lo más pronto posible para evitar que la cosa se pueda llegar a agravar. Aunque pueda parecer el único remedio a la hora de tratar una contractura de tipo muscular, hay otras alternativas mucho más saludables que la medicación.
Lo mejor ante ello es ponerse en manos de buen fisioterapeuta que sepa lo que hacer. Aparte del fisio, también es eficaz el aplicar algo de calor en la zona dolorida. . El calor ayuda a que la circulación de la sangre mejore y de esta manera se puedan reparar los tejidos dañados a causa de las malas posturas y de las bajas temperaturas.
El calor también es perfecto a la hora de relajar toda la musculatura y alivia los síntomas propios de las contracturas como es el caso de los dolores. El calor se puede aplicar de diferentes maneras ya sea mediante los famosos parches de calor o mediante saquitos de semillas que se calientan en el microondas.
En definitiva, el frío y las bajas temperaturas propias del invierno pueden llegar a causar diversos problemas musculares tanto en la zona del cuello como de la espalda. La posición de encogimiento tan típica en muchas personas para hacer frente al frío, puede dar lugar a diversas contracturas de tipo musculares. Lo mejor para evitar esto es corregir la postura y tratar el problema con la ayuda de un profesional.