La alimentación consciente debe ser un estilo de vida en tu día a día. La mayoría de personas comen en 'piloto automático' sin ser conscientes de lo que comen ni de cómo lo comen. Las personas suelen escoger los alimentos que ingieren casi de forma inconsciente. Quizá si te apetece helado coges la tarrina y comes hasta que ya no tienes ganas de más o tomas papas fritas de la bolsa hasta que ya no tienes más ganas, aunque después sea la hora de comer.
Las acciones que tomamos en cuanto a los alimentos que comemos, no tienen mucho que ver con nuestra conciencia y después, solemos arrepentirnos. Es necesario poner todos los sentidos en las elecciones de alimentos y todo cambiará en tu vida. A continuación vas a descubrir los beneficios de empezar a ser consciente en lo que comes.
Tendrás mejores decisiones
Estarás preparando a tu cerebro para tomar decisiones más sabias en cuanto a la comida que ingieras. Con el tiempo, tu cerebro comenzará a controlar mejor el funcionamiento ejecutivo. Tendrás más capacidad para planificar y elegir tener ganancias a largo plazo que disfrutar un puñado de chocolate en una fiesta para después lamentarte... ¡Y escogerás la opción más saludable!
Disfrutarás de alimentos saludables
Empezarás a darte cuenta que los alimentos saludables son los que más disfrutas antes, durante y después de consumirlos, y los productos procesados ya no formarán parte de tu cesta de la compra. Hay quienes no saben ni cómo sabe la lechuga porque empapan las 'ensaladas' con salsas de bote.
También hay quienes piensan que les gusta el yogur natural... pero compran la versión azucarada. En cambio, cuando se es consciente de lo que se come se empiezan a notar los sabores químicos y los grandes sabores de las zanahorias, por ejemplo. También te darás cuenta que no necesitas salsas para disfrutar de la ensalada,
Estarás más satisfecho con menos comida
Cuando eres consciente de lo que comes, podrás estar satisfecho con menos comida por lo que comerás menos cantidad y te sentirás mucho mejor. Podrás desacelerar y encontrar que menos es más, disfrutarás de los sabores y con la cantidad justa de ese alimento, no te hará falta nada más.
Tendrás digestiones menos pesadas
Además de tener digestiones menos pesadas, tampoco tendrás tanta hinchazón ni tampoco tantos gases. Cuanto más masticas más enzimas se liberan en la saliva y esto ayudará a que el proceso digestivo empiece más temprano, para que el estómago no tenga que trabajar tan duro y de este modo, que las digestiones sean menos pesadas.
Los atracones emocionales serán cosa del pasado
Al ser consciente de lo que comes, los atracones emocionales ya no tendrán cabida en tu vida. No comerás cuando tengas ansiedad, buscarás otras formas de controlar tu ansiedad o tu estrés y te darás cuenta de que puedes con ellos. Respirando profundamente o con técnicas de respiración conseguirás relajarte emocionalmente.
Dejarás de ser una persona que puede comer de forma compulsiva y las dietas milagrosas no volverán a tu mente nunca más. Serás una persona que se alimenta de forma consciente y que podrás saber qué comes y por qué lo comes en cada momento. Te darás cuenta de lo que realmente necesitas para estar saludable y que a veces, en lugar de comerte un bocadillo de chocolate, lo que realmente necesitas es pasear, hacer una siesta o escribir en tu diario.
Tendrás una mejor autoestima
Tu autoestima se verá fortalecida porque te darás cuenta de que tienes fuerza de voluntad suficiente para alimentarte bien y tomar decisiones correctas, no te sentirás culpable nunca más por lo que comes. Si tienes el hábito de obsesionarte con lo que comes y de juzgarte a ti mismo: " No debería comer esas galletas" o "¡No tengo fuerza de voluntad!"... Comer conscientemente te traerá paz alrededor de los alimentos y tu cuerpo. Podrás ser capaz de decirte a ti mismo: "No quiero comer esa galleta' o quizá, 'Saborearé un bocado de esa galleta y nada más'.