Antecedentes
Las cosquillas son la forma más antigua para estimular la risa en las personas de forma asegurada. Pero, en la Antigüedad no tenían precisamente esa finalidad. Si nos remontamos a la época de los Romanos, solían utilizar las cosquillas como método de tortura, al igual que en China y, según se comenta, en la época nazi. Al no producir risa sino todo lo contrario, llegaban a torturar de tal manera a las personas que podían llegar incluso a morir.
Pero hoy en día esto ya no sucede, las cosquillas tienen beneficios muy buenos en las personas. El principal es el hecho de que se generen relaciones sociales, ya que requieren necesariamente la presencia de otra persona que haga las cosquillas generando así cierto vínculo afectivo. No solo eso, también se liberan tensiones al sentir cosquillas, ya que la risa tiene esta función en el ser humano.
Reacciones
Por lo tanto, lo que podemos observar es que las cosquillas, lejos de ser una tortura, se le podría considerar una tortura placentera que además genera beneficios en la salud de las personas y en la relación que mantienen con los demás. Algo que provoca cierta duda es el hecho de que solo se sientan las cosquillas cuando las realiza otra persona, no cuando se las intenta provocar uno mismo. Esto se debe a que el cerebro no espera que le hagan cosquillas por lo que reacciona de una forma inesperada ante el tacto de la otra persona. Sin embargo, si nos las intentamos hacer a uno mismo el cerebro ya está anticipando lo que va a ocurrir y no va a reaccionar igual ante estas sensaciones.
Las áreas más sensibles a las cosquillas son las axilas y las plantas de los pies, así como, en menor medida, las costillas, el cuello, la barriga y la rodilla; debido a que éstas son zonas más delicadas.
Tipos de cosquillas
Existen dos tipos de cosquilleo distinto, por un lado está el llamado knismesis, que se produce ante un leve roce de la piel y que no hace reír, sino que produce cierto picor. Este tipo está compartido por muchos animales, y está asociado a cualquier sensación de alarma al contacto con cualquier elemento que pueda generar sensación de miedo. Por otro lado, tenemos el gargalesis, que se induce por alguien más y produce una risa incómoda. Esta se debe a la presión reiterativa sobre una misma zona, que pueden ser axilas, por ejemplo, y en ocasiones, puede llegar a ser muy molesto. Es propia de los primates y los hombres y no responde a una alerta como la knismesis, no depende del factor sorpresa.
Las cosquillas son la expresión de señales nerviosas que tienen relación con el tacto y el dolor. El organismo libera por medio de las cosquillas endorfinas, uno de los grandes beneficios de estas, y que genera felicidad en las personas.
Hay numerosas explicaciones psicológicas para las cosquillas, entre ellas que son un modo para establecer relaciones placenteras entre padres e hijos a través del contacto. Por otro lado, los hermanos lo utilizan a modo de tortura, por ello se denominan cosquillas-tortura. Los hermanos las emplean para expresar el dominio que siente el uno por el otro y se producen, sobre todo, en situaciones en las que hay celos entre hermanos.
Las cosquillas se utilizan como diversión la mayor parte del tiempo, pero tienen una finalidad desestresante muy buena tanto en padres como en hijos. Muchos psicólogos recomiendan a los padres que, tras un largo día de trabajo, al volver a casa hagan cosquillas a sus bebés o niños para producir una sensación anti- estrés y generar lazos de unión familiares.
Beneficios
Los bebés y los niños que reciben cosquillas obtienen numerosos beneficios. Se estimulan los sentidos del niño, colabora en su desarrollo cognitivo y mejora la capacidad de socialización de los más pequeños. Como ya hemos dicho anteriormente, también se refuerza el vínculo familiar al realizar cosquillas. Además, podemos ver nuevas formas de expresión en los bebés, así como estimular las terminaciones nerviosas. También se fortalece el sistema respiratorio e incluso, el músculo del corazón. Se transmite alegría y se tonifican los músculos. Y no solo esto, también fortalece el sistema inmune y genera confianza y bienestar.
Por edades
Para hacer que los beneficios se cumplan hay cosquillas para distintas edades. En el caso de los bebés se pueden realizar cosquillas suaves en el mentón, las mejillas, alrededor de la boca y en las plantas de los pies. Los pequeños reaccionan ante estos estímulos de sus padres con risas. Las cosquillas en los pies no solo tienen los beneficios mencionados anteriormente en bebés, sino que algunas madres acarician las plantas de sus bebés mientras les amamantan para que estén tranquilos pero que no se duerman.
A partir de los dos años, la espalda, las axilas, el estómago y los pies pasan a ser las zonas más sensibles a las cosquillas. Será en esta época en la que comiencen los juegos de cosquillas más abruptos generando grandes dosis de carcajadas en los niños.
Cuando se "juega a las cosquillas" con los hijos se debe tener en cuenta que deben estar comidos y descansados, ya que además se trata de un juego voluntario por el cual se liberan grandes dosis de endorfinas, también llamadas hormonas de la felicidad.
Las cosquillas se pueden utilizar como una forma de reconciliación. Al ser un acto íntimo y por el que se genera felicidad, si se ha producido una discusión entre hermanos, por ejemplo, pueden llegar a hacer las paces por medio de las cosquillas.
Por lo tanto, a la conclusión que se puede llegar por medio de este repaso a los beneficios de las cosquillas, es que son muy saludables, tanto para los adultos como para los más pequeños de la casa, por lo que si es algo que gusta de forma recíproca, hay que realizar para garantizar que se cumplan todos estos beneficios mencionados a lo largo del artículo.