Cada vez son más las mujeres que dedican más horas de sus vidas a cuidar su cuerpo y su salud. Ir varios días a la semana al gimnasio o cuidar la alimentación son rutinas que, poco a poco, se van introduciendo en las costumbres de muchas personas. Mantener al cuerpo en forma y ejercitar todos y cada uno de sus músculos son objetivos que muchas persiguen y para los cuales existe un alto nivel de compromiso con uno mismo.
De la misma forma que muchas mujeres cuidan sus glúteos y abdomen, también hay muchas otras que dejan totalmente olvidadas otras partes y otros músculos del cuerpo como pueden ser, por ejemplo, los músculos de la vagina. Ya sea por vergüenza o ignorancia, la zona pélvica de la mujer suele ser una zona que no se ejercita porque, por falsa creencia, muchas piensan que su salud no lo necesita o que esta área no necesita los mismos ejercicios que otras partes del cuerpo.
Los llamados ejercicios de Kegel son, como su propio nombre indica, una serie de ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos de la pelvis con el objetivo de no solo aumentar la sensación de placer durante el sexo sino también con el de evitar problemas como el de la incontinencia urinaria o el de facilitar el momento del parto. Las bolas chinas son un artilugio con el que se llevan a cabo este tipo de ejercicios y a continuación te explicamos qué son y qué beneficios aportan.
¿Qué son las bolas chinas?
Las bolas chinas son dos esferas cuyo tamaño puede variar según el modelo que están fabricadas a base de silicona y que se unen entre sí mediante un cordón hecho con el mismo material. A pesar de su nombre, su origen es japonés y dentro de estas primeras dos esferas se encuentran otras más pequeñas que rebotan por las paredes de la bola que las contiene.
Dicho rebote provocado por las esferas más pequeñas y también por la propia mujer al andar con ellas puestas produce una vibración que hace que los músculos y paredes de la vagina creen un movimiento de contracción involuntario. Este movimiento hace que, con el paso del tiempo, el tono muscular de la vagina se fortalezca y que aumente la circulación de la sangre en la zona. Las bolas chinas son un aparato que está diseñado con un fin ginecológico y beneficioso para la salud.
¿Cómo se utilizan?
Las bolas chinas solo surten efecto si las llevamos colocadas dentro de la vagina y si la mujer se mueve. De nada sirve introducirlas dentro del cuerpo si luego una se tira todo el día tirada en cama o en el sofá. Las vibraciones que producen las esferas solo se producen con el movimiento del cuerpo así que lo recomendable mientras se lleven puestas es caminar.
Si se quiere aumentar la dificultad, además de llevarlas introducidas en la vagina, se pueden llevar a cabo varios ejercicios de Kegel para incrementar todavía más los beneficios y resultados finales. Normalmente, lo idóneo es empezar manteniéndolas introducidas en la vagina un mínimo de 10 minutos por día para luego ir incrementando hasta llegar hasta las dos o tres horas. Es muy importante ser consciente de que la musculatura de la zona pélvica responde igual que la del resto del cuerpo así que, si una mujer no entrena durante horas el abdomen, tampoco lo querrá hacer con su vagina. Lo ideal será no sobreentrenar este músculo.
Beneficios del uso de bolas chinas
Como bien se decía anteriormente, es muy importante mantener en forma los músculos de la zona pélvica al igual que los del resto del cuerpo. Una musculatura sana en esta zona no solo servirá para aumentar la sensación de placer durante las relaciones sexuales debido a su tersura y tonicidad sino que, además, ayudará a mantener a raya a la vejiga y servirá de sujeción del útero e incluso de algunos órganos del sistema digestivo.
Dentro de los increíbles beneficios que aportan las bolas chinas están los mencionados anteriormente: al poseer una musculatura fuerte, durante el sexo las paredes de la vagina se contraen en mayor medida proporcionando un mayor placer tanto para la mujer como para el hombre. Utilizar las bolas chinas fortalecerá el músculo llamado músculo pubocoxígeo, siendo este el causante de las contracciones que dan lugar cuando se experimenta el orgasmo.
La fortaleza del principal músculo del suelo pélvico ayudará también a que la duración del parto sea menor y que el momento de parir sea menos doloroso. Al tener la musculatura entrenada en esta zona, los músculos se adaptan más a las contracciones y responden mejor a estas facilitando la labor de salida del bebé. Por otro lado, si la zona pélvica se mantiene fuerte, esta será capaz de soportar mejor el peso del bebé durante el embarazo.
Otro beneficio que aporta el uso de las bolas chinas es el hecho de que evita tales problemas como la incontinencia urinaria, sobre todo la que una mujer puede sufrir después del parto. En muchas ocasiones, después de dar a luz, los músculos de la zona pélvica se relajan o quedan flojos haciendo que todo aquello que sujetan, como la vejiga, también se afloje. Esta debilidad del músculo pubocoxígeo provoca las conocidas pérdidas de orina. Salvo que esta incontinencia tenga otra causa más grave, los ejercicios de Kegel y el uso de las bolas chinas son el perfecto remedio para este problema.
Precauciones
A pesar de que las bolas chinas no tienen apenas contraindicaciones, es muy importante mantener una buena higiene con ellas. Una vez utilizadas, lo ideal será limpiarlas y lavarlas con agua y jabón neutro que no contenga ningún tipo de perfume. Por otro lado, para evitar pequeños desgarros, lo recomendable antes de introducirlas en la vagina será lubricarlas bien con un lubricante de base acuosa para que la entrada en el cuerpo sea lo más fluída posible.
Por otro lado, no se recomienda el uso de las bolas chinas si se padece una infección vaginal o urinaria y tampoco si han pasado menos de 15 días después del parto. De cualquier manera, antes de utilizar las bolas chinas, lo ideal será preguntar al ginecólogo o al médico especialista ya que él aclarará cualquier duda y también ayudará a que el uso de este artilugio sea el mejor para la salud.