Si te pasas la vida quejándote tu vida irá mal, en cambio si te centras en una perspectiva positiva todo irá mucho mejor. Aunque en realidad es que las quejas pueden tener cierto beneficio oculto que no te harán mal, siempre y cuando sepas quejarte de la manera correcta.
El pensamiento positivo trae grandes beneficios, y una actitud alegre puede ser contagiosa de la manera más placentera. Un enfoque constante en lo negativo puede oscurecer muchas de las alegrías de la vida, puede amortiguar una actitud de gratitud y puede experimentarse como un "drenaje de energía" para otros.
Quejarse
Quejarse es un pasatiempo que puedes encontrarte en muchas personas... En realidad, puede aportar beneficios para aliviar el estrés, aunque si las quejas están acompañados de enfado y pensamientos obsesivos puede ser peor. Expresar frustraciones en pequeñas dosis, sin embargo, tiene su lugar como un calmante para el estrés y la mejora de la salud emocional. Estas son algunas de las razones por las que las personas suelen ser propensas a quejarse.
A veces las personas necesitan desahogar esos pensamientos de su mente para poder sentir el control o sentirse mejor con lo que les ocurre. Dejar salir estos pensamientos puede ayudar a aliviar la tensión interna que se siente cuando se atraviesa una situación difícil y nos ayuda a sentirnos preparados para poder enfrentar la siguiente frustración. En ocasiones, solo necesitamos desahogarnos para sentirnos bien.
La validación nos hace sentir mejor
A menudo, cuando nos sentimos frustrados o nos sentimos mal de alguna manera, sentir esa validación emocional de otro es como un bálsamo para el ego herido. Escuchar a alguien decir: "sé cómo te sientes, a mí también me haría sentir así" nos hace sentir bien, como si fuese un abrazo a nuestra salud emocional.
Cuando recibimos una rápida validación, como un niño que recibe un beso de sus madre, nos sentimos seguros para enfrentarnos mejor a los problemas.
Abordar problemas como un equipo
Cuando te quejas con otros pueden ayudarte a abordar los problemas y a unir fortalezas de varias personas a la vez. Quejarse a los demás sobre lo que te está molestando te abre a sus opiniones y quizás algunas soluciones que no habías pensado anteriormente. Las personas a menudo se dedican a quejarse como una forma de pedir ayuda.
Puede que necesitemos otra perspectiva
Cuando estamos demasiado cerca de una situación, es común ver solo nuestra propia perspectiva y ver los problemas que enfrentamos como magnificados y, a veces, distorsionados. A veces es útil decirle a un amigo de confianza a qué nos enfrentamos y ver si hay algo que no estamos viendo o si hay una manera diferente de ver la misma situación.
Si estamos abiertos a escuchar nuevos comentarios, puede ser muy útil salir de nuestro propio punto de vista y ver lo que otros piensan de nuestras quejas. A veces, mirar algo de una manera diferente puede disolver nuestra ira y frustraciones, o puede abrir nuevas soluciones y posibilidades para hacer frente.
Puede que necesitemos construir motivación
Algunas veces sabemos que necesitamos hacer un cambio, pero simplemente no estamos listos para asumir los riesgos y hacer el esfuerzo todavía. Necesitamos construir motivación. Centrarse en lo difícil de una situación puede ser una forma de generar motivación para hacer un cambio. Es parte del proceso para poder llegar hasta las metas.
Si te quejas puedes llegar a la acción
A veces, expresar las quejas es una forma de arreglar las cosas. Si te quejas a alguien que está en posición de hacer cambios, y si utilizas un enfoque diplomático, las quejas de esta manera pueden ser mucho más efectivas para aliviar el estrés que no decir nada, ya que el enfoque de "queja cortés" puede obtener resultados.
Sin embargo, las quejas también pueden ser perjudiciales. Cuando unas pocas sesiones de desahogo se convierten en un hábito continuo, o algunas personas que desahogan sus frustraciones se convierten en un grupo de quejas constantes, nos adentramos en un territorio que genera más estrés se convierte en algo tóxico... algo que debe evitarse para tener una buena salud emocional.