La biopsia corial se trata de tomar muestras de vellosidades coriales de la placenta, para detectar posibles malformaciones genéticas en el feto. Gracias a esta prueba se pueden detectar enfermedades como el Síndrome de Down o espina bífida entre otras.
Es una práctica que se práctica en nuestro país desde principios de los años 80, y que se realiza a mujeres embarazadas principalmente cuando los padres presentan algún tipo de enfermedad genética, o si han tenido un hijo anteriormente que presente alguna malformación, también cuando las mujeres se quedan embarazadas en una edad avanzada. Además también se deberá de hacer en el caso de que en la primera ecografía del primer trimestre de embarazo se haya observado alguna anomalía o si existe una discordancia de más de 1 semana entre gemelos. También sirve como un estudio genético si se han tenido abortos previamente, para ve qué es lo que está sucediendo.
Pero también existen otros muchos casos en los que no se recomienda la biopsia corial , ya que se puede poner en riesgo tanto la salud del feto como de la madre, y se trata de cuando la madre tiene enfermedades como el sida o hepatitis del tipo B o C. Aunque se deberá estudiar el caso a nivel individual, para saber qué es lo más beneficioso tanto para la madre como para el feto.
Tipos de procedimientos
Hay maneras diferentes de llevar a cabo la biopsia coarial, y puede ser de forma transabdominal, transcervical, o mediante jeringuilla, la utilización de un método u otro dependerá de la experiencia con la que cuente el ginecólogo.
La forma transabdominal consiste en una punción en la zona abdominal y mediante una ecografía determinar cual es mejor lugar para coger la muestra mediante unas pinzas. La manera transvaginal se efectúa en el cuello del útero y la vagina, y no hace falta realizar una punción como en la anterior.
Mediante una jeringuilla se trata de la extracción del corion se hace de cada una de las placentas de los fetos y solo tiene un porcentaje de error de 2%, por ello en el caso de fallo se deberá de realizar una amniocentesis o un estudio del líquido o un estudio del líquido amniótico.
La biopsia corial se suele realiza entre las semanas 10 y 14 de embarazo. Por vía transcervical, también se realiza entre las semanas 10 a 14 del embarazo o por vía transabdominal entre las semanas 11 a 14.
Cuando no realizar una biopsia corial
Como hemos dicho anteriormente, hay diversas circunstancias que hacen que una mujer no pueda someterse a dicha prueba a través de alguno de los procedimientos que hemos citado.
Por ejemplo en el caso de que se tenga una obstrucción en el canal vaginal o vaginismo no se podrá someter a una biopsia transcervical. En cambio si tienes interposición fetal o una gran flexión uterina no es recomendable que te sometas a una biopsia transabdominal.
Complicaciones
Es muy raro que una biopsia corial tenga complicaciones, pero no imposible, por eso en el caso de darse, las complicaciones que más comunes son durante este tipo de pruebas son el sangrado vaginal si la biopsia se hace por vía transcervical, también puede haber dolor abdominal si se hace por la vía transabdominal, debido a la punción.
Además de darse estás dos dolencias también puede darse el caso de que se rompan membranas prematuras y una infección por líquido amniótico, aunque el riesgo es tan solo de 1%. Actualmente el riesgo de aborto es muy pequeña ya que el equipo de médicos que se dedican a esto ha ido aumentando su experiencia. Posteriormente a la biopsia se recomienda reposo durante 1 o 2 días.