La médula ósea es un tejido que se encuentra en el interior de los huesos. Su principal función es la producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, todo ello células de la sangre. Consiste en la extracción de un trozo de ese tejido que se encuentra dentro de los huesos junto con una pequeña aspiración de sangre. Esto se realiza mediante una punción en la cadera, en la mayoría de los casos. A pesar de que las contraindicaciones y complicaciones son escasas, la técnica debe realizarse bajo supervisión médica especializada y con un máximo de asepsia. Los cuidados posteriores son esenciales para prevenir cualquier tipo de complicación. El análisis de la muestra en un laboratorio, ayudará a diagnosticar diferentes patologías hematológicas como pueden ser las leucemias.
¿Qué es una biopsia de médula ósea?
La médula ósea, también es conocida como tuétano. Es un tejido que se ubica en las cavidades medulares de los huesos largos, vértebras, costillas, esternón, huesos del cráneo, cintura escapular y pelvis. La médula tiene función hematopoyética. Esto significa que produce diariamente células de la sangre como son los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
La biopsia de médula ósea es la extracción de tejido blando del interior de los huesos. Ese tejido blando es la médula. Se utiliza para diagnosticar leucemias, infecciones, determinados tipos de anemia y otras enfermedades de la sangre. Otra de sus funciones, es ayudar a determinar si un cáncer se ha extendido o por el contrario está respondiendo adecuadamente al tratamiento. También ayudará en el diagnóstico de algunos procesos patológicos como: enfermedades autoinmunes, esclerosis múltiple y enfermedades degenerativas.
¿Cómo se realiza la toma de biopsia?
Previo a la realización de la biopsia, como en otras pruebas médicas, será necesario tomarte la constantes vitales (tensión arterial, frecuencia cardiaca y temperatura). Además de canalizarte una vía venosa para la administración de fármacos relajantes, analgesia u otro tipo de medicación que fuese necesaria durante el procedimiento. Lo habitual es que tengas que tumbarte boca abajo para la biopsia, aunque otras posiciones también son posibles.
La biopsia se toma generalmente en la cresta ilíaca (cadera), otro lugar común es el hueso del esternón (centro del pecho). Para que la técnica sea lo más estéril posible, se usará antiséptico, un líquido que eliminará los gérmenes de la piel para evitar infecciones posteriores, y se colocarán paños estériles alrededor de la zona de punción. Todo el material utilizado será estéril y de un solo uso. Para obtener la muestra el médico realiza una inserción con una aguja de biopsia hasta llegar al hueso. Una vez introducida la aguja de biopsia se continuará con la toma de muestras realizando diferentes movimientos rotatorios hasta obtener fragmentos de hueso. Al finalizar el procedimiento se aplica presión en el punto de punción hasta que deje de sangrar. Posteriormente se coloca una gasa y un apósito quirúrgico. La toma de biopsia extraída se envía al laboratorio. Los resultados tardarán unos días.
El dolor, uno de los principales inconvenientes de esta prueba
Se trata de una prueba dolorosa, debido a la punción y el tamaño de la aguja, principalmente. Al tratarse de un procedimiento doloroso, se administra anestesia local. En caso de niños o en pacientes que presenten una gran ansiedad o nerviosismo, puede administrarse una sedación más profunda. De todos modos, durante el procedimiento puede administrarse analgesia si el dolor es agudo, por lo que es importante que se le comunique al equipo sanitario si la prueba es muy molesta, ya que cualquier movimiento por parte del paciente dificultará la toma de la biopsia. Asimismo se puede mantener al paciente en una posición lo más cómoda posible respecto al dolor siempre y cuando no interfiera en la toma de la biopsia.
¿Cómo debo prepararme antes de la prueba?
El procedimiento dura no más de 30 minutos, generalmente entre 15 y 20. Una vez localizado el punto de punción, la extracción de la médula ósea tan solo necesita de un minuto. Principalmente el resto del tiempo se dedica a la localización exacta del punto de punción y a la preparación del material y de la zona.
En la mayoría de los casos no necesita de ingreso hospitalario como es el caso de otras pruebas médicas. En muchas ocasiones se realizará en la consulta o en una sala dedicada a tal fin. Aunque no es obligatorio, se recomienda ir acompañado pues posteriormente la persona puede sentirse dolorida o mareada, además de que no conviene conducir. No son necesarias las ayunas antes del procedimiento pero sí se recomienda evitar el consumo de café, alcohol y otras sustancias excitante tras el procedimiento, incluso el día previo si ya se conoce la fecha de la biopsia.
Aunque no es necesario tomar ningún medicamento previo a la biopsia sí que se debe comunicar al médico el tratamiento habitual. Si fuese necesario retirar durante algunos días alguno de los medicamentos él se lo hará saber con tiempo suficiente. Además es muy importante informar de posibles alergias.
La biopsia de médula ósea no está contraindicada en mujeres embarazadas ni durante la lactancia. Sin embargo, debe comunicarse al médico cualquiera de estas dos opciones por si alguno de los resultados pudiera salir alterado debido alguna de estas situaciones. Antes de la prueba el médico le informará de todos los riesgos y posibles complicaciones además de los cuidados que deberá tener posteriormente a la toma de la biopsia.
Posibles complicaciones
Las complicaciones son poco frecuentes, principalmente cabe destacar las infecciones por lo que se intenta realizar bajo la máxima asepsia posible. Hemorragias en el lugar de punción o por una técnica traumática debido a múltiples pinchazos para lograr llegar a la médula. Hematomas retroperitoneales, cuando se ha dañado algún vaso sanguíneo y fracturas de huesos en el caso de pacientes con osteoporosis. Se puede producir también daño durante la punción a estructuras cercanas al lugar del pinchazo.
Cuidados posteriores tras una biopsia de médula ósea
- Mantener el vendaje seco e intacto durante las primeras 24 horas. Puede ducharse pero no es recomendable el baño o sumergirse en agua durante una semana, ya sea piscina, mar, hidromasaje, bañeras...
- Igualmente es importante retirar el apósito tras la ducha o siempre que esté húmedo. Asegurarse que la zona de punción esté seca en todo momento. Cambie el apósito cada día durante dos o cuatro días.
- No se recomienda realizar ejercicio físico ni levantar peso durante las primeras 24 horas.
- Si presenta dolor puede tomar cualquier analgésico que habitualmente tome para el dolor.
- Si se realiza el procedimiento bajo sedación será necesario que alguien le lleve a casa y no podrá conducir en las próximas 24 horas.
- Si se siente mareado o presenta signos de infección, como: fiebre de más de 37°C, enrojecimiento en la zona de punción, calor, hinchazón, aumento del dolor, así como hemorragia, acuda al médico.