La bronquiolitis es una enfermedad que afecta al aparato respiratorio y que viene provocada por una infección que afecta a los bronquiolos. Esta infección hace que las vías respiratorias se inflamen en exceso provocando que el niño tenga serias dificultades a la hora de respirar. Dicha enfermedad suele afectar sobretodo a bebés de 5 y 6 meses de edad aunque se puede dar hasta los dos años de edad. Aunque se trata de una afección respiratoria de carácter leve, algunos bebés suelen padecer ciertas complicaciones que pueden agravar dicha enfermedad hasta el punto de requerir su hospitalización. La bronquiolitis se debe a una infección viral por lo que aumenta las probabilidades de que se adquiera en lugares como las guarderías. Estudios han demostrado que niños que han padecido bronquiolitis tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad de tipo respiratorio como es el caso del asma.
Síntomas de la bronquiolitis
En un principio los síntomas de la bronquiolitis se asemejan mucho a los de un resfriado o catarro. De esta forma el niño muestra una gran congestión en la nariz unido a un poco de tos y algo de fiebre. Con el paso de los días dichos síntomas suelen empeorar en relación con la tos y la presencia de unos silbidos a la hora de respirar.
Otro síntoma bastante claro de la bronquiolitis consiste en una pérdida de apetito lo que puede causar que el bebé pueda llegar a deshidratarse. Si la cosa empeora en exceso, el niño puede tener graves problemas a la hora de respirar. En tal caso es muy importante el acudir al pediatra de turno para que sea tratado rápidamente y la cosa no vaya a más.
Contagio de la bronquiolitis
El gran problema de la bronquiolitis es que es una infección vírica de fácil contagio. Es por ello que los bebés que acuden a la guardería tienen un riesgo bastante alto de contagio y de padecer tal afección respiratoria.
En el caso de que los padres tengan la mínima certeza de que su hijo pueda estar incubando tal enfermedad, es aconsejable el evitar llevarlo a la propia guardería.
Cómo prevenir la bronquiolitis
La mejor manera de evitar que dicho virus se contagie consiste en mantener una buena higiene y lavarse las manos frecuentemente. El humo del tabaco también es una de las vías de más fácil contagio de la citada bronquiolitis por lo que los bebés deben evitar estar expuestos al humo de dicho tabaco.
Duración de la bronquiolitis
Si el niño resulta contagiado por tal virus, dicha enfermedad suele durar unas dos semanas más o menos. En los casos más graves el niño puede estar tosiendo varias semanas. El pico de la enfermedad suele producirse un par de días desde que la tos se vuelve persistente y tiene serios problemas a la hora de respirar de una manera correcta.
Tratamiento
Por suerte, la mayoría de los casos de bronquiolitis no son muy graves por lo que necesita un tratamiento específico para conseguir que el niño se recupere de tal afección respiratoria. Si el bebé tiene problemas para respirar es aconsejable el acudir al médico para que se administre algún tipo de medicamento que le ayude a respirar mucho mejor.
La ingesta de líquidos es muy importante para combatir la posible deshidratación del bebé.
Otra forma de tratar la bronquiolitis es el de colocar un humidificador en la habitación del niño para que pueda respirar mucho mejor y aliviar la congestión. Otra manera de conseguir que el bebé pueda dormir mucho mejor consiste en levantar levemente el colchón para que de esta forma la congestión y la mucosidad no se acumule en exceso en las fosas nasales del niño.