Parecen dos cosas contradictorias: café y niños. En realidad hay niños que les gusta el sabor del café e incluso que lo toman, pero esto puede ser contraproducente para su salud. Como adulto te puede encantar el café pero los niños no son como los adultos y su organismo también difiere mucho. Según un estudio realizado en 2016 por el Boston Medical Center, el 15% de los niños pequeños consumen alrededor de 110 gramos de café diarios, ¡parece impensable! Pero está sucediendo.
El mismo estudio encontró que el 2'5% de los niños de un año tomaban café y que aumentaba a medida que van creciendo. Pero, ¿los niños deberían tomar café? La respuesta rápida es que no.
Por qué los niños pequeños toman café
Si no es en café es en forma de cafeína: chocolate, resfrescos... Aunque también hay familias que permiten que sus hijos tomen café porque no ven ninguna razón para excluir a los niños de la tradición adulta de tomar café cada día.
Además, los niños pequeños aprenden de sus padres y si papá y mamá toman café antes de salir al trabajo, ellos también quieren tomarlo antes de ir al cole. Tienen curiosidad por hacer el hábito diario que tienen sus padres y si los adultos se lo permiten, comienzan a tomar café a edades tempranas.
Efectos de tomar café en los niños
Los niños menores de 12 años no deberían tomar cafeína de ningún tipo. Algunos estudios han encontrado que el consumo de café y cafeína, junto con otros hábitos de estilo de vida, puede llevar a resultados negativos como:
- Depresión
- Irritación
- Deshidratación
- Molestias estomacales
- Dolores de cabeza
- Dificultad para dormir
- Nerviosismo
- Diabetes
- Obesidad
- Ansiedad
- Cambios en la presión sanguínea
- Taquicardia
- Dificultad de concentración
- Diarrea
- Vómitos
- Micción frecuente
Las dosis extremadamente altas de cafeína pueden causar tanto convulsiones como paros cardíacos, que pueden causar la muerte. Y, obviamente, los niños, especialmente los niños pequeños, corren más riesgo de experimentar resultados negativos para la salud de la cafeína, ya que tienen menos masa corporal y sus cuerpos no son tan adeptos a procesarla.
El mayor y más desconocido riesgo a considerar es que los científicos simplemente no saben cuáles son los efectos a largo plazo de la cafeína en un cerebro en desarrollo, especialmente en los años de los niños pequeños, cuando está ocurriendo tanto crecimiento y desarrollo. Puede ser evidente de inmediato que una taza de café en un niño de dos años hace que tenga mucha energía adicional, pero ¿qué le sucede al cerebro de un niño pequeño si él o ella está bebiendo esa misma taza de café todos los días durante años? Es difícil decir cuáles podrían ser las consecuencias a largo plazo, pero todo apunta a que no es nada bueno.
Qué se debe hacer
La tendencia al alza del consumo del café y la cafeína es necesario cortarlo de raíz y dejar de considerarlo como algo normal que no tiene riesgos. La cafeína es un potente estimulante y a pesar de su disponibilidad y uso generalizados, no debe tratarse como tal y mucho menos permitir que los niños pequeños lo consuman. La adicción a la cafeína sigue siendo una adicción.
¿Un sorbo de café significará toda una vida de consecuencias negativas para la salud de tu hijo? No, probablemente no. Pero un hábito diario de café o té podría ser algo que pueda dañar la salud del pequeño, puede tener un impacto negativo en su desarrollo. Solo tienes que hablar con tu médico para que te oriente sobre esto.
Aunque aún se necesita investigar más, si te estás preguntando cuándo podría ser la edad "más segura" para darle cafeína a tu hijo, la Asociación Americana de Pediatría sugiere que hay que esperar hasta los 12 años y luego limitar el consumo de cafeína de tu hijo a no más de 100 miligramos de cafeína al día. Pero si no le das, mucho mejor.