A diferencia de los cálculos renales de calcio más comunes, los cálculos de estruvita están formados por productos de desecho bacterianos durante una infección renal o del tracto urinario (ITU). Los cálculos de estruvita son más comunes en mujeres, bebés y ancianos, ya que estos individuos tienen más probabilidades de tener ITU.
La combinación de una piedra de estruvita con una infección urinaria es una condición muy grave. Si experimenta síntomas de cálculos renales o infección, es necesario acudir al médico inmediatamente porque las consecuencias pueden ser fatales.
A continuación vamos a explicarte cuáles son los síntomas de los cálculos de estruvita para que, en el caso que te vieras afectado por ellos, pudieras acudir a tu médico lo antes posible. Necesitarás un tratamiento inmediato no solo para aliviar los síntomas, si no también para evitar que existan consecuencias demasiado peligrosas para tu salud.
Fiebre, escalofríos y náuseas
Los cálculos de estruvita se forman a partir del magnesio y el amoníaco a través de la acción de las bacterias durante una infección renal o infección del tracto urinario. Los síntomas de los cálculos de estruvita reflejan los de tales infecciones e incluyen fiebre, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas. Si experimentas dolor abdominal con tales síntomas, tienes que hablar con un médico de inmediato ya que las infecciones renales son una afección médica grave.
Dolor abdominal
Los cálculos de estruvita se asocian típicamente con un dolor abdominal similar al ardor, similar al dolor de una infección renal o del tracto urinario. El dolor asociado con un cálculo de estruvita puede no ser punzante y de calambres como el dolor asociado con los cálculos de calcio. El dolor de los cálculos de estruvita tiende a ser menos localizado, sordo, ardoroso y doloroso, y es menos probable que surja en oleadas de dolor.
Sangre en la orina
Los cálculos de estruvita y una infección acompañante pueden dañar el revestimiento interno del tracto urinario y provocar la aparición de sangre en la orina. La presencia de una infección renal o del tracto urinario acompañante también puede hacer que la orina se vuelva turbia y adquiera un olor inusual.
Las infecciones renales son condiciones dañinas y potencialmente mortales. Se requiere un antibiótico para tratar la infección, mientras que un urocultivo ayuda a su médico a identificar el antibiótico adecuado para tratar la bacteria presente. Ante cualquier síntoma, acude a tu médico lo antes posible, ¡no esperes a que se te pase solo porque solo irán a peor los síntomas!