El cáncer de vejiga es uno de los más comunes en la población general y afecta en su mayoría a hombres por encima de los 50 años. De todos los casos en España de tumores, el 11% se corresponde al de vejiga en hombres (siendo el cuarto más frecuente) y el 2,4% en mujeres.
Como todos sabemos, la vejiga es el órgano responsable de almacenar la orina y nos ayuda a mantener la continencia, de manera que podemos vaciarla voluntariamente. La orina llega a la vejiga a través de los uréteres, después de que los riñones hayan filtrado la sangre. La pared de la vejiga está formada por capas y capas de células transicionales. Cuando el tumor se origina en estas células se llama carcinoma transicional y más del 90% de cánceres de vejiga son este tipo. Los otros dos tipos son el carcinoma escamoso y el adenocarcinoma.
Dependiendo de las capas afectadas por el tumor. Nos encontramos ante un carcinoma invasivo (cuando el tumor llega a sobrepasar la pared vesical) o no invasivo (si no llega a sobrepasar la pared).
Causas del cáncer de vejiga
No podemos hablar de las causas directas que producen un cáncer porque se desconocen. Es más conveniente hablar de factores de riesgo. Son aquellos que aumentan las posibilidades de desarrollar una enfermedad. Pero no son definitorios, es decir, una persona puede tener varios factores de riesgo y no llegar nunca a tener la enfermedad, mientras que otra puede no tener ninguno y si padecerla. El típico ejemplo es el fumador que defiende que su abuelo fumó hasta los 90 años y que nunca tuvo cáncer de pulmón. Muy bien, fumar no es la causa directa del cáncer de pulmón pero si aumenta muchísimo las posibilidades de tenerlo.
Una vez explicado esto, ¿cuáles son los factores de riesgo para el cáncer de vejiga?
- Tabaquismo : las posibilidades de tener cáncer de vejiga se multiplican por 2 cuando la persona es fumadora. Es debido a que las sustancias dañinas se filtran de la sangre al riñón y finalmente se acumulan en la vejiga mediante la orina. Estas sustancias dañarán las células transicionales que recubren la vejiga.
- Edad, raza y sexo : ser hombre de más de 50 años aumenta las posibilidades. Asimismo, las personas blancas son son más vulnerables a este tipo de tumor que otras razas, los motivos se desconocen.
- Exposición a las aminas aromáticas : la bendicina y la beta-naftilamina son sustancias utilizadas como colorantes que se han relacionado con el cáncer de vejiga. Por tanto, trabajar en fábricas que usen estos materiales podría ser un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad. Algunas factorías que utilizan estas sustancias son: fabricas textiles, productos derivados de goma, pinturas, tintas y cuero. Por tanto, las personas que trabajen con estos materiales tienen que tener especial cuidado. También los peluqueros (algunos tintes las utilizan) y pintores.
- Infecciones o irritaciones crónicas de la vejiga : se han relacionado con un aumento de la probabilidad de un tumor. También la bilharziasis (infección de parásitos que se introducen en la vejiga) se ha relacionado, aunque no es común en países desarrollados.
- Trastornos congénitos : cuando aun somos fetos nuestro ombligo y vejiga están unidos, suele desaparecer antes de nacer, pero hay veces en la que esta unión permanece. Si la pared abdominal y la vejiga no se cierran correctamente antes de nacer las personas con este problema tendrán una mayor probabilidad de sufrir irritaciones y cáncer de vejiga.
- Sustancias quimioterápicas : algunos medicamentos como el Cytoxan producen irritación de vejiga y son además un factor de riesgo. Se aconseja a los pacientes el consumo de mucho líquido para eliminar que las toxinas se acumulen.
- Genética : hay algunas mutaciones genéticas que se heredan de padres a hijos que hacen que sus cuerpos sean más torpes a la hora de eliminar toxinas, por lo que el riesgo es mayor.
- Haber sufrido un tumor uroterial anteriormente : si ya has tenido un cáncer de este tipo la aparición de un segundo tumor es mucho mayor, aunque se haya extirpado correctamente el primero. En este sentido, es importante un seguimiento.
Síntomas de un posible tumor
Algunos se pueden confundir con la cistitis, una vejiga agrandada o cálculos en el riñón... por eso es vital acudir al médico siempre, que te diagnostique y te proponga un tratamiento.
- Hematuria : es la aparición de sangre en la orina. Ocurre en el 70% de los casos y el color de la orina es variable. Asimismo, que tenga mayor o menor cantidad generalmente no es proporcional al tamaño del tumor. Además, la sangre en la orina puede ser debido a otras causas (cálculos, infección de orina, etc). De todos modos, para salir de dudas lo mejor es ir al médico.
- Irritación al miccionar : algunos síntomas son parecidos a la cistitis. Tener ganas de orinar pero no poder hacerlo (o si pero muy poco), ir al baño frecuentemente, dolor al orinar, pérdida de la fuerza en el chorro...
- Otros síntomas no relacionados con la orina : menos apetito y consecuentemente pérdida de peso. También es habitual notar dolor en la espalda y huesos en general.
Buscando el tratamiento adecuado
El tratamiento del cáncer de vejiga tiene que ser multidisplinar y no es el mismo para todas las personas. Hay que adaptarlo según cada uno. Las cuestiones principales son: el tipo de cáncer de vejiga, la etapa en la que se encuentra, el grado de afectación de las células y si el tumor se ha propagado más allá de la vejiga. Además de esto hay que tener en cuenta otros factores como: riesgos, efectos secundarios, edad, salud global de la persona, etc. También es aconsejable pedir una segunda opinión.
Principales tratamientos de elección:
- Cirugía. Después de un estudio preoperatorio se informa al paciente de todo lo relativo a la intervención: técnica que se empleará, que riesgos existen, los efectos secundarios o secuelas... Las dos técnicas existentes son: La resección transuteral, que es la extirpación de pequeños trozos de la pared vesical, y la cistectomía: consiste en extirpar la vejiga de manera parcial o en su totalidad.
- Radioterapia : el tumor es destruido empleando radiación, el tipo de radioterapia más común es la de rayos externos, mediante el uso de máquinas de radiacción.
- Quimioterapia : consiste en la administración de medicamentos para eliminar las células cancerosas. Se puede usar sola o combinada con otros tratamientos. Por ejemplo, puede utilizarse antes de una intervención quirúrgica para empequeñecer el tumor. O después de la intervención o una radioterapia para evitar que el tumor reaparezca en el futuro (ya que pudo haber quedado alguna célula cancerosa).
- Inmunoterapia : se estimula al propio sistema inmune para que ataque las células cancerosas mediante la administración de fármacos directamente a la vejiga.
¿Podemos prevenir el cáncer de vejiga?
No podemos prevenirlo al 100% pero podemos reducir las posibilidades de que aparezca. Algunos consejos son:
- Dieta rica en vegetales : el consumo de frutas y verduras tienen un efecto protector frente a varios tipos de cánceres.
- Beber e hidratarse bien.
- No fumar.
- Evitar exponerse a las aminas aromáticas (arriba están expuestos los trabajos que usualmente las emplean).