Si esta mañana te levantaste cansado es probable que lo primero que pensaste fue que por la noche te acostarás más temprano, así podrás recuperar tu descanso. Crees que al dormir unas horas extra te despertarás renovado a la mañana siguiente. Pero, ¿es verdad que dormir más significa dormir mejor? ¿Calidad o cantidad?
Es posible que puedas recordar alguna vez que dormiste 5 horas de sueño pero te sentirse con energía y productivo, y que en otras ocasiones que te acostaste más temprano y dormiste más tiempo te despertaste con una sensación de no haber descansado apenas nada. Esto ocurre porque dormir bien es más complicado que dormir más horas. ¿Es la cantidad o calidad del sueño lo que te afecta más?
Dormir más, ¿es mejor?
Muchas personas creen que dormir más es mejor. Los bebés pueden llegar a dormir de 14 a 16 horas cada día, los adolescentes necesitan entre 8 y 10 horas de descanso. Los adultos podemos funcionar bien con un descanso de entre 7 y 9 horas. Aquí es donde empieza la mentalidad que 'más es mejor', pero no tiene que ser así exactamente.
La ciencia dice que no necesitamos dormir más para sobrevivir, que cuando se descansa realmente el cuerpo sana y se recarga, descansando es la única manera de que puedas sentirte con energía al despertar. Piénsalo de otra manera: tu teléfono no tiene batería y no importa el tiempo que lo pongas a cargar, no podrá recargar más que el 100% de su capacidad, no almacena más energía. Tu cuerpo funciona igual. Necesita descansar, pero dormir más no le proporciona un suministro extra de energía.
En el pasado , los estudios del sueño se basaban en la cantidad de horas que las personas necesitan para dormir, de cuántas horas son necesarias para mantener el cuerpo y la mente en condiciones óptimas. Finalmente, los estudios en personas con deficiencias de sueño muestran que tienen una calidad de vida más baja y más pobre que las personas con un sueño adecuado. Un cerebro privado de sueño puede comportarse como un cerebro intoxicado, mostrar problemas cognitivos a la largo plazo y también problemas emocionales.
Entonces, si nos han dicho que es importante descansar más, ¿realmente es bueno dormir mucho? Es probable que alguna vez te hayas despertado de la siesta sintiéndote muy mal tanto física como emocionalmente. Incluso, las personas que más duermen también pueden mostrar más problemas de depresión, dolor, mayor riesgo de ataque al corazón, accidentes cardiovasculares o deterioro de la función cognitiva.
Si duermes más horas de las que necesitas puede hacer que te sientas cansado e incluso más lento de lo normal. A la larga perjudicará la calidad de tu sueño y no te sentirás bien. Las personas que piensan que pueden compensar el sueño perdido durante la semana en los fines de semana, están saboteando el poder tener un descanso real.
Cómo duermes es más importante que cuánto duermes
Está claro que se necesitan unas horas razonables de sueño para poder sentirte descansado, esto no se puede discutir. La cantidad de sueño es solo una parte de lo que se necesita, pero el cómo duermes es lo más importante al fin y al cabo. Sentirse renovado después del sueño tiene mucho que ver con tu ciclo REM. REM significa 'Rapid Eye Movement', o lo que es lo mismo: movimiento ocular rápido. Generalmente, llega al primer ciclo del sueño entre los 10 y 90 minutos después de cerrar los ojos, y después se tienen fases REM cada 90 o 120 minutos hasta que despiertas.
La calidad es la clave
Una de las formas de que te despiertes por la mañana asegurándote que estás descansado es teniendo las mayores fases REM posibles. Lo que haces justo antes de ir a dormir también es importante. Las actividades que le dan a tu cerebro la oportunidad de entrar en el sueño REM con la mayor frecuencia posible son las mejores para ti. Por ejemplo, si tienes un bebé es bastante complicado que puedas dormir bien, ya que las madres y padres con bebés suelen tener patrones del sueño similares a las personas que padecen trastornos del sueño, como por ejemplo, la apena del sueño.
Una madre no descansa bien porque se despierta varias veces a lo largo de la noche y no entran en la fase REM (se tarda entre 1 hora y media y 2 horas para completar un ciclo de sueño y la fase REM se llega al final de este ciclo). Si esta posibilidad para tener un sueño reparador, las madres con bebés se sienten exhaustas.
El buen sueño es mejor salud
Dos estudios evaluaron cómo la calidad y la cantidad del sueño afectaron la salud y el bienestar de los estudiantes universitarios. Los estudios concluyeron que la calidad del sueño era un mejor pronosticador para una vida sana y feliz y un mejor bienestar que la cantidad de sueño. En los estudios, los sujetos durmieron durante un promedio de 7 horas por noche. Las personas que informaron haber experimentado un sueño de mayor calidad pudieron sentirse más satisfechas con sus vidas, experimentaron menos ansiedad y redujeron los sentimientos de depresión, fatiga, confusión e ira en comparación con las personas que informaron altas cantidades de sueño de baja calidad.
El sueño que sientes cuando te acuestas también puede afectar la calidad de tu sueño. Cuanto más cansado te sientas cuando sea hora de meterte en la cama, es más probable que tengas una noche de sueño reparador.
Por tanto, la calidad siempre triunfa ante la cantidad
Por tanto, queda claro que la calidad supera a la cantidad para poder tener un buen descanso nocturno. Es mejor dormir 6 horas de alta calidad que 8 horas con un descanso mediocre. Es por esto que muchas personas necesitan menos horas para estar bien y tener una buena energía.
Las personas que pueden tener un sueño reparador con más frecuencia o pueden alcanzar la fase REM más rápidamente se sentirán más descansadas. Sin embargo, esto no es algo que todos puedan conseguir tan fácilmente. La mayoría de nosotros necesitamos de 7 a 9 horas de sueño ininterrumpido para poder estar descansados y sentirnos con energía por la mañana.