Los sueños siempre han fascinado a pensadores y filósofos. En realidad, para muchos, los sueños son mucho más que sueños y por este motivo, siempre pueden ser causa de estudio. A pesar de esto, no fue hasta hace relativamente poco en la historia que los sueños no eran controvertidos y no era un tema de estudio científico serio porque no se les daba la importancia que realmente merecían.
Después de algunos estudios, después de 1988 y gracias al investigador J. Allan Hobson, se pudo identificar cinco características básicas que todos los sueños tienen.
Emociones intensas
Algunos sueños pueden hacer que sientas emociones realmente interesas, dolorosas y realmente agudas. La gente suele decir que sueña con situaciones profundamente vergonzosas como estar desnudo o usar el baño en público, o eventos profundamente aterradores como ser perseguido por un atacante o vivir la muerte de un ser querido.
En algunos casos, estas emociones pueden llegar a ser tan intensas que interrumpen el sueño o hacen que el soñador se despierte abruptamente. Las tres emociones más comunes que se intensifican con los sueños son la ansiedad, tristeza, miedo y sorpresa.
Son desorganizados e ilógicos
Los sueños no parecen que sean lógicos, de hecho, son bastante caóticos y cuando se intentan recordar no se encuentra continuidad ninguna. Por este motivo, el sueño puede ser completamente extraño cuando se intenta narrar lo que se recuerda del mismo.
A menudo no tienen sentido y no tienen ninguna ley natural relacionada con el tiempo, el lugar o las personas. Simplemente son diferentes "cortos" de la mente que pueden saltar de uno a otro sin sentido ni lógica. La mente simplemente sigue funcionando... En un sueño puede volar, viajar en el tiempo, hablar con personas que ya están fallecidas, combinar en situaciones diferentes personas de tu vida que nada tienen que ver unas con otras, transformarte en otras personas o animales, etc.
Aceptas el contenido del sueño, sea el que sea
Lo que se sueña son cosas extrañas pero los soñadores suelen aceptar lo que pasa por su mente sin cuestionarse por qué han soñado una cosa u otra. Es una aceptación incondicional del contenido de los sueños y ocurre por las percepciones generadas internamente y por las emociones sentidas en el sueño.
Dentro del sueño las cosas que ocurren en la mente son percibidos como cosas fuera de lugar. Si se recuerda un sueño al despertar, es muy complicado recordarlo bien o intentar explicarlo. Se requiere un esfuerzo mental adicional para poder hacerlo, y a pesar de esto, nunca se recordará el 100% de todo lo soñado.
Se pueden experimentar sensaciones extrañas
Hay personas que viven extrañas experiencias sensoriales cuando están durmiendo. Pueden sentir caídas, incapacidad de moverse o la incapacidad de controlar los movimientos corporales a pesar de estar despiertos (parálisis del sueño). Esto es bastante común en las personas y aunque suelen tener una explicación física las personas no saben por qué les ocurre hasta que lo hablan con un médico.
Son difíciles de recordar
Como hemos apuntado más arriba, los sueños son difíciles de recordar y se requiere un esfuerzo adicional para poder conseguirlo. Es un desafío para la memoria porque requiere recordar algo absolutamente abstracto y desorganizado. Además, el acceso a la información contenida en el sueño disminuye rápidamente una vez que el soñador despierta. El 95% de todo lo soñado se olvida al despertar, así que si crees que has recodado todo el sueño, solo habrás conseguido recordar el 5% del mismo.
Las características de los sueños y los objetos de los sueños pueden ser de una naturaleza cotidiana o, en general, fantásticos e imposibles collages de la realidad existente; pueden comportarse normalmente o realizar las acciones más absurdas, improbables o imposibles en entornos familiares o que solo tengan un parecido mínimo con los de la vida real... Pero hay algo que sí se sabe: dormir y soñar es fundamental para tu salud física y mental.