Muchas veces sentimos los dedos fríos o incluso las manos y no le damos mayor importancia. Hay ocasiones en las que puede deberse únicamente al tiempo meteorológico y no habrá de qué preocuparte, pero en otras, y sobre todo si persiste y no tiene una causa aparente, es posible que haya detrás una razón médica que haga necesario acudir a un especialista. Al igual que con otros síntomas, siempre no encajen dentro del normal funcionamiento de nuestro organismo será necesario que nos mire algún médico para descartar cualquier tipo de problema o ponernos en tratamiento.
Causas de los dedos fríos.
1. Síndrome de Raynaud. Se trata de una enfermedad que bloquea el flujo sanguíneo que va hasta los dedos. Se producen espasmos vasculares que causan la sensación de dedos fríos. Suele darse en mujeres jóvenes o personas mayores de 30 años sin distinción de sexo. Son pequeños episodios en los que las manos y los pies se ponen de color azul por la falta de riego sanguíneo, pasando a ser rojas cuando la sangre ya vuelve a fluir por ellas.
2. Problemas de circulación. Los problemas circulatorios también suponen una causa de dedos fríos porque del flujo sanguíneo que estos reciban dependerá la temperatura que tengan. Las extremidades son las últimas partes del cuerpo a las que llega la sangre y, por deducción, los dedos los últimos en recibirla. Si el flujo se ve entorpecido por alguna razón que obstruye las vías y no llega como debe a su destino, los dedos adquieren un color azulado. Si el problema circulatorio es leve sentiremos un pequeño hormigueo que con masajear las manos una contra otra bastará para que la circulación vuelva a su ser. En los casos más graves, la única opción siempre debe ser acudir al médico.
3. Hipotiroidismo. El hipotiroidismo es una alteración de la glándula tiroides que hace que la hormona se segregue en bajas cantidades. Esto hace que nuestro organismo se ralentice y con él el flujo sanguíneo. Uno de los síntomas es la permanente sensación de dedos fríos en nuestras extremidades. Para frenar esta sensación habrá que acudir al médico para que nos explique qué hacer. Normalmente, el hipotiroidismo se frena cuidando la alimentación y subiendo los niveles de yodo de nuestro cuerpo.
4. Anemia. Cuando los niveles de hierro disminuyen en nuestro cuerpo, se produce una menor producción de glóbulos rojos sanos, por lo que la calidad de nuestra sangre disminuye. Estos son los encargados de transportar, a través de la sangre, el oxígeno a todas las partes del cuerpo. Entre sus síntomas se encuentra la sensación de dedos fríos por la deficiencia de la sangra que les llega a través de los distintos conductos. Normalmente, en los casos más leves, una dieta rica en aquellos nutrientes que tenemos en niveles bajos bastará.
5. Estrés. Cuando tenemos algún problema que nos agobia u ocupamos nuestra vida con más actividades de las que somos capaces de realizar, nos estresamos y nuestro cuerpo lo nota. Cuando sentimos nervios, miedo o ansiedad, nuestro sistema nervioso se desequilibra. Esto produce los conductos sanguíneos se tensen y la sangre no fluya correctamente hasta los dedos haciendo que su temperatura baje.
6. Diabetes. Es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que nuestro cuerpo necesita. Por ello, los niveles de glucosa en sangre se ven alterados. Entre los diversos síntomas que esta enfermedad produce están los problemas circulatorios, la descompensación de la glándula tiroides y los problemas con la presión sanguínea. La suma de estos tres síntomas hará que los dedos de las extremidades no reciban el flujo sanguíneo necesario para mantener la temperatura necesaria para no tener sensación de dedos fríos.