Causas que te provocan dolor de cabeza

Uno de los dolores que más nos acompaña en nuestra vida cotidiana es el dolor de cabeza. Este se puede definir como una molestia en esa zona de nuestro cuerpo y puede durar un corto periodo de tiempo o prolongarse durante más horas. Si ocurre la ultima opción, quizás debas plantearte cambiar algunos hábitos en tu día a día que puedan estar provocando ese problema, ya que es preferible esa opción a la de seguir medicándose para aliviar el dolor.

También debes saber que hay muchas causas posibles que pueden provocar el dolor de cabeza y que también hay diferentes tipos dependiendo de la zona en la que aparezca dicha molestia. Entre esos diversos factores puede estar el estrés, el cansancio o la ansiedad. Desde Bekia te contamos cuáles son las causas más probables y qué tipos existen y cómo reconocer e identificar el dolor.

Causas del dolor de cabeza

Como hemos señalado ya, el estrés, la ansiedad o la preocupación pueden estar directamente relacionadas con el dolor de cabeza. En este sentido, la principal causa del problema es la tensión muscular, tanto en la zona de los hombros, del cuello o de la mandíbula. Por tanto, al cargarse demasiado una zona del cuerpo puede producir que el dolor de extienda hacia la cabeza.

Uno de los dolores que más nos acompaña en nuestra vida cotidiana es el dolor de cabeza

El cansancio también puede provocarte este mal. Por tanto, es importante que cumplas con las horas de sueño recomendadas y necesarias, pues una mala noche en la que duermas poco tiempo va a provocar que tu cuerpo no descanse y aparezca ese dolor. En este sentido, cuando queremos mantenernos despiertos solemos recurrir a las bebidas estimulantes, como el café o la coca cola. Ingerir excesivamente estos líquidos puede también ser una causa del dolor de cabeza.

Otra causa que puede provocar el dolor de cabeza es el calor. Esto ocurre sobre todo en verano, cuando hay una sensación de sofoco por las altas temperaturas. Lo que se va a producir es una leve deshidratación que conlleva una dilatación de los vasos sanguíneos cerebrales y, por tanto, dolor de cabeza.

Los problemas de visión van a provocar que fuerces la vista, sobre todo si no utilizas gafas, y también puede derivar en molestias en la cabeza. Además, algunas enfermedades, como la sinusitis, rinitis, gripe s y resfriados favorecen que sea más fácil la aparición del dolor.

La cefalea tensional

Como hemos señalado, hay diferentes tipos de dolor de cabeza dependiendo de la zona que se vea afectada por dicho malestar. En primer lugar vamos a hablar de l a cefalea tensional, ya que se trata de la más común. Esta tiende a aparecer en la parte superior de la cabeza o en las sienes, a los dos lados de la misma y esto será lo que te haga reconocerla.

Sin embargo, hay más indicios que te van a indicar que se trata de cefalea tensional. Precisamente vas a notar un dolor punzante en las zonas indicadas de la cabeza, como si te hubieras atado una cinta a la cabeza y estuviera apretando. Además, vas a notar como te tira la zona de los hombros y del cuello, pues es muy posible que la contractura muscular haya provocado este dolor.

Por último, debes saber que tienes cefalea tensional puedes volverte más sensible a la luz o al ruido, es decir, tendrás aversión hacia ellos.

Cefalea migrañosa

Este tipo de dolor de cabeza es menos frecuente pero más molesto y doloroso. Se manifiesta mediante pinchazos a un lado de la cabeza que va a ser punzante, palpitante o pulsátil. Además, es posible que el dolor se extienda a ambos lados.

Cuando tenemos una migraña nos daremos cuenta porque se va a manifestar con más síntomas, como cambios en la visión, sensibilidad al ruido y la luz e, incluso, náuseas. Esto quiere decir que se manifiesta con un "aurea", es decir, precedida por estas alteraciones. Si te ocurre esto, lo más practico es tumbarse en la cama, en un cuarto a oscuras y sin ruido.

Las migrañas pueden prolongarse durante un largo periodo de tiempo de incluso días. Aunque si esto te pasara deberías acudir al médico. Debes saber que algunos desencadenantes de este tipo de dolor de cabeza son alimentos como el chocolate o algunos quesos. También influye negativamente el alcohol, la falta de sueño y la abstinencia de cafeína.

Cefalea en racimos

Hay un tercer tipo de dolor de cabeza y es la cefalea en racimos. Las molestias las vas a notar en torno a un ojo, es decir, en la zona de delante de la cabeza. Una de las causas que puede provocar esto es la liberación súbita de hormonas, aunque no esta claro.

Normalmente, reconocerás este dolor porque comienza en la zona frontal, es decir, en la frente, y va bajando hasta llegar a la zona del ojo. Incluso puede provocar lagrime y goteo nasal al estar tan cerca de esa parte.

Si el dolor persiste durante días, es imprescindible acudir al especialista

Otros tipos de dolor

Aunque estos tres son los mas habituales, hay otras maneras en las que se manifiesta el dolor de cabeza. Por ejemplo, la cefalea en brotes suele provocar un dolor agudo y bastante doloroso. Incluso puede darse varias veces al día y durante un tiempo prolongado, aunque también puede estar sin aparecer meses.

Uno que también esta muy relacionado con la cefalea en racimos es la sinusal, que también se manifiesta en la zona frontal y de la cara. Esto se debe a la inflamación en los conductos de los senos paranasales.

Cómo aliviar el dolor de cabeza

Por normal general, el dolor de cabeza tiende a desaparecer solo o con la ingesta de un analgésico que nos haya recetado siempre nuestro medico. Sin embargo, si el dolor persiste durante días, es imprescindible acudir al especialista para que valore de que deriva es dolor y cuál es el tratamiento adecuado e indicado para ello.

Si el dolor de cabeza aparece y el analgésico no lo ha remediado, te aconsejamos también que coloques compresas de agua fría en la cabeza, en la frente o en la nuca porque de esa manera con la constricción de los vasos sanguíneos cerebrales podrás aliviar el dolor y será un remedio contra el dolor de cabeza. Además, cuando se produce este malestar, lo más recomendable es quedarse en cualquier sitio en el que se pueda estar relajado y tranquilo, para descansar y hacer que desaparezca el dolor de cabeza.