A veces, estamos siguiendo una dieta sana y equilibrada, pero aún así tenemos una mala digestión. Puede que seamos conscientes de este problema, porque notamos el estómago hinchado después de comer, tenemos dolencias abdominales, ardor de estómago con una sensación de quemazón en el pecho o bien debemos ir al baño más a menudo de lo que deberíamos.
Las causas de una mala digestión pueden ser muy diversas, por lo que es muy importante que te dirijas a tu profesional de la salud, ya bien sea el médico de cabecera o el digestólogo si tienes malas digestiones a menudo. Los dolores y molestias descritos anteriormente pueden estar relacionados con otras enfermedades más graves, como el colón irritable, una gastroenteritis, alergias, intolerancias o síndromes estomacales que requieren incluso de una intervención quirúrgica. Por eso, la mejor manera de determinar seguro qué te sucede es que el médico pueda examinarte y recomendarte el mejor tratamiento para que puedas mejorar tu digestión y puedas cuidar de tu salud como te mereces.
Así pues, las causas de una mala digestión pueden ser muy diversas. Descubre cuáles son algunas de las más comunes y qué puedes hacer para prevenirlas, en la manera de lo posible.
Una de las posibles causas de una mala digestión es que hayas comido más de lo que deberíasComer en exceso
Una de las posibles causas de una mala digestión es que hayas comido más de lo que deberías. Si hace mucho calor, como en verano, es posible que no te apetezca comer tanto y quizás sea más recomendable que tomes ensaladas y platos fríos. Los cocidos o las sopas puede que te caigan peor en el estómago y hagan que tu digestión sea más pesada. Intenta no acostarte tampoco justo después de comer, en cualquier época del año, ya que esto podría propiciar también que tu digestión fuese más pesada y tuvieses ardor de estómago u otras dolencias relacionadas con una mala digestión.
Alergias o intolerancias
Es posible que tengas alguna intolerancia o alergia a algún alimento y que no lo sepas. Cuando el grado de alergia o intolerancia no es muy alto, es posible que uno de los efectos que tu cuerpo tenga tras comer este alimento sea el dolor de barriga, que se te hinche el abdomen o bien que debas acudir al baño a hacer deposiciones, incluso líquidas, con más asiduidad.
En estos casos, lo más recomendable es que te dirijas a un profesional de la salud. Tras estudiar tu caso podrá determinar si necesitas hacerte las pruebas de alergia o intolerancia y así ver si realmente tienes alguna de estas dos dolencias. De este modo podrías evitar el consumo de los alimentos que te producen una mala digestión y evitar todas estas dolencias y molestias que puedan estar ocasionándole a tu salud.
El estrés y la ansiedad
Muchas personas todavía no son conscientes de la importancia que tiene nuestro estado mental sobre nuestro cuerpo, sobre todo en el estómago. Aquellos que sean muy nerviosos es probable que suelan sufrir más dolores estomacales y digestivos que el resto, por lo que es muy importante aprender a relajarse. De este modo conseguirás evitar muchos de los dolores de estómago que puedas haber padecido en el pasado y la mala digestión.
Los nervios y la ansiedad pueden hacer que te sienten mal comidas que nunca te habían sentado mal antesLos nervios y la ansiedad pueden hacer que te sienten mal comidas que nunca te habían sentado mal antes. Recuerda que debe ser el médico solamente quien determine si realmente tu mala digestión está causada por los nervios, ya que podría ser por otra causa y ser demasiado tarde cuando el médico te la pueda tratar si no le visitas antes. En el caso de que tu mala digestión sea causada por los nervios o la ansiedad deberías aprender a hacer ejercicios de relajación y a tranquilizarte, para poder mejorar así el estado de tus digestiones y tu salud en general.
Evitar comidas procesadas, fritas y con un alto contenido graso
Finalmente, otro de los principales causantes de una mala digestión suele ser una mala alimentación. El abuso de alimentos ultra-procesados, fritos, de restaurantes de comida rápida o con un alto contenido en azúcar añadido o grasas saturadas, como los refrescos, la bollería industrial, etcétera, pueden contribuir a una mala digestión. Por eso, deberás limitar el consumo de estos alimentos a días puntuales y centrarte en tener una alimentación sana y equilibrada, comiendo al menos cinco piezas de fruta y verdura al día, combinándolo con carbohidratos, proteínas y alimentos ricos en hierro y calcio, además de hidratarte con un litro y medio, al menos, de agua diario.
Cuidando de tu alimentación cuidarás de tu figura, además de tu estado de salud físico y mental. El efecto que tiene una dieta sana y equilibrada en nuestro cuerpo y nuestra mente es mucho más grande del que te imaginas. Combina esta buena alimentación con la realización de ejercicio de manera regular, andando media hora al día como mínimo y yendo al gimnasio unos tres días a la semana. De esta manera mejorarás tu estado de ánimo, te sentirás más fuerte y energético y evitarás tener una mala digestión, en la medida de lo posible.
