La medicina no considera el dolor de barriga como una enfermedad en si misma, ya que cuando aparece normalmente es formando parte de otros síntomas o es temporal. Sin embargo, aunque no es grave ni mucho menos, es una molestia para aquellas personas que lo sufren, llegando en ocasiones a impedirnos hacer otras actividades.
El dolor de barriga puede ser localizado en una zona determinada o puede ser difuso, sin que la persona sepa exactamente donde está el foco. También puede aparecer repentinamente y durar poco o ser habitual y durar más tiempo.
Causas del dolor de barriga
El dolor de barriga puede darse por si solo o ir acompañando a otros síntomas. Los síntomas más comunes que acompañan a estos dolores son:
- Diarreas.
- Vómitos.
- Ardor de estómago.
- Estreñimiento.
- Gases o digestiones pesadas.
- Distensión o rigidez abdominal.
- Hemorragias.
- Presencia de fiebre.
- Problemas respiratorios y tos.
La mayoría de los motivos por los que duele el estómago indican algún tipo de enfermedad en el sistema digestivo y son por problemas gastrointestinales, relacionados con digestiones pesadas, algún tipo de intoxicación, cólicos intestinales o por la aparición de gases en los intestinos. Sin embargo, si deberemos preocuparnos por el dolor de estómago o barriga cuando este se alarga en el tiempo, por ejemplo durando varias horas sin mitigar su intensidad y que está unido a fiebre, vómitos e incapacidad de levantarse. Por eso, si no es tu caso, no debes alarmarte porque seguramente no será nada serio, si no un desafortunado accidente relacionado con la digestión de los alimentos.
Recuerda, dolores de intensidad leve, difusos, cortos en el tiempo y que apenas tiene síntomas asociados no son motivos de preocupación y no debes alarmarte, puedes esperar a que se te pase tomándote una infusión caliente, como una manzanilla o hierbabuena y dándote calor abdominal, con una bolsa térmica por ejemplo. El calor propicia la relajación de los músculos abdominales y alivia el dolor.
Causas del dolor de barriga por zonas
Dolor en el cuadrante derecho
Si nos duele la parte derecha superior de la barriga de manera intensa puede que tengamos algún tipo de problema relacionado con la vesícula y el hígado. Tal vez estemos sufriendo un cólico o una inflamación en el hígado. Si no se pasa en el tiempo podría estar indicando la presencia de una piedra biliar. Si el paciente ha realizado intenso ejercicio físico durante las últimas horas el dolor muscular tiene que ser considerado.
Por el contrario, un dolor en el cuadrante inferior derecho de la barriga podría ser síntoma de apendicitis, pon especial atención si el dolor no se pasa y va acompañado de vómitos y fiebre. En las mujeres podría ser por presencia de un ovario poliquístico o por un embarazo ectópico que ocurre en la trompa derecha de Falopio. En hombres podríamos estar hablando de un cálculo renal que se ha desplazado a esa zona.
Dolor en la zona izquierda de la barriga
Los dolores en esta zona suelen tener c ausas parecidas a las anteriores. En la parte superior izquierda pueden ser debido algún tipo de alteración en el bazo, pero no suele ser común. También puede ser debido a problemas en la base del pulmón izquierdo.
Si el dolor se centra en la zona inferior izquierda podría ser gastroenteritis o diverticulitis (formación de una pequeña bolsa en el intestino grueso, que se inflama y genera dolor). Por último, las mujeres podrían sentir dolor común durante la menstruación o más intenso si tienen un embarazo ectópico que afecte a la trompa de Falopio izquierda.
Dolor en la zona central
El dolor en la parte central del estómago significa que hay una gastritis o una úlcera de por medio. También problemas en el páncreas pueden causar un intenso dolor en esa zona, en la zona central-superior, a veces se extiende incluso hasta la espalda y en el fondo del vientre.
También conviene saber que en un ataque al corazón agudo puede causar dolor en la parte central del abdomen que puede ser confundido al principio con un problema gastrointestinal, si aparece junto con otros síntomas propios del ataque de miocardio no se debe ignorar. Finalmente el ejercicio físico también puede ser el causante.
Dolor en la zona baja del vientre
Cuando el dolor ocurre en la zona más baja del vientre las dos estructuras afectadas pueden ser el útero o la vejiga. Por ejemplo, en este último caso, una cistitis puede llegar a ser tan dolorosa que se refleja en esa zona. Una intoxicación alimentaria también puede producir dolor en la zona baja de la barriga pero de manera dispersa. Por último, los cólicos en el útero también lo producen, pueden ser los típicos cólicos menstruales o cólicos más intensos en caso de aborto.
Como prevenir el dolor de barriga
Es muy difícil prevenir el dolor de barriga porque su etiología es muy diversa. Sin embargo, podemos seguir unos pequeños consejos para evitar los dolores que están más relacionados con los problemas digestivos.
- Evita comer alimentos demasiado grasos o/y azucarados. Este tipo de alimentos tienden a generar muchos gases, lo cual nos hinchan y molestan. Además ralentizan la digestión y estimulan la segregación de ácido gástrico, si hay un exceso se pueden generar úlceras.
- Sigue una dieta equilibrada en calidad y cantidad. Es importante el tipo de alimentos que tomamos pero también la forma en la que lo hacemos. Tenemos que comer despacio para evitar que nos sienta mal y las digestiones pesadas. Comidas demasiado copiosas nos generarán malestar, gases, pesadez y dolor en general.
- Acostúmbrate a comer despacio. No debes tener ninguna prisa a la hora de comer. Si comes demasiado deprisa tragarás mucho aire y además masticarás peor e ingerirás trozos más grandes de comida, tu estómago estará haciendo un sobre esfuerzo.
- No te tomes la vida demasiado en serio. El estrés afecta a la calidad de nuestra salud y uno de los sistemas que más le afecta es el sistema digestivo. Si estamos estresados las paredes de nuestro estómago se tensarán demasiado tensos y la digestión de los alimentos será más lenta y dolorosa.
- No te vayas a dormir si acabas de comer. En España tenemos el mal hábito de la siesta, no es que sea mala en si pero si comemos en exceso y nos tumbamos seguramente suframos reflujo gastroesofágico.
Para evitarlo intenta hacer primero alguna actividad física de baja intensidad. Por ejemplo, puedes ir a pasear al perro, ordenar un poco la casa, hacer un recados. De la misma manera, tampoco debes de hacer ejercicio intenso después de comer porque aparte de producir un malestar general también puedes tener episodios de dolores y diarrea.