Las úlceras se desarrollan con más facilidad de lo que te puedas imaginar, le puede pasar a cualquiera. No tienes que ser un ejecutivo de una gran empresa para tener una úlcera péptica. Incluso si eres una persona a la que le encanta las comidas picantes puedes desarrollarla... o no.
Hasta no hace mucho se creía que el estrés y una mala dieta podrían causar las úlceras pépticas. Después, las investigaciones dejaron claro que los ácidos estomacales (ácido clorhídrico y pepsina) contribuyen a la mayoría de la formación de úlceras. Hoy, sin embargo, las investigaciones muestran que la mayoría de las úlceras se desarrollan como resultado de una infección con una bacteria llamada Helicobacter pylori.
Helicobacter pylori
Los estudios de investigación han demostrado que la mayoría de las úlceras son causadas por una infección llamada Helicobacter pylori, también conocida como H. pylori. Si bien los otros factores enumerados a continuación también pueden causar úlceras, H. pylori ahora se considera la causa de la mayoría de las úlceras. La bacteria H. pylori se encuentra en el estómago y, junto con la secreción de ácido, puede dañar el tejido del estómago y el duodeno, causando inflamación y úlceras.
Si notas que últimamente tienes molestias estomacales es buena idea que vayas al médico para que puedan hacerte una evaluación y de esta manera saber si necesitas tratamiento o si es algo pasajero. Del mismo modo, sigue leyendo para saber cuáles son las causas más comunes que pueden desencadenar este tipo de úlceras.
Ácido y pepsina
Se cree que estos poderosos fluidos digestivos contribuyen a la formación de úlceras. En situaciones ideales, el estómago puede protegerse de estos fluidos de varias maneras. Estas formas son:
- El estómago produce un moco similar a un lubricante que recubre el estómago y protege los tejidos del estómago.
- El estómago puede producir una sustancia química llamada bicarbonato que neutraliza los fluidos digestivos y los descompone en sustancias menos dañinas.
- La circulación sanguínea en el revestimiento del estómago, así como la renovación y reparación celular, ayudan a proteger el estómago.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos son la aspirina , el ibuprofeno y el naproxeno sódico. Otros se suelen recetar para tratar varias afecciones artríticas. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos pueden hacer que los mecanismos de defensa del estómago fracasen de dos maneras diferentes:
Pueden hacer que el estómago sea vulnerable a los efectos dañinos del ácido y la pepsina al interferir con la capacidad del estómago para producir moco y bicarbonato.
Pueden afectar la reparación celular y el flujo de sangre al estómago.
Fumar
Cada vez son más los estudios que demuestran que fumar tabaco puede aumentar las posibilidades de una persona de contraer una úlcera. Fumar también retrasa la curación de las úlceras existentes y contribuye a la recurrencia de la úlcera.
Cafeína
Las bebidas y los alimentos que contienen cafeína pueden estimular la secreción de ácido en el estómago. Esto puede agravar una úlcera existente, pero la estimulación del ácido estomacal no se puede atribuir únicamente a la cafeína.
Alcohol
Si bien no se ha encontrado un vínculo entre el consumo de alcohol y las úlceras pépticas , las úlceras son más comunes en las personas con cirrosis hepática, una enfermedad a menudo relacionada con el consumo excesivo de alcohol.
Estrés
Aunque ya no se relaciona el estrés emocional como la causa directa de sufrir úlceras, es cierto que las personas que experimentan estrés emocional de forma crónica sienten mayor dolor de estómago y pueden desarrollar úlceras o empeorar las que tienen ya existentes.
El estrés físico, sin embargo, es diferente. En este caso sí se puede aumentar el riesgo de desarrollar úlceras, especialmente en el estómago. Algunos ejemplos de estrés físico que pueden provocar úlceras son los que sufren las personas con lesiones como quemaduras graves y las personas que se someten a una cirugía mayor.