Se dice que una persona es celíaca cuando se le diagnostica la intolerancia al gluten, presente en cereales como el trigo, el centeno, la cebada y la avena. Normalmente esta enfermedad se detecta porque la persona que sufre la intolerancia comienza a sentir malestar tras ingerir ciertas comidas. En muchos casos se detecta cuando los niños todavía son pequeños, pero hay situaciones en las que no se es capaz de saber qué es lo que ocurre.
Cuando una persona tiene celiaquía, el intestino delgado y sus revestimientos se inflaman al entrar en contacto con los cereales, haciendo que la mucosa del intestino sea incapaz de absorber los nutrientes de este alimento. Al afectado se le presenta este proceso con un dolor de barriga fuerte, con calambres, gases y ganas constantes de ir al baño. Esto no sucede al instante de ingerir los cereales, como en una alergia alimentaria común, sino una vez este alimento ha llegado al intestino delgado.
Al ingerir gluten, el intestino delgado de inflama y causa dolorAl suceder más tarde, la persona que no es consciente de ser celíaca quizás no se dará cuenta de que está padeciendo esta enfermedad hasta que no haya pasado bastante tiempo. Por eso, es muy importante que si uno se siente afectado por estos síntomas lo consulte con su médico lo antes posible, ya que hay casos en los cuales la ingesta de cereales para la persona celíaca puede poner su estómago y su vida en riesgo. Recuerda que es mejor tratar la persona con enfermedad celíaca lo antes posible con tal de que la enfermedad no se complique. Si bien es verdad que si se diagnostica de joven y se sigue la dieta la vida del celíaco será totalmente normal, cuando se detecta la enfermedad y la persona es mayor de cuarenta años puede llegar a ser un problema para su salud a corto plazo.
En Bekia te contamos los tipos de intolerancias a los cereales o celiaquía que existen para que conozcas perfectamente qué significa cuando hablamos de una persona celíaca.
Los síntomas de la enfermedad celíaca
Existen dos tipos de celiaquía: los que desde pequeños padecen esta intolerancia y han sido tratados adecuadamente desde entonces, y aquellos que desarrollaron la enfermedad más adelante, siendo ya adultos y habiendo tenido una dieta con gluten durante toda su vida.
En los niños pequeños los síntomas son los mismos que para los adultos. Sin embargo, esta intolerancia puede traerle problemas en el colegio, porque los otros niños no comprenderán por qué siempre se encuentra mal al rato de comer, o por qué tiene que comer diferente o ir al baño con asiduidad. Es muy importante que se diagnostique al niño la lo antes posible, puesto que esta enfermedad celíaca puede afectarle negativamente durante la etapa de crecimiento. Cuando no era tan conocida como hasta ahora, esta intolerancia hizo que muchos niños no pudiesen desarrollarse debidamente, porque su dieta no era la más indicada para el bienestar de su cuerpo.
La persona que lo desarrolla durante la adultez suele sentir los mismos síntomas que los niños, aunque también pueden tardar mucho en ser diagnosticados. Como el dolor abdominal es parecido a los calambres que uno puede sufrir cuando tiene diarrea, las primeras veces puede que la persona adulta lo pase por alto. Cuando ya se repitan constantemente después de las comidas, será cuando empiece a pensar que algo no va bien. Antes de medicarse y tomarse, por ejemplo, medicamentos para los gases, es mejor que la persona afectada acuda al médico. Éste, seguramente, le preguntará si ha tenido otros síntomas presentes en esta enfermedad como lo son: las nauseas, cansancio, falta de hierro, pérdida de peso en poco tiempo o sentirse decaído, entre muchos otros.
El encontrarse mal físicamente y no adquirir todos los nutrientes de la comida, especialmente de los cereales a los que se es intolerante sin saberlo, hará que el celíaco se sienta débil, enfermo a la vez que deprimido. Muchas veces se sienten en este estado anímico sin saber por qué y es que el cuerpo y la mente están totalmente relacionados. En la mayoría de los casos, una vez empiezan a hacer una dieta ajustada con sus necesidades su estado anímico también mejora en gran medida.
En ocasiones la persona celíaca es diagnosticada en la adultezDiagnóstico y tratamiento de la celiaquía
Si los síntomas no son muy claros, algunos profesionales recomendarán dejar de consumir cereales durante una temporada para ver si los síntomas del enfermo cesan. Puede que los síntomas sigan presentes o que el médico en cuestión quiera asegurarse de que eres o no celíaco con más rapidez. Entonces, pedirá que te hagan un análisis de sangre para ver los marcadores serológicos de esta enfermedad. Cuando el resultado de esta prueba es positivo, significa que la persona es celíaca.
En muchos casos no se puede diagnosticar la enfermedad solamente por el análisis de sangre y el celíaco sigue comiendo cereales y encontrándose mal. Entonces el médico pedirá que le hagan una endoscopia con biopsia. Estas muestras serán analizadas y de ahí el médico podrá determinar la enfermedad.
Cuando la persona sea consciente de su condición de padecer la enfermedad celíaca, su doctor le recomendará seguir una dieta estricta, libre de alimentos que contengan gluten, ya que la ingesta de estos cereales, aunque sean pocos, pueden causar daños irreparables en el estómago del enfermo.
Esta nueva dieta será de por vida y incluye gran cantidad de legumbres, carne, pescado, huevos, arroz y, sobre todo, una larga lista de alimentos sin gluten.
Aunque pueda parecer difícil al principio, hoy en día cada vez es más conocida esta intolerancia y los restaurantes y supermercados de todo el mundo se están adaptando con tal de que la persona afectada pueda comer igual que todos los demás sin tener que sentirse mal o acudir al médico posteriormente.
