El ciprofloxacino es un antibiótico de amplio espectro, que se utiliza para tratar las enfermedades de tipo infecciosa como puede ser, la infección de orina, infecciones en la próstata, o en casos de diarrea aguda causada por bacterias. El principio activo, se encarga de eliminar las bacterias causantes de algunas enfermedades de tipo infecciosas.
El ciprofloxacino se encuentra dentro del grupo de las fluoroquinolonas, un grupo de antibióticos de amplio espectro, creados sintéticamente en lugar de crearse por microorganismos, como el resto de antibióticos. Esto los convierte en una potente arma contra bacterias infecciosas, que son mucho más difíciles de eliminar con los antibióticos normales.
Para qué se utiliza este tipo de tratamiento
El ciprofloxacino es un tratamiento, que se suele utilizar cuando los antibióticos normales no son suficientes para que remita la enfermedad. Es un medicamento potente, muy eficaz en enfermedades provocadas por bacterias infecciosas, entre las cuales podemos mencionar:
- Infecciones de tipo urinarias, como la cistitis o prostatitis
- Infecciones gastrointestinales, como diarreas causadas por bacteria s
- Enfermedades de transmisión sexual, como puede ser la gonorrea
El ciprofloxacino se utiliza también en algunos casos de enfermedad por infección de las vías respiratorias, como la neumonía. Aunque no suele ser la primera opción para los facultativos, ya que para estos casos existen antibióticos específicos más eficaces.
Precauciones que debes tener si vas a tomar ciprofloxacino
Si estás embarazada o crees que puedes estarlo, debes comentarlo con tu medico ya que posiblemente te cambie el tratamiento. De igual manera si estás dando lactancia materna, el ciprofloxacino está totalmente contraindicado ya que puede transferirse a la leche.
Debes tener especial precaución con la exposición solar, este antibiótico provoca una mayor sensibilidad de la piel a los rayos solares. Para evitar la aparición de hiperpigmentación, protégete del sol y también de cualquier tipo de rayos artificiales.
El ciprofloxacino pude interferir en la capacidad de reacción mientras conduces, por lo tanto debes extremar las precauciones al volante durante el tratamiento con este, al igual que con otros antibióticos.
Si estás tomando otro tipo de medicación, deberás consultarlo con tu medico ya que puede interferir en los efectos de otros tratamientos. No se recomienda el uso de ciprofloxacino en pacientes que padezcan epilepsia, ya que este antibiótico puede ser causante de la aparición de convulsiones. Tampoco está recomendado en niños, salvo en casos de enfermedades por infección respiratoria.
Efectos secundarios del ciprofloxacino
Este antibiótico al igual que el resto de medicamentos, puede tener efectos adversos causantes de otros malestares que debes conocer por si tuvieras que cambiar el tratamiento. Si notas alguno de los síntomas que vas a ver a continuación, debes consultar con tu medico para que pueda valorar si debes continuar con el antibiótico, o si por el contrario te recomienda otro que te pueda venir mejor.
Como ocurre con la mayoría de medicamentos, el ciprofloxacino puede producir dolor abdominal y diarrea. Molestias típicas como dolor de cabeza, mareos o sensación de vértigos, nauseas y sensación de fatiga. Candidiasis vaginal: como sucede con otros antibióticos, la pérdida de flora bacteriana producida por la ingesta de antibacterianos, es la causa de la aparición de infección vaginal por falta de defensas.
Aunque no ocurre en todos los casos, si alguna vez has padecido candidiasis a causa de algún tratamiento con antibióticos, es posible que vuelvas a sufrirlo cada vez que tengas que tratarte. Especialmente si tienes que tomar ciprofloxacino, por lo que debes estar preparada con algún tratamiento especifico. Tu medico puede recomendarte el mejor tratamiento para tu caso, aunque por lo general puede tratarse de forma local con óvulos.
Duración del tratamiento
El médico es quien marcará la duración del tratamiento. Es muy importante que no lo interrumpas por tu cuenta aunque sientas que los síntomas de tu enfermedad remiten. Es básico para que el medicamento pueda cumplir su función de forma correcta.