La obesidad se trata -cada vez más a menudo- de una enfermedad crónica que afecta a muchas personas alrededor del mundo. En cualquier caso, se tiene que hacer algo para prevenirla, ya que si no se trata a tiempo puede ser un grave problema.
Es una enfermedad que se puede tratar y que provoca patologías bastante graves como por ejemplo como la hipertensión o la diabetes. También puede llegar, incluso, a desembocar en enfermedades más problemáticas, como por ejemplo el cáncer. Existen muchos tipos de obesidad y pueden encontrarse divida principalmente en dos grupos, es decir, o bien por su causa o por la distribución de la grasa.
Llevar una dieta más saludable y un ritmo de vida más activo te ayudará a mejorar tu salud y lo notarás también tu cuerpo. Olvídate de llevar una vida sedentaria, el deporte es algo muy importante que debes empezar a practicar cuanto antes, así podrás evitar muchas enfermedades cardiovasculares, y entre ellas la obesidad. Durante este artículo te explicaremos las claves para poder evitar la obesidad.
Cambia tu alimentación
Tener un estilo de vida saludable conlleva tener una alimentación que sea sana. Por ejemplo la dieta mediterránea es la mejor opción, ya que incorpora todos los nutrientes necesarios para mantenerte sano y con mucha energía a lo largo del día.
Incorporar frutas y verduras a tu dieta es primordial. Es importante que hagas las 5 comidas reglamentarias al día y que te olvides de picar entre horas, ya que esto en muchas ocasiones es lo que provoca que engordes más de la cuenta.
Es importante que te despidas de la comida basura, ya que tiene esta tiene un alto valor calórico y si padece obesidad meterás más grasa al cuerpo que no es beneficiosa para nuestra salud. No caigas, está rica, pero piensa en toda las consecuencias que acarrea este tipo de comida.
Realizar ejercicio
Hacer ejercicio nunca es fácil, da pereza, pero tienes que encontrar la forma de motivarte porque es necesario que practiques mínimo 45 minutos al día de ejercicio, tu cuerpo notará la mejoría y más si estás siguiendo una dieta equilibrada.
Por ejemplo puedes apuntarte al gimnasio con algún amigo o familiar para que de esta forma nos obliguemos a ir. También puedes salir a correr con alguien, aunque puedes comenzar andando e ir subiendo la intensidad hasta que ya puedas correr cada vez más y más rápido.
Pesate con frecuencia
Con este tipo de enfermedad es muy importante que controles tu peso. De esta forma llevarás un control sobre tu peso. Es el primer paso porque de esta forma podrás saber que tipo de alimentación llevar y cuanto ejercicio deberás de hacer.
No piques entre horas
Este es un gran problema que tenemos la mayoría de personas, y es que cuando nos entra el gusanillo siempre acabamos tomando algún tipo de comida con un alto valor de grasas que hace que engordemos más rápidamente.
Por eso es recomendable que si nos entra el hambre entre horas comamos algo saludable, ya que suele ser con estás comidas cuando engordamos bastante. También es importante que evitemos los refrescos, ya que son alto en calorías y siempre los tendemos a tomar durante estás horas.
Evita el estrés
El estrés puede ser el culpable de que comamos más de la cuenta, por eso si ves que te estresas demasiado esto es señal de que deberías disminuir tu ritmo, tomarte las cosas con más calma e intenta no caer en el vicio de picar siempre que te entre el agobio por algún tema.
Huye de los hábitos sedentarios
Normalmente ver la televisión constituye unos de los hábitos sedentarios por excelencia, además ver la televisión en múltiples ocasiones conlleva acompañarlo de algún tipo de comida que la mayoría de veces suele ser rica en grasas como bien puede ser unas patatas fritas o palomitas, además de un refresco. Salir a andar se tiene que convertir en una rutina de este modo evitarás la obesidad.