Depende de la graduación que tengas en las gafas probablemente tengas que llevarlas en todas las ocasiones, por lo que por comodidad es posible que para ir a la playa o para hacer deporte o bien simplemente por estética te plantees también ponerte lentes de contacto. Las lentillas pueden llegar a ser muy cómodas y a ser tus compañeras diarias en casi todas las ocasiones que desees, pero sin embargo deberás hacer un correcto uso de las mismas si no quieres que más adelante te pasen factura.
Descubre cuáles son algunas de las claves para hacer un buen uso de las lentillas y así poder lucirlas como te sea más cómodo y como más te guste.
1. Sigue siempre las recomendaciones de un experto
Tanto si ya eres usuario de lentes de contacto como si vas a comenzarlo a ser ahora, siempre deberás visitar a tu óptico y oftalmólogo al menos una vez al año o cada seis meses. Aunque este sea solamente un control rutinario, para la salud de tus ojos es mejor que el profesional de la salud controle que tu graduación no ha subido y que tus ojos se han adaptado bien a las lentillas, siendo estas las adecuadas para tus necesidades, ya que existen blandas de día o mes o bien rígidas, distintas cada una para cada caso en concreto.
2. Correcta conservación de las lentillas
Una vez hayas adquirido las lentillas es recomendable que las conserves siempre de forma adecuada. Lo más probable es que tu óptico u oftalmólogo te haya dado unas pautas que seguir a la hora de ponértelas, quitártelas, conservarlas y limpiarlas antes de cada uso.
Recuerda que el potecito en el que guardas las lentillas debe cambiarse cada vez que abres un paquete nuevo de lentes. Probablemente dentro de la caja del líquido de lentillas venga uno de estos potecitos nuevo cada vez. El líquido dentro del potecito deberá cambiarse siempre que se quiten las lentillas para colocárnoslas. Y deberemos limpiar bien las lentillas en la palma de nuestra mano, por ambos lados, antes de ponérnoslas.
Es esencial que cada vez que vayas a manipular las lentes de contacto te limpies bien ambas manos. Intenta llegar bien a limpiar todos aquellos rincones de la mano que normalmente no sueles limpiar y enjuágate bien y quítate todo el jabón para que este no pueda ir a parar a la lente de contacto. Lo mismo a la hora de secarse las manos de forma correcta tras su limpieza.
Una vez te hayas quitado las lentillas y las hayas puesto en el potecito con líquido nuevo recuerda que deberás guardarlas en un lugar de la casa que no haga demasiado frío ni demasiado calor y que nadie deberá manipular el contenido del potecito si no quieres que posibles infecciones pudiesen afectarte en los ojos.
3. No llevarlas más de entre seis y ocho horas
Es posible que conozcas personas que llevan las lentillas puestas durante todo el día o que incluso de duchan o duermen con ellas. No obstante, todos estos usos no son recomendados para las lentes de contacto que no deben llevarse puestas más de entre seis y ocho horas. Además no debe entrar en el ojo agua, por lo que no es recomendable bañarse en la playa o en la piscina con ellas puestas, solamente el líquido especial para las lentillas para su conservación o bien la lágrima específica artificial para que no se resequen, pero siempre recomendada por el médico de la vista que lleve la salud de tus ojos.
Así pues, llevando las lentillas adecuadas prescritas por un médico, teniendo una buena higiene y llevándolas solamente las horas recomendadas podremos hacer un buen uso de las lentillas. Sin embargo, si notas molestias, visión borrosa o crees que algo no va bien no dudes en consultarlo con un profesional de la salud para que pueda recomendarte lo antes posible si es que no estás haciendo un correcto uso de las lentillas o si bien estas no se adaptan a tu cuerpo o a tu día a día.