Es posible que si vas a casa de algún familiar a comer y te digan que tienen un menú especial por ser fiestas navideñas, esperan que te lo comas todo. Es sabido que se hace más comida de lo normal y que se come más de lo necesario. Las tradiciones de fiestas son así, pero quizá tú no quieras comer más de la cuenta... Pero, ¿cómo hacerlo sin herir los sentimientos de la persona que se ha pasado tanto rato en la cocina?
Por si fuese poco, en estos eventos festivos están llenos de alimentos con alto contenido en azúcar y grasa que puede que no encajen en tu dieta o quizá simplemente, no tienes hambre. Ya sea que estés tratando de evitar el aumento de peso de las fiestas o simplemente comer de una forma que te haga sentir bien... quizá haya alguien que critique tus elecciones.Comentarios que no debes escuchar
Existen algunos comentarios que te pueden hacer comer más de la cuenta:
- Apenas estás comiendo, te prepararé otro plato y así no se tira la comida
- ¿No te gusta lo que he cocinado? Si te gusta, mejor acábalo
- ¿Para qué te pones tanto si después no te lo vas a comer todo?
Estos comentarios pueden estar hechos por familiares, compañeros de trabajo o buenos amigos... Si bien muchos de estos comentarios pueden ser inofensivos, o incluso bien intencionados, la atención adicional a lo que hay en su plato puede causar una fricción que te dejaría en la puerta tan pronto como sea posible. Así que aquí está la forma de rechazar cortésmente los alimentos que no tienes ganas de comer, sin terminar discutiendo con nadie.
Cómo evitar comer tanto sin ofender a nadie
Aunque puede ser incómodo a veces, tú eres el responsable final de tus decisiones y acciones. Si decides que vas a hacer algo (como evitar los alimentos que te hacen sentir mal o que no valen la pena), tienes el poder de no permitir que nadie más te desvíe de esto. La presión social puede hacer que varíes tu opinión, pero a menos que tu abuela esté amenazando con sacarte de la casa, nadie te obliga a hacer nada que no quieras.
Dicho esto, todos lo pasarán mejor si no entras con las armas encendidas, a la espera de que un primo lejano se atreva a comentar sobre tu pedazo de pastel. Así que respira hondo y practica diciendo "no, gracias", con la sonrisa más dulce y genuina que puedas tener.
Ten un plan pero sé flexible
Si no planeas y te organizas es probable que falles. Así que entra a la comida navideña con una estrategia. La planificación anticipada al hablar con el anfitrión y con las personas involucradas acerca de sus opciones de nutrición ayudará a las personas a ser más serias y abiertas a considerar otras perspectivas en el momento del evento.
Puedes sentarte con familiares o amigos que sepan qué plan de alimentación tendrás estos días. Si realmente has realizado algunos cambios en tu dieta y te sientes mejor así, ¿por qué lo vas a estropear todo ahora? Ten una mente fuerte para no volver a tus viejos hábitos que te hacen sentir triste o infeliz. Hacer esto te ayudará a sentir que tus seres queridos también te ayudan a respetar los esfuerzos por verse y sentirte lo mejor posible todo el tiempo.
La idea de rechazar un plato que alguien haya hecho puede parecer intrascendente, pero nunca se sabe cómo responderá esa persona. Después de todo, una porción extra de algo que realmente no quería es un pequeño precio que pagar por la adoración de la nueva familia de su pareja... ¡para caer bien a los demás! Y si no quieres dar tantas explicaciones siempre puedes recurrir a las pequeñas mentiras y decir que no te sientes muy bien como para comer más.