Por desgracia para muchas personas, el estrés y la ansiedad forman parte de su vida diaria. Si ello no se trata como debe, tales problemas emocionales podrían causar llegar a incidir de una manera negativa en la salud de una parte importante de la población. La alimentación es uno de los factores claves que pueden ayudar a rebajar los niveles de estrés y ansiedad, por lo que no debes descuidar la misma y añadir a tu dieta una serie de nutrientes que vamos a ver a continuación.
Carbohidratos complejos
Es aconsejable el tomar al menos unas cinco raciones de carbohidratos complejos durante el día. Los carbohidratos complejos lo puedes encontrar en alimentos como la pasta integral, el arroz integral o las legumbres. Esta clase de carbohidratos aportan una buena cantidad de glucosa al cerebro, lo que permite a la persona tener un mejor estado de ánimo.
Ácidos grasos del tipo Omega 3
Otro de los nutrientes que no deben faltar en la dieta de una persona que sufra altos niveles de estrés, son los ácidos grasos Omega 3. Los mismos ayudan a calmar y a tranquilizar, evitando que los niveles de estrés y de ansiedad suban más de la cuenta. Es aconsejable por tanto incorporar a la alimentación diaria productos como el pescado azul y los frutos secos.
Magnesio
La falta de magnesio en la dieta provoca que la persona en cuestión tenga una mayor irritabilidad y tenga serios problemas a la hora de poder conciliar el sueño. No dudes por tanto en incorporar un mineral como el magnesio a la alimentación ya que se ha podido comprobar, que aporta propiedades relajantes a la persona y le ayuda a tranquilizarse. El magnesio se encuentra en el marisco, en las verduras de hojas verdes y en el chocolate negro.
Vitamina C
Los expertos aconsejan que aquellas personas que sufren episodios de estrés y de ansiedad a diario, tomen de dos a tres piezas de fruta que sean ricas en vitamina C. Dicha vitamina ayuda a rebajar los niveles de estrés de la persona. La vitamina C la puedes encontrar en los cítricos, en el kiwi o en verduras como ocurre con el tomate o el pimiento.
L-carnitina
Se trata de una sustancia que permite al organismo poder movilizar las diferentes grasas acumuladas, evitando que la persona suba de peso. La L-carnitina la puede producir de manera natural el propio cuerpo aunque también se puede encontrar en alimentos como el pollo o el pavo. Los expertos aconsejan el practicar ejercicio físico para aumentar la eficacia de la L-carnitina en el cuerpo.
El estrés y la ansiedad engordan
Se ha podido demostrar a través de diversos estudios que el estrés y la ansiedad hacen que la persona esté por encima de su peso normal. Una vida estresante provoca que el organismo segregue más cortisol de lo normal y haya un aumento importante de la glucosa en la sangre. Dicha glucosa no se usa y termina por transformarse en grasa corporal.
Los nervios hace que la persona coma mucho más de lo que realmente debería. Se acude a la comida poco saludable y se deja de lado los alimentos sanos. Ello hace que se ingiera un número de calorías importante que terminan que la persona engorde y vaya aumentando de una manera paulatina de peso.
En definitiva, no es aconsejable el tener vivir con unos niveles de estrés y de ansiedad por encima de lo normal. La alimentación tiene un papel importante a la hora de relajar a la persona y ayudarle a rebajar el citado estrés. Gracias a la ingesta de ciertos tipos de nutrientes como es el caso de los ácidos grasos omega 3 o la vitamina C, es posible llevar una vida más tranquila a la vez que relajada.