¿Comes más de lo que necesitas?

Si no sigues una dieta en la que cada día comes más o menos lo mismo, es posible que no te acuerdes de lo que desayunaste ayer por la mañana. Quizá tampoco te acuerdes qué es cenaste hace dos días. Lo más probable es que tan sólo recuerdes lo que has comido en las últimas 24 horas y que aún y así tengas que pensar bien qué era cada cosa.

Si intentas recordar que es lo que comiste hace tres días probablemente no lo recuerdes. No te preocupes, la mayoría de personas no recuerda lo que comen. Vivimos en una sociedad que gira entorno la recopilación de datos. Sabemos los pasos quedamos diariamente, las calorías quemamos o las horas que dormimos. También sabemos del dinero que tenemos en la cuenta corriente, lo que gastamos o cualquier otro aspecto que ver con recuento.

Muy pocas personas tienen un sistema de seguimiento sobre la comida que ingiere cada día

Pero se olvida algo fundamental para nuestra salud, llevar un recuento de lo que comemos. Muy pocas personas tienen un sistema de seguimiento sobre la comida que ingiere cada día, aunque lo que se come afecta de forma general a cómo nos sentimos diariamente. Al final cabo somos lo que comemos. La saludo es como el dinero no se puede recuperar si se pierde. Es por este motivo es necesario prestar más atención a nuestra salud anotando lo que se come cada día.

Las personas tienden a comer más de lo que necesitan

El marketing que hay en los anuncios tanto la televisión como en cualquier otro medio junto con una falta de conocimiento sobre nutrición hace que las personas no coman lo que deben comer. La mayoría de personas han aprendido a comer creciendo en familia y sin saber realmente qué tipo de porción es la adecuada para poner en el plato.

Los restaurantes distorsionan la dieta llenando los platos. Las compañías de alimentos permiten que no miremos lo que comemos y que por tanto comamos en exceso fácilmente para consumir más ir hasta el más dinero. En realidad las personas no saben cuánta comida deben comer y no saben tampoco las calorías que hay en cada porción.

Este es un comportamiento alimenticio mal aprendido ya que las personas han crecido a comer hasta atiborrarse de alimentos cargados de calorías y que son malos para la salud en general. Hace tan sólo unas décadas nuestros antepasados no podían ir a restaurantes de comida rápida ni tampoco habían supermercado llenos de comida por todas partes. Sólo comían lo que podían cuando podían E incluso en ocasiones pasaban períodos de hambruna.

Por culpa del marketing muchas personas piensan que algunos alimentos son saludables cuando en realidad no lo son y están cargados de calorías y propiedades negativas para la salud del cuerpo humano. También existen algunos remedios caseros que parece que son saludables y en realidad tiene muchas calorías, Por ejemplo en el agua con limón y miel parece una opción saludable sobre todo si se compara con refrescos o zumos industriales. Pero en realidad el agua con limón y miel si contiene tres cucharadas de miel tendrá aproximadamente unas 300 calorías. Si estás haciendo una dieta para bajar de peso es mejor no tomar limón con miel.

Es por esto de las personas deben tener claro que es una dieta equilibrada y como pueden tenerla en su vida

Con esto queremos decir que las personas comen y beben alimentos sin tener en cuenta las propiedades que pueden tener que no son saludables. Aunque veas algo que te parezca muy apetecible, esto no significa que sea la opción más saludable para ti. Percibimos de forma natural que los alimentos más pequeño son los que tienen menos calorías, pero por ejemplo un vaso lleno de nueces pueden tener hasta casi 1000 calorías. Es posible que alguna vez hayas comido muchas nueces pensando que estás comiendo la opción más saludable sin tener en cuenta la cantidad de calorías que estabas ingiriendo.

Es por esto de las personas deben tener claro que es una dieta equilibrada y como pueden tenerla en su vida. Si es necesario puedes acudir a un dietista o nutricionista para que te aconseje y que te dé pautas para incorporar a tu estilo de vida una forma de comer en la que no consumas más kilocalorías que las que gastas habitualmente.