¿Alguna vez te has preguntado por qué las personas toman alcohol? ¿Es por el sabor? Hay bebidas de sabores agradables como las fermentadas (vino, cerveza, sidra...) pero las bebidas destiladas no suelen agradar a todos y por eso muchos jóvenes las mezclan, para disfrazar el sabor, entonces ¿por qué beben? Las respuestas son muy diferentes, sin embargo siempre hay algunas que se repiten: "me hace sentir más seguro de mi mismo", "me relaja", "me ayuda a socializar con otras personas", "me pone de buen humor"... Suelen ser los motivos principales. Es decir, que el peso que nosotros damos al alcohol como potenciador del buen humor juega un papel importante, sin embargo, ¿realmente es así? ¿nos mejora el estado de ánimo?
Cómo influye el alcohol en el estado de ánimo a corto plazo
Clásicamente se cree que el alcohol es una droga estimulante poque la gente lo toma para desinhibirse y animarse, nada más lejos de la realidad, es depresora del sistema nervioso central. Nada más empezar a tomar alcohol los centros cerebrales comienzan a deprimirse y se suprimen las partes racionales de nuestro cerebro, como consecuencia disminuyen las tensiones e inhibiciones, dicho de otra manera, el alcohol anestesia nuestra censura. Es entonces cuando el bebedor experimena sensaciones agradables. Los efectos que se sienten inmediatamente después son:
-Euforia
-La persona se vuelve mñás espontánea, impulsiva
-Confianza en uno mismo, las personas suelen verse mejor físicamente, más atractivas para los demás
-Sentimiento de filiación social
-Desinhibición, se atenúan nuestras barreras
En realidad todos estos efectos son una máscara que están ocultando otros efectos no tan positivos del alcohol, nuestro juicio se nubla porque nuestras neuronas encargadas del autocontrol son adormecidas y disminuye nuestro sentido de la ética, reflexión y reglas de interacción social a la vez que aumenta la apatía, irritabilidad, tristeza y agresividad.
Por otro lado, según un artículo publicado en HealthDay el 23 noviembre del 2017 el tipo de bebida también parece influir en el humor de quienes lo beben a corto plazo.
-Las personas que bebían vino y cerveza decían que se sentían despreocupados y relajados tras una copa o caña, también sexualmente más atractivos.
-Los que bebían licores potentes afirmaban que se sentían con más energía y con más confianza en si mismos, aunque también se comprobó que tras beberlo estaban más irritables, agresivos y tristes que los que bebían bebidas fermentadas.
-Los hombres tienden a volverse más agresivos que las mujeres independientemente del tipo de bebida que consuman, aunque es más probable que ocurra con las bebidas destiladas.
Es decir, dependiendo del tipo de bebida que tomes los efectos a corto plazo varían. Las bebidas destiladas tienen mayores concentraciones de alcohol por 100 gr y por tanto causan desinhibición y euforia más rapidamente, sin embargo, a medida que aumentan las emociones "positivas" también lo harán las negativas como la agresividad, la inquietud y la tristeza. Estas emociones son más marcadas cuanta más graduación tenga la bebida que tomamos. También dependerá del contexto donde la tomemos, por ejemplo, las bebidas destiladas suelen tomarse en ambientes festivos mientras que las fermentadas a veces acompañan las comidas y los efectos se camuflan porque el alcohol no pasa tan rápidamente al torrente sanguíneo.
Las personas suelen asociar las bebidas alcohólicas a la seguridad, bienestar y euforia, sobre todo los jóvenes. Lo usan como un regulador de las emociones, sin embargo, es importante tener en cuenta que aunque al principio te sientas bien después vas a experimentar el efecto contrario, inquietud, irritabilidad y tristeza.
Cómo influye el alcohol en el estado de ánimo a largo plazo
Cuando una persona abusa del alcohol o es dependiente los sistemas cerebrales acaban cambiando para mal. Está demostrado que los alcóholicos crónicos acaban cambiando hasta su personalidad. Las mujeres de hombres alcohólicos a menudo afirman que cuando sus maridos no beben son las personas más amables del mundo pero que con solo tomar una copa se vuelven muy agresivos. El temperamento de una persona viene de serie al nacer... pero el carácter va cambiando a lo largo de nuestra vida y según las acciones que hagamos podemos cambiarlo para bien o para mal.
Con el uso crónico del alcohol el alcohólico se vuelve más infantil, inseguro, malhumorado, celoso, hostil, angustiado, temerario, impulsivo, peligroso, sexualmente desinhibido, etc. Con el tiempo estos cambios en el humor y carácter pueden acabar dando lugar a un trastorno de personalidad. Por otro lado, los alcohólicos crónicos también experimentan daños neuronales porque sus neuronas acaban muriendo. Los estudios postmortem indican que el peso del cerebro de un alcohólico siempre es significativamente menor respecto a una persona no bebedora.
Conclusiones
La mayoría de las personas beben alcohol porque les gusta los efectos psicológicos que les producen a corto plazo pero no se dan cuenta de que pasado un tiempo los efectos negativos superan los positivos, además estos tienden a permanecer durante más tiempo en nuestro cuerpo. Los síntomas se agravan a medida que tomamos bebidas con más graduación.
Por eso, los dichos como "el alcohol cura las penas", "con alcohol todo se olvida", etc no son más que mitos, pues aunque al principio la persona se siente ligeramente mejor la caída será más grande. Una persona que empieza bebiendo triste terminará la noche sintiéndose peor y seguramente con dolor de cabeza al día siguiente. En el caso de los adolescentes hay que tener especial cuidado porque su cerebro está aun en desarrollo y los efectos serán más marcados. Por otro lado una persona adulta tiene más conocimiento (o debería tener) de las consecuencias que tienen ciertos comportamientos impulsivos como los sexuales, sin embargo muchos adolescentes no están lo suficientemente informados y pueden practicar sexo sin protección, con riesgo a padecer enfermedades de transmisión sexual (ETS) o embarazos no deseados.
Por último, si no quieres que tu estado de humor cambie excesivamente cundo bebas alcohol la OMS recomienda que no excedas 30 gr de alcohol al día (dos-tres bebidas fermentaas) si eres hombre y 15 gr en mujeres (una bebida fermentada). Aun así ten en cuenta que es repartido durante el día, en un periodo corto de tiempo dos bebidas fermentadas ya puede producirte cambios en tu humor.