Es normal que cuando estés muy cansando/a no te fijes demasiado en lo que comes y que en ocasiones incluso te decantes por alimentos poco saludables, pero no puedes hacer de esto una rutina. Quizá, sin que te des cuenta empiezas a comer pan, galletas o alimentos procesados fáciles de cocinar. No te estreses porque en algún momento u otro de la vida, todos pasamos por eso.
Para comer sano no tienes que castigar a tus papilas gustativas ni tampoco tienes que renunciar a todo lo que te gusta comer. Puedes comer sano y al mismo tiempo disfrutar de la comida que tienes delante. No es necesario ser tan duro contigo mismo para poder tener unos buenos hábitos alimenticios. Si te obligas a hacer cosas que realmente no deseas, acabarás comiendo mal de nuevo y además, sin miramiento.
Comer sano sin pasarlo mal
Puedes tener algunos trucos bajo la manga para poder reemplazar los malos hábitos por otros nuevos y más saludables, y que además, sean hábitos que te gusten y te hagan sentir bien. Por ejemplo, por las mañanas, en el almuerzo, puedes tomar un batido de proteínas antes de la hora de la comida, así, entre el desayuno y la comida no pasarás tanta hambre.
Otro truco para comer saludablemente sin privarte es no toma vino cada comida del día y hacerlo solo por ejemplo, durante la cena. Beber vino puede ser un hábito saludable, pero solo si se hace con moderación y no más de un vasito pequeño diario.
Además, existen otros trucos que puedes tener en cuenta para comer sano sin privarte de nada:
- Encuentra alimentos saludables que sean de tu gusto e intenta que tu dieta se base en esos alimentos. Por ejemplo, si no te gustan los guisantes pero sí la coliflor, no tienes que obligarte a comer guisantes todas las semanas pero sí puedes tomar recetas con coliflor que sean de tu agrado.
- Busca recetas con alimentos saludables que sean apetecibles y fáciles de hacer. Cocinarás para ti y te darás cuenta que cocinar sano no tiene que ser tedioso.
- Organiza tus comidas. Organiza tus comidas semanalmente para saber cuál es la compra que debes hacer en el supermercado. Así evitarás comprar alimentos poco saludables o poco aconsejables para tu organismo.
- Limita el consumo de azúcares. Limitar el consumo de azúcar no significa que debas eliminarlo de tu dieta totalmente. Puedes buscar otros alimentos saludables que lleven azúcares naturales como el plátano. Si te gusta también por ejemplo el chocolate, puedes limitar su consumo a una vez por semana.
- Piensa en tus comidas del día. Deberás tener en cuenta todos los platos: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Por ejemplo en el desayuno puedes tomar un vaso de leche con una tostada con queso descremado pero dejar de lado las galletas o los bollos. La primera comida del día es importante por lo que puedes buscar opciones de recetas saludables para poder disfrutar de un buen empiece del día.
Es importante que cuando se coma se haga con tranquilidad, saboreando cada bocado, sabiendo qué se come y lo que se está aportando al organismo. Comer saludable no tiene que estar reñido con comer bien y de forma sabrosa. Si tienes dudas de cómo podrías tener un menú equilibrado durante la semana, acude a un nutricionista para que te haga una dieta en base a los alimentos que más te gustan y que puedes ingerir cada día.
Recuerda que para comer saludablemente tampoco tienes que obsesionarte con lo que comes, solo acostumbrarte a comer sano cada día y fijarte más en lo que compras cuando metes los alimentos en el cesto de la compra.