Cepillarnos los dientes varias veces al día es necesario para mantenerlos fuertes y sanos, pero no siempre es suficiente. Hay más cosas que podemos hacer para que nuestra boca esté en perfectas condiciones y por lo tanto sea menos probable coger una infección o cualquier dolencia relacionada con la dentadura. Siguiendo estos consejos que te damos a continuación verás cómo, llevándolos a cabo todos los días, tus dientes se mantendrán sanos toda la vida.
1. Cepilla los dientes al menos dos veces al día
Cada persona tiene sus propias costumbres a la hora de cepillarse los dientes, pero lo necesario es que se haga dos veces al día como mínimo. Lo más aconsejable es hacerlo por la mañana y por la noche, pero también es importante que estén limpias tras las comidas. Para ello lo mejor es elegir un cepillo de dientes que tenga el cabezal pequeño porque de esta manera podrá llegar a cualquier punto de la boca sin problemas. Realiza un movimiento circular con el cepillo y dedícales de unos 5 a 10 segundos a cada diente para asegurarte de que no quedan restos de comida. Recuerda hacerlo por la parte externa e interna acompañado de una presión suave pero efectiva; si aprietas demasiado puedes hacerte daño y provocar que sangren las encías.
A la hora de escoger la pasta de dientes procura que esta lleve flúor, ya que refuerza el recubrimiento de los dientes y previene el riesgo de caries. Respecto a los cepillos de dientes no olvides que han de cambiarse unas 4 veces al año y después de haber pasado un resfriado fuerte, alguna infección en la boca o una gripe. Sin embargo, el cuidado bucal diario no acaba ahí; es muy recomendable utilizar la seda dental una vez al día para asegurarnos de que nuestros dientes están realmente limpios.
2. Cuida tu alimentación
La comida que consumes afecta directamente a tu salud bucal. Limita los azúcares todo lo que te sea posible ya que cuando se descomponen en la boca aparecen los ácidos que provocan la erosión del esmalte, propiciando así la aparición de caries. A cambio hay que consumir alimentos ricos en calcio, como la leche, el queso o el yogur, sobre todo los niños o los ancianos porque mantienen fuertes los dientes y los huesos.
Las bebidas hay que vigilarlas también: reduce el consumo de refrescos y zumos azucarados y reemplázalos por agua, leche y zumos naturales. Tras las comidas puedes reforzar la salud de tus dientes mascando chicle ya que previene las caries al promover la secreción de saliva, pero en el caso de hacerlo el chicle debe ser libre de azúcares.
3. Protege tus dientes de elementos externos
Por mucho que cuidemos los dientes desde dentro si no lo hacemos desde el exterior también podremos tener algún problema a lo largo de los años. Si practicas deporte que pueda resultar peligroso como el fútbol, el básquet, el boxeo o cualquier otro tipo de lucha no dudes en llevar protector bucal, así estarás preparado para cualquier golpe que se pueda producir en la zona de la boca.
De la misma forma no uses los dientes para abrir envases o cortar cosas; así sólo las pondrás en riesgo de que se dañen o incluso se rompan. Utiliza los utensilios destinados para ello y reserva tus dientes para masticar la comida.
4. Visita al dentista regularmente
Pide cita a tu dentista cada medio año para una revisión de tus dientes. Durante el examen rutinario podrán aconsejarte en tu proceso de cepillado o recomendarte ciertos dentífricos o cepillos según tu salud bucodental. Además esta revisión servirá para detectar algún problema en las encías, bruxismo e incluso cáncer oral. Si percibes que algo en tu boca va mal, como dolor de muelas o exceso de sangrado durante el cepillado no dudes en acudir a tu dentista lo más pronto posible.
Si sigues estos sencillos consejos seguro que tus dientes disfrutarán de una salud envidiable durante muchos años.