Si eres un adulto que tiene miedo al dentista, es probable que no quieras decirlo en voz alta porque te avergüence admitirlo, pero debes saber que no eres el único en el mundo. Nada menos que el 75% de los adultos en nuestra sociedad sufren algún grado de miedo cuando tienen que ir al dentista.
El 67% de las personas reconocen que deben ir al dentista pero solo el 42% acuden a las citas. Esto ocurre porque son muchos los adultos que realmente temen acudir al dentista, pero es necesario que hagan frente a sus miedos y cuiden su sonrisa y los dientes... Que son los únicos que tienen.
Detrás de una bonita sonrisa
No tienes que ir al dentista demasiado ni tampoco temerle si mantienes una buena rutina de cuidado oral. Después de todo, como en cualquier otro aspecto de la vida, siempre es mejor prevenir que curar. Se estima que el 90% de la población mundial sufrirá alguna enfermedad dental a lo largo de su vida.
Estas enfermedades se podrían haber evitar o prevenido con una buena rutina de cuidado oral y con las visitas de seguimiento adecuadas al dentista. Nunca es demasiado tarde para empezar a cuidar los dientes de forma regular, así también, las encías.
Cómo dejar de tener miedo al dentista
Si quieres dejar de temer al dentista, lo primero que deberás tener en cuenta es que es un profesional que sabe hacer su trabajo. En todo momento velará por el bienestar de tu boca y además, si tiene que intervenirte de algún modo intentará que no sufras más de la cuenta. Pero además, si quieres dejar de temer al dentista, lo ideal también es acudir menos a su consulta, ¿y cómo conseguir esto? No te pierdas los siguientes consejos:
- Ten cuidado con lo que comes y bebes. Puedes tomar suplementos de calcio y vitamina D que te ayudarán a tener una mejor densidad ósea y a fortalecer y mantener unos dientes más sanos.
- Cepilla tus dientes dos o tres veces al día. Lo ideal es hacerlo después del desayuno y antes de irte a la cama. Deberás estar dos minutos lavándote los dientes. Si te lavas los dientes después de cada comida, mucho mejor.
- Reemplaza tu cepillo de dientes de dos a cinco meses o antes si notas que las cerdas comienzan a desgastarse.
- Enjuaga y limpia el cepillo después de cada uso y ponlo en posición vertical para que pueda secarse al aire.
- Usa el hilo dental por lo menos una vez al día. El hilo dental no reemplaza el cepillado, es un complemento que te ayudará a tener una higiene dental óptima porque llegarás a algunas áreas más difíciles donde el cepillo no llega bien con sus cerdas.
- Usa un enjuague bucal sin alcohol, de esta manera podrás eliminar las bacterias que el cepillo no ha eliminado. También, gracias al enjuague bucal podrás mantener los dientes más fuetes y tener un aliento con un olor mucho más agradable.
- Ves a una revisión con el dentista por lo menos una vez al año. Es muy importante que superes tu miedo por lo menos una vez al año y si son dos veces, mejor. Una limpieza dental tiene una duración de seis meses y así tu dentista podrá ver cómo está el estado de tus dientes.
No permitas que un miedo al dentista bastante irracional arruine tu bonita sonrisa o que las consecuencias sean demasiado graves. La próxima vez que estés lavándote los dientes, acuérdate de todos estos consejos para mantener unos dientes y unas encías sanas y bonitas. ¡Tus dientes merecen un buen cuidado y con los años lo agradecerás!