Dar el paso de apuntarte a un gimnasio ya es algo muy importante. Si estás decidido a cambiar tus hábitos de vida ya sea para aumentar tu masa muscular, para perder peso o simplemente para hacer una actividad física y alejarte de esa vida sedentaria que has estado llevando hasta ahora, debes tener en cuenta unas serie de pautas a la hora de enfrentarte a tus primeros días en el gimnasio. Te damos las claves para afrontar con fuerza estas duras jornadas en un lugar al que no estás acostumbrado.
Ropa y calzado cómodo
No es ningún secreto, es obvio que si vas a ir al gimnasio de manera habitual tendrás que tener una buena preparación y eso pasa por hacerte con ropa ideal para ese objetivo. La ropa debe ser cómoda para realizar todo tipo de ejercicio, lo mismo que ocurre con las zapatillas de deporte : hazte con unas deportivas que no sean ni grandes ni pequeñas ya que así evitaremos lesiones e incluso que salgan ampollas. Una toalla también es el complemento perfecto, en algunos gimnasios incluso es obligatorio.
Bebe agua
Los médicos recomiendan un mínimo de 2 litros de agua al día, pero esa cantidad se pueden ver incrementada cuando se hace ejercicio de manera regular. Si necesitas beber agua durante tu entrenamiento no te cortes y hazlo sin contemplaciones. Si en el gimnasio no hay fuente o estás haciendo ejercicio al aire libre, recuerda llevar siempre una botella llena de agua u otro tipo de líquido distinto que pueda saciar tu sed.
Tabla de ejercicios
Una buena preparación para el gimnasio no se basa en ir al establecimiento y hacer todo lo que quieras, si deseas tener un entrenamiento acorde a tus necesidades lo mejor es contar con una tabla de ejercicios destinada a ti. Las rutinas dependen de cada persona, son personales porque varían dependiendo de los días de entrenamiento, las horas que vas a estar allí y los objetivos que te marcas una vez cruzas las puertas. Un entrenador es la persona ideal para conocer esas metas y aplicar sus conocimientos a tu caso particular, déjate aconsejar por estos profesionales.
Cómo usar las máquinas
Si es la primera vez que pisas este tipo de instalaciones, pueden sentirte un poco abrumado por la cantidad de aparatos de fuerza que no sabes cómo emplear. Antes de lanzarte a la aventura de usar todas las máquinas para fortalecer tu cuerpo, debes hacer un ejercicio de preparación para saber cómo se emplean. Para ellos pregunta a los compañeros que están a tu lado o mejor, hazlo a un entrenador personal que haya en la sala.
Ejercicios sencillos
Aunque veas a los compañeros levantar pesos increíbles y sufren con cada repetición, sé consciente que acabas de empezar en el gimnasio y no tienes su fuerza. No sirve de nada intentar ejercicios complicados, para empezar apuesta por rutinas sencillas, simples y con descansos entre series. Una vez tu nivel o fuerza vaya aumentado tu entrenador elevará la dificultad de los mismos para que mejorar de manera constante.
Alimentación equilibrada
Da igual el tipo de ejercicio u objetivo que tengas cuando comienzas en el gimnasio por primera vez, la alimentación es una base fundamental en este proceso. Para tonificar el cuerpo o someterlo a una pérdida de peso, debes cuidar tu alimentación y ser consciente del sacrificio que ello supone. Aliméntate de manera equilibrada y evita esos alimentos que hacen 'daño' en tu rutina de entrenamiento.
Carrera de fondo
Una preparación para el gimnasio comienza por tu propia cabeza, para concienciarte que lo que estás a punto de hacer no es un sprint, es una carrera de fondo. No sirve estar un mes intensivo para lucir abdominales en el verano o estar perfecta en tu bikini nuevo, es un proceso lento y constante que va paso a paso. Lo más probable es que con esas dietas milagro y entrenamientos descontrolados vuelvas a estar como antes en menos tiempo del que crees.