La meditación es la mejor manera para aprender a concentrarse, sentirse mejor y conocerse a uno mismo. No basta con sentarse con las piernas cruzadas y pronunciar sonidos que creemos que son correctos. Hace falta conocer un poco más sobre este mundo que conecta cuerpo y mente.
Proceso de concentración
Durante ese periodo de tiempo en el que estamos inmersos en nuestra meditación, lo que tratamos de conseguir es que nuestros chakras se alineen. Estos consisten en mantener el equilibrio perfecto por dentro que harán que nos sintamos mejor y funcionemos por fuera. Pero hay que saber hacerlo bien.
Una buena alineación de los chakras influye en la armonía personal que se llega a conseguir. Te hace sentir bien, más a gusto contigo mismo y te dota de una visión más positiva con el mundo que te rodea y también en tu interior. Por eso vamos a explicarte en qué consisten estos, su función básica y cómo debes hacerlo correctamente.
Sobre una superficie plana y cómoda, nos sentamos con las piernas cruzadas y la espalda muy erguida. Esto es para que, a través de la columna que es donde se encuentran los siete chakras, se reconcilien en una sola dirección. Hay que evitar ruidos o distracciones del exterior, por lo que la zona debe estar aislada, sobre todo para los novatos en el tema de meditación. Al principio resulta difícil, pero poco a poco verás cómo lo vas consiguiendo.
Para mejorar, debemos visualizar el chakras concreto que queremos reequilibrar. Para ello debemos conocer su nombre, su símbolo, su color y la función que desempeña, además de cómo mejorarlo. Concentrándonos en ese punto y la zona donde se encuentra, pronunciaremos su nombre en alto una vez para continuar haciéndolo con voz más baja y alargando la letra final. Debemos visualizar también un punto del color que sea el chakra, como si fuera una luz a la cual debemos darle vueltas en el sentido de las agujas del reloj y en el momento en el que estemos listos para mejorarlo.
Tipos de chakras y su equilibrio
El primero de todos de llama LAM y está situado en la base de la columna, justo en la pelvis. Este chakra nos conecta con la madre tierra, es el que nos indica que debemos andar con seguridad sobre el terreno. Su mala posición puede provocar una desconexión real con aquello que nos rodea. Podemos equilibrarlo librándonos de los obstáculos que nos rodean y dejar fluir el tránsito de la vida. El color con el que se le representa es el rojo.
A continuación, le sigue MAM. Este es de color naranja y se sitúa sobre el abdomen, donde se guarda el deseo. Este chakra es importante porque puede producirnos ansiedad, desconfianza con los demás o preocupación. Normalmente está relacionada con el sexo, por lo que habrá que estimular las relaciones con confianza y cariño.
Le sigue RAM, que es de color amarillo y está sobre el diafragma. Este guarda el poder y la energía interior de cada uno de nosotros. La duda y la culpa son sentimientos que aparecen cuando no está en equilibrio con el resto. Podemos mejorar su posición desarrollando nuestra confianza con la gente.
En el corazón está IAM, que es verde y da sentido al amor. La pasividad y el dolor son los inconvenientes que hacen que este chakra esté fuera de su sitio. Para ello podemos ayudarnos del respeto, la tolerancia y la libertad en una relación sana. Aquí depende de la decisión de ambas partes.
JAM es azul y se sitúa sobre la garganta. Con el desarrollamos nuestro sentido de la comunicación y necesitamos dejarnos llevar, estar tranquilos en nuestro día a día y no sucumbir a las acciones más duras. Su desestabilización puede producir obsesión o indecisión.
OM o tercer ojo, el chakra más conocido, se representa con el color violeta y se sitúa sobre el entrecejo. La intuición es su papel fundamental, y para ello necesitamos meditar y visualizar bien las cosas, porque de lo contrario se produce una falta de concentración y la confusión de situaciones diarias.
Por último, situado sobre la coronilla de la cabeza, en el punto más alto del cuerpo humano, se encuentra la luz más luminosa de todas: el color blanco. Con él nos relacionamos con lo abstracto, aquello que no vemos y que representa los divino. Si hay una desconexión personal y perdemos nuestro rumbo en la vida, este chakra tiende a desestabilizar a todos los demás. Para mejorarlo hay que alinear todos los chakras de nuestro cuerpo y debemos meditar en silencio, concentrándonos en todo nuestro ser.