Las extremas temperaturas a las que nos enfrentamos en España durante el verano pueden ocasionar un número variado de problemas de salud. Aparte de las insolaciones, los golpes de calor o los cortes de digestión, característicos de esta época, aumentan también los casos de cistitis. En BekiaSalud te contamos lo que necesitas saber para que la cistitis no te arruine las vacaciones de verano.
¿Qué es la cistitis?
La cistitis ocurre cuando la vejiga o la uretra se infectan debido a las bacterias, volviendo esa área inflamada e irritada. No es considerada como una enfermedad grave porque su tratamiento es efectivo y rápido, pero si no se atiende debidamente puede derivar en algo más peligroso. Afecta a ambos sexos, sin embargo las mujeres son más propensas porque su uretra es más corta.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas que sufre una persona con cistitis son varios. Los más comunes son el escozor al orinar, la sensación de la necesidad de orinar constantemente, incluso cuando se haya hecho recientemente y el dolor en la zona baja del estómago o en la zona donde se encuentran los riñones. Es frecuente también que haya algún trazo de sangre en la orina o que esta sea oscura y tenga un fuerte olor. La cistitis es una enfermedad que avanza rápidamente, es decir, en cuestión de horas puedes pasar de sentirte bien a tener unas molestias muy fuertes.
¿Qué causa la cistitis?
Existen distintas razones por las que se puede contraer cistitis. En verano es mucho más fácil que aparezca ya que con las altas temperaturas se suda mucho más y la deshidratación es más común. También orinamos menos y la sudoración que se experimenta en la zona urinaria provoca que las bacterias se multipliquen. Está demostrado así mismo que en verano es cuando la gente mantiene más relaciones sexuales, lo que es también un gran factor de riesgo si no se sigue la higiene apropiada.
El uso de tampón y del diafragma como anticonceptivo pueden entablar el riesgo de que las bacterias entren por la uretra. Aquellas personas que por alguna razón usen el catéter de manera prolongada también serán propensas a tener cistitis. Por otro lado, si se aguantan las ganas de orinar repetidamente es muy probable que aparezca la cistitis, ya que se crea un ambiente donde las bacterias tienen tendencia a multiplicarse.
Durante la menopausia los estrógenos disminuyen y el recubrimiento de la uretra se vuelve más fino, lo que hace que sea más sensible a las bacterias. Así mismo, el flujo vaginal empieza a ser menor y la zona queda menos protegida frente a los gérmenes exteriores. Es por ello que a partir de cierta edad la cistitis aparece con más frecuencia en las mujeres.
¿Cómo prevenir la cistitis en verano?
Aunque la cistitis no se puede prevenir totalmente hay ciertos pasos preventivos que podemos seguir para evitarla en la medida de lo posible. El primer punto que hay que tener en cuenta y que es lo primero que siempre aconsejan los médicos es beber mucha agua, incluso aunque no se tenga sed. De este modo se evita la deshidratación y se renueva el ciclo urinario. De la misma manera hay que mantener la zona lo más seca posible, es decir, si notamos que hay mucha sudoración habrá que cambiar la ropa interior, que será de algodón a ser posible.
El bañador o bikini es recomendable cambiarlo enseguida tras usarlo, porque al estar mojado es más propenso a atraer las bacterias. Los tangas no son recomendables porque pueden desplazar bacteria de la zona anal a la zona urinaria. Tampoco es aconsejable lavar la zona vaginal con jabones, ya que tiene su propio sistema de protección.
Es muy importante mantener una buena higiene sexual, muy asociada a la cistitis. Orina siempre después del sexo y cuando acabes límpiate de delante hacia detrás. El intercambio de fluidos y algunas posturas sexuales incitan a las bacterias a llegar hasta la vejiga.
Como hemos mencionado anteriormente la cistitis suele irse al cabo de unos días tras seguir la medicación (normalmente antibióticos) que ha recetado el doctor, pero si quieres reforzar el sistema urinario un remedio muy utilizado son los arándanos, tanto en su forma natural como en zumo o pastillas que venden en las farmacias.