Hay enfermedades, o patologías, de las que todos hemos oído hablar pero apenas conocemos nada. No sabemos realmente en qué consisten, o si pueden tener alguna solución o remedio. Por ejemplo, seguro que habéis escuchado de alguien que haya sufrido un desprendimiento de retina. Sin embargo, lo más probable es que no os hayáis parado a investigar de qué se trata exactamente un desprendimiento de retina, en qué consiste y qué daños puede provocar. ¿Sabéis si podría prevenirse, o cómo puede remediarse justo después de haber sucedido?
Empecemos por el principio. Un desprendimiento de retina es una patología, o una enfermedad, bastante frecuente. Suele suceder, sobre todo, en personas de una edad más avanzada. Debemos tener claro que la retina es ese tejido transparente que se encuentra en la parte posterior del ojo, y que su función es ayudarnos a ver las imágenes de forma clara. Sabiendo eso, ya podemos hacernos una idea, más o menos, de lo que puede ser un desprendimiento de retina.
No obstante, hay dos tipos de desprendimientos de retina diferentes. El más común, y el que suele darse habitualmente, es en el que se produce un desgarro, o una perforación, en la retina en cuestión. A través de ese agujero se van filtrando los líquidos del ojo, y se va produciendo una separación de la retina y el resto de los tejidos. Pero también hay otro tipo de desprendimiento, mucho menos común, y que se suele dar en personas que tienen diabetes y, quizás por desconocimiento, no la tienen controlada. En ese caso, el desprendimiento de retina se da por tracción.
En ambos casos se puede apreciar de forma clara, puesto que el ojo comienza a sangrar. Puede que este sangrado acabe provocando la pérdida de visión, puesto que el interior del ojo se volverá opaco debido a la sangre. Además, notaréis la visión borrosa, una especie de ceguera y destellos de luz brillante, sobre todo en la visión periférica.
Pero, ¿se puede evitar un desprendimiento de retina? ¿Es posible?
Si tu retina es saludable, no tienes ningún problema
Lo primero que debes saber es que si no tienes ningún problema en las retinas, si estas se encuentran bien, no tienes por qué preocuparte. Para asegurarte de la salud de tu retina debes ir haciéndote pruebas de forma regular, claro, porque esta es una circunstancia que puede cambiar; tu retina puede encontrarse bien un año, y no estarlo tanto al siguiente. Lo habitual es que las pruebas deban darse cada dos años, pero hay personas que, por circunstancias especiales, es mejor que acudan al optometrista de forma más regular.
Los desprendimientos de retina no se dan por agacharse, o por levantar objetos muy pesados, pero sí por traumatismos que se produzcan en los ojos. Por ejemplo, si hacéis deporte de contacto lo mejor que podéis hacer es usar protectores oculares para evitar cualquier posible percance; lo mismo si hacéis bricolaje, o si sois aficionados de la jardinería.
Pero también hay desprendimientos de retina producidos por una degeneración natural de los ojos, o por tener miopía. En estos casos, es muy difícil llegar a prevenir realmente la miopía, puesto que podría aparecer en cualquier momento y sin previo aviso. Hay quien señala que cuando un miope se opera, y reduce su miopía, puede evitar también posibles desprendimientos, pero esto no es así. Por mucho que corrija su problema de visión, continuará teniendo una retina bastante frágil, con lo cual el desprendimiento podría continuar dándose.
Entonces, ¿cómo podría prevenirse un desprendimiento de retina? Las personas que tengan miopía en rasgos muy elevados, igual que los diabéticos o las personas mayores, lo mejor que pueden hacer es acudir regularmente a revisión, manteniendo un control bastante exhaustivo de sus ojos. Los diabéticos, además, deben tener cuidado con el azúcar que tienen en sangre, puesto que si esta es demasiado elevada podrían tener algún problema. El resto de personas, debe proteger sus ojos de cualquier traumatismo al practicar deporte o cualquier actividad más o menos conflictiva. Por lo demás, no hay prevención posible.