Si después de sopesar mucho los pros y los contras, has decidido hablar con tu jefe sobre tu salud mental y cómo te afecta en tu día a día, entonces es importante que sepas cómo hacerlo. Es importante que pienses primero en ti y que no pienses tanto en las repercusiones que puedan haber.
Si hay repercusiones tendrás que hablar con recursos humanos o incluso con un abogado, porque si desempeñas bien tu trabajo no debe importar cómo sea tu salud mental en estos momentos. La empresa debe comprender que necesitarás tiempo y ayuda para superar estos momentos tan vulnerables para ti.
Cómo hacerlo
Si has decidido que hablar sobre tu salud mental es importante en tu trabajo, entonces es necesario que sepas cómo hacerlo para hacerlo bien y sobre todo, para entender que estás en tu derecho y que nadie debe hacerte sentir mal por ello.
También debes tener en cuenta que todos los puestos de trabajo son diferentes. Quizá trabajes con tu jefe codo con codo o quizá no le veas en meses. Piensa bien cómo es tu entorno laboral y qué es lo que realmente es mejor para ti en cada caso.
Habla con otros
Intenta hablar con los miembros de recursos humanos si no tienes la confianza suficiente para hablar con tu jefe o si te preocupa la manera en que reaccionará. Esto puede ayudarte a buscar una manera de acercarte.
Dependiendo de la situación, también puedes hablar con un compañero de trabajo o un amigo de oficina que pueda comprender tu situación y echarte una mano. Dile que estás pensando en hablar con tu jefe para que te apoye en el proceso y parezca menos estresante para ti.
Piensa en lo que necesitas
Piensa en si lo dices, es por algo. ¿Qué es lo que necesitas? No quieras contarle a tu jefe nada hasta que tengas claro lo que esperas ganar al compartir esa información. Si quieres trabajar menos horas, primero habla con recursos humanos para saber cómo podría afectarte eso.
Quizá necesitas flexibilidad, tiempo libre o ver a un terapeuta. También está bien no saber qué es lo que necesitas exactamente, sobre todo si es la primera vez que experimentas un problema de salud mental.
Encuentra el lugar y el momento adecuados
No puedes saber cómo será tu salud mental en el futuro pero intenta pensar en una hora y lugar adecuado para hablar con tu jefe, sin distracciones, vosotros solos. Lo ideal es que sea en un día tranquilo de oficina, sin estrés y sin prisas.
Si no hay un espacio tranquilo dentro del lugar de trabajo, sugiere ir a otro lugar, o incluso a caminar. Caminar puede eliminar el sentimiento corporativo de la reunión y estar afuera puede darte una nueva perspectiva de cómo te sientes.
Cuando sea el momento adecuado, adelante
La relación que tengas con tu jefe determinará la mejor manera para que ambos tengan la conversación. Puede que te resulte más fácil solicitar uno a uno por correo electrónico, ya que esto puede permitirle reservar un tiempo privado lejos de los compañeros.
Pero, si tu lugar de trabajo (o tu relación con tu jefe) es menos formal, y puedes ir a tomar un café y conversar, está bien y puede ser lo mejor. Hablar de tu salud mental no tiene por qué ser aterrador o demasiado complicado, puede comenzar la conversación simplemente diciendo: " Necesito sacar algo de mi pecho" o " Necesito hablar, ¿tienes tiempo para escucharme?"
Solo recuerda decirle a tu jefe únicamente lo estrictamente necesario. Sé claro y conciso, exponiendo los detalles de cómo tus problemas de salud mental están afectando tu trabajo. El punto aquí es mantenerlo profesional y apropiado: tu jefe no es un terapeuta o un amigo cercano, por lo que debes atenerte a lo que importa en el lugar de trabajo.