Es un problema de lo más común que todos hemos experimentado en algún momento de nuestra vida. Cuando retomamos el ejercicio después de algún tiempo sin practicarlo es muy probable que experimentemos dolores musculares. A veces no lo notamos de inmediato, pero al día siguiente puede que empecemos a sentir las molestias. De la misma forma pasa cuando hemos hecho un esfuerzo en nuestra vida diaria como levantar cosas pesadas o forzar algún movimiento. Sin embargo, existen varias maneras de preparar el cuerpo para prevenir los dolores musculares que podemos sentir en estas ocasiones.
1. Mantén un estilo de vida saludable
Para que nuestro cuerpo esté sano y preparado para cualquier prueba física tendremos que adoptar un estilo de vida saludable que llevaremos a cabo diariamente. La hidratación es muy importante para nuestro bienestar, sobre todo en el caso concreto de los músculos, ya que bebiendo 2 litros de agua al día éstos se mantendrán óptimamente lubricados. Una buena nutrición es igualmente necesaria. Para aquellos que realizan entrenamientos físicos tendrán que centrarse en los nutrientes que aporten muchas proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables. ¿Otro aspecto que hay que tener en cuenta? Las 8 horas de sueño diario, tan necesario para prevenir dolores musculares como para gozar de buena salud en general.
2. Calienta bien antes de practicar ejercicio
De vital importancia, tal y como saben todas aquellas personas que realizan algún tipo de ejercicio regularmente. Para cada diferente entrenamiento se recomienda un tipo de calentamiento específico pero si estamos empezando podemos optar por uno más genérico. Con el calentamiento lo que se consigue es ir preparando el cuerpo gradualmente para lo que será el ejercicio más intenso. De esta manera la temperatura de los músculos sube y las articulaciones incrementar su elasticidad, así el entrenamiento se desarrolla sin problemas.
3. Controla la intensidad de tu entrenamiento
No debes presionar a tu cuerpo a alcanzar niveles que no puede alcanzar. La clave es ir avanzando poco a poco y con cuidado, poniéndote unos límites que no destrocen tus músculos. Aunque el proceso pueda resultar un poco lento es la forma saludable de hacer ejercicio, y al mismo tiempo, cuidar tu cuerpo sin que las consecuencias sean los dolores musculares.
4. Sacude tu cuerpo para eliminar tensiones
Un pequeño truco que utilizan los deportistas cuando practican es aplicar vibraciones en los brazos, las piernas o la zona del cuerpo que estén ejercitando. Esto no significa que tengan que utilizar una máquina vibratoria, no es necesario. Pueden realizar suaves sacudidas ellos mismos cuando tengan pequeños descansos en los entrenamientos, y de esta manera se disminuye la tensión muscular, haciendo que sea menos probable que aparezca posteriormente el dolor.
5. Continúa los cuidados tras el ejercicio
Cuando hayamos terminado el esfuerzo físico que hayamos hecho deberemos descansar, pero esto no significa que debamos permanecer quietos o tirados en el sofá o en la cama durante mucho tiempo. Lo mejor que podemos hacer en estos casos para no sentir dolor muscular es variar el tiempo de inactividad con movimiento suave, como caminar o calentar un poco. Para que la circulación sea la correcta en los músculos también podemos tomar duchas alternando agua caliente y agua fría, o aplicar una bolsa caliente y hielo en su defecto. Es muy aconsejable que tras el ejercicio nos sintamos relajados y en calma, ya que el estrés también puede acrecentar el dolor que podamos sentir.
Por último recuerda que hay algunos factores que pueden propiciar el dolor muscular. El alcohol y algunos fármacos pueden ser responsables de que padezcas molestias musculares, por lo que lo mejor es evitarlas lo máximo posible. El estrés, como ya hemos indicado, también puede pasar factura así que es muy recomendable practicar la relajación.