La fascitis plantar es la inflamación o hinchazón de la fascia plantar, es decir, del tejido grueso que se encuentra en la planta del pie. Normalmente, se da cuando esta parte del cuerpo se ejercita demasiado sobrecargándola, por lo que tendremos que tener cuidado. Aun así, hay casos en los que las personas son más propensas a padecer fascitis plantar.
Por ejemplo, aquellos deportistas que se ponen recorridos largos o con cuestas hacia abajo, las personas con obesidad o no usar el calzado más adecuado para la práctica de deporte pueden favorecer la aparición de esta inflamación. También es necesario tener cuidado con el tendón de Aquiles. Es importante no tenerlo tenso ya que, al ser el tendón que sirve de conexión entre los músculos que van al talón, pueden ser causa de fascitis plantar.
Es más común que se dé en mujeres que en hombres, aunque si ambos son deportistas puede correrse el mismo riesgo. La desventaja de las mujeres con respecto a los hombres es que, normalmente, el acortamiento de la musculatura posterior de la pierna. Esto, además, se ve agravado con el uso de tacones que provoca que haya más tensión en la zona haciendo que se inflame la fascia plantar.
Tratamiento de la fascitis plantar
Antes de ir al médico para empezar el tratamiento contra la inflamación de la fascia plantar, es necesario saber qué síntomas son característicos de ésta para poder decírselos claramente al especialista. Lo más normal cuando se tiene fascitis plantar es que se sienta dolor y rigidez en la parte inferior del talón. Dolor que puede extenderse también a toda la planta del pie. Además, se puede acompañar de hinchazón y enrojecimiento de la zona.
Una vez que se tienen claros los síntomas, es el médico especialista el que comienza el estudio para determinar si se trata o no de una fascitis plantar. Normalmente, suele llevarse a cabo un examen físico donde se comprueben los síntomas que acabamos de detallar. Tras esto, se empieza el tratamiento que puede durar entre unos meses hasta un par de años, dependiendo de la gravedad. Éste consiste en lo siguiente:
- Tomar antiinflamatorios como paracetamol o ibuprofeno para bajar la inflamación de la zona.
- Hacer reposo durante, al menos, una semana para poder conseguir que la zona se relaje y baje la inflamación.
- Aplicar hielo en la zona del dolor al menos dos veces al día durante 10 a 15 minutos, con mayor frecuencia en los primeros dos días.
- Usar una férula para el pie que ayude a que éste permanezca estirado y la fascia plantar se vaya relajando.
- Usar una plantilla adaptada al pie que ayude a relajar la parte inflamada. Ésta se consigue a través de un examen de la pisada para sacar así cuál es la manera más correcta.
- Acudir al fisioterapeuta para que, a través de masajes, ayude a que la inflamación se vaya rebajando.
Prevención de la fascitis plantar
A la hora de buscar prevenir la inflamación de la fascia plantar, es importante ponerle remedio antes de que ésta aparezca. En primer lugar, se debería saber si pisamos de la manera correcta al caminar, ya que puede influir de gran manera. Para esto, un podólogo realiza la prueba de la pisada que revelará cuál es la plantilla que necesita esa persona para evitar que la fascia plantar se vea afectada.
Por otro lado, es importante mantener la fascia estirada, por lo que será recomendable hacer cada mañana pequeños estiramientos para relajar la zona. Además, será necesario no hacer esfuerzos deportivos que impliquen un desgaste de la zona como pueden ser las cuestas hacia abajo.
En el caso de las mujeres, evitar el uso de tacones cambiándolos por calzado plano recomendado para estos casos. Por ejemplo, se recomienda que tenga un poco de amortiguación. En el caso de los hombres, también es recomendable que usen un calzado que se adapte bien al pie sin que se lleguen a sobrecargar ciertas zonas.