El ejercicio es una parte importante de la vida de cualquier persona y por este motivo debe estar dentro de tus rutinas diarias. Quizá no tengas mucho tiempo para llevar a cabo el ejercicio debido a tus responsabilidades diarias, pero si te lo propones, seguro que podrás sacar aunque sean 15 minutos y ejercitarte. Menos es nada, así que por poco ejercicio que hagas, será bueno para tu organismo.
Pero quizá ya hayas hecho ejercicio durante un tiempo y te has sentido desmotivado por no ver los resultados lo rápido que te gustaría. En realidad, hacer ejercicio o dieta no tiene objetivos a corto plazo, por lo que hay que ser perseverante y tener paciencia para que los resultados que realmente deseas lleguen. Si sigues tus rutinas y tienes buenos hábitos, debes estar seguro que antes o después llegarás a tus metas para poder ponerte otras después. Pero, ¿qué puedes hacer si te sientes desmotivado?
Renueva tus rutinas para que no te venza la desmotivación
Planifica tus mañanas
Para motivarte, deberás tener tus objetivos bien claros y además, saber que el ejercicio es bueno para ti. Para comenzar una rutina de entrenamiento y que dure en el tiempo, necesita trabajo y dedicación, exactamente igual que si quieres empezar con algún otro hábito en tu vida. Para conseguirlo, prepara tu desayuno al despertar y escoge la rutina que quieres hacer.
Haz lo mismo cada mañana, coloca la ropa el día anterior y levántate por la mañana con el tiempo suficiente para hacer ejercicio, ducharte y para realizar las tareas que tengas que hacer cada mañana.
Organiza tus días cada semana antes de que empiece y planifica en tu agenda el tiempo que dedicarás a hacer ejercicio diario, por poco que sea. Si algún día tienes un compromiso y no tendrás tiempo para hacer ejercicio, también deberás ser realista. No pasa nada por no hacer ejercicio cada día, pero lo que sí importa es la constancia y tu fuerza de voluntad.
Tendrás días menos motivados
Esto es perfectamente normal y tener días desactivados no tiene que hacer que tires la toalla antes de tiempo. Lo importante es que haya más días motivados que desmotivados. Siempre habrá días más motivados que otros, pero no solo en el deporte, también en el trabajo, en la dieta, en las relaciones personales... la vida es así, se cometen errores y se tropieza por el camino. Es totalmente normal.
Habrá momentos en que la vida se volverá difícil y te desviarás temporalmente. Es parte de la experiencia y debes esperarlo para poder superarlo. Pero la diferencia entre no seguir una dieta o una rutina de ejercicios y tener éxito es que te levantas de esa desmotivación temporal y sigues adelante y no lo usas como una excusa para dejarlo. De la misma forma que harías si tuvieras un problema en el trabajo, identifica la causa y toma medidas para asegurarte de que no vuelva a suceder.
Encuentra un ejercicio que te motive
Los expertos en deporte y los médicos a menudo dicen que el mejor ejercicio es el que disfrutas haciendo, porque es la única manera de asegurarte de que seguirás haciéndolo. Si odias el deporte que estás haciendo entonces no podrás seguir con tu compromiso y al final, abandonarás. Puedes pensar en el ejercicio que te gusta hacer, ya sea bailar, correr, nadar, caminar con los amigos, etc. Intenta que la experiencia del deporte sea la más placentera posible o al menos la más agradable.
Para conseguir motivarte primero deberás creer en ti mismo y en tus posibilidades. Después pensar en el ejercicio que te hace sentir bien para después, crear el hábito diario y realizarlo. Mejorarás en salud física, pero también en salud emocional.